Tres idénticos desconocidos, de Tim Wardle

Autor:

CINE

«Si fuera un filme de ficción, desafiaría los límites de la suspensión de la incredulidad»

 

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Tres idénticos desconocidos
Tim Wardle, 2018
Texto: ELISA HERNÁNDEZ.

 

En los últimos años parece haberse popularizado la tendencia, dentro del género documental, a construir la narrativa de manera que historias aparentemente banales o incluso divertidas pasen a ser relatos oscuros y casi inverosímiles que reflejan la existencia de un mundo cínico, perverso y retorcido. Sin ir más lejos, el año pasado Ícaro (Bryan Fogel, 2017), un filme en el que una reflexión sobre el dopaje en el deporte de élite se convertía en un (muy) real thriller de alto espionaje internacional, ganó el premio Óscar a mejor documental.

Demostrando que nuestra capacidad para la sorpresa y la incredulidad no está ni mucho menos agotada en un mundo (y un momento) en el que solemos pensar no solo que tenemos acceso a toda la información existente, sino que ya lo hemos visto todo, Tres idénticos desconocidos nos presenta una historia que, si fuera un filme de ficción, desafiaría los límites de la suspensión de la incredulidad. En 1980, tres adolescentes descubren por casualidad que son trillizos separados al nacer por una agencia de adopción. Lo que sigue es una feel-good story de alegría y emoción grupal a medida que los hermanos se familiarizan los unos con los otros y se convierten en celebridades locales, llegando finalmente a abrir un restaurante juntos. Sin embargo, no es oro todo lo que reluce y, a medida que los trillizos descubren más y más de las circunstancias que rodearon su adopción e infancia, el final feliz parece cada vez más improbable.

El documental se construye siguiendo la línea trazada por la investigación llevada a cabo, ofreciendo la información paso a paso y casi como si se estuviera descubriendo en directo, lo que le añade una pátina de proximidad y transmite la rabia y frustración que el conocimiento desata en los protagonistas. El debate entre si las cualidades que conforman nuestra identidad son innatas o adquiridas a través de la educación y entorno en que nos criamos es el marco en el que se desarrolla Tres idénticos desconocidos, un marco que queda hecho añicos, resultando finalmente irrelevante. En última instancia, las dudas que nos plantea esta insólita historia sobre lo poco que comprendemos nuestras circunstancias de existencia, sobre el ejercicio de la ciencia y sobre la deshumanización que acecha detrás de discursos supuestamente positivistas resultan mucho más demoledoras y, en cierta manera, fundamentales. A pesar de que no nos otorgue una respuesta definitiva a ninguno de estos problemas, Tres idénticos desconocidos sí ofrece un inteligente y fascinante punto de partida para comenzar a cuestionarlas.

https://www.youtube.com/watch?v=1_4ciN49xIA

Anterior crítica de cine: La favorita, de Yorgos Lanthimos.

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