OPERACIÓN RESCATE
“Hubiera sido mucho más decoroso que el broche final –al menos a aquella y capital primera etapa del grupo– lo hubiera protagonizado «Who are you». Habría estado a la altura del mito”
Fernando Ballesteros nos traslada a 1978, año en el que The Who publicaron su octavo álbum de estudio, “Who are you”. Para la crítica, este disco no envejeció tan bien como los de su primera etapa, a pesar de contener una colección de canciones a la altura de los anteriores.
The Who
“Who are you”
MCA / POLYDOR RECORDS, 1978
Texto: FERNANDO BALLESTEROS.
Ahora que The Who vuelven a nuestros escenarios, es un buen momento para echar la vista atrás y rescatar de su discografía un elepé que, lejos de los «Who´s next», «Tommy» o «Quadrophenia» contiene una canción que seguro que escucharemos en sus conciertos en Madrid y Vitoria. Pero solo una canción, porque el paso de los años no ha tratado demasiado bien a «Who are you». Para comprender todo lo que rodeó a aquel trabajo vamos a marcharnos hasta el año de su lanzamiento.
En 1978, The Who era un grupo al que se le multiplicaban los problemas: su momento de esplendor ya había pasado. Hasta 1973 todo había sido sobresaliente, desde aquellos primeros singles con sus incendiarios directos, su evolución conformaba una carrera perfecta. Sin embargo, las dificultades que habían sorteado o con las que habían lidiado les empezaban a pasar factura. Quizá por ese motivo, entre otros, «Who are you» ha pasado a la historia como un trabajo menor, algo que en el conjunto de su obra puede ser cierto, pero es una expresión que se me antoja injusta para despachar por la vía rápida un muy buen disco. Lo malo es que tras aquella primera etapa gloriosa se abrió otra de cuatro discos antes del final, y muchas veces la retrospectiva ha liquidado a Who are you y a los tres siguientes de un plumazo.
La versión más leída es que «The Who by numbers», su obra del 75, inició la decadencia, que «Who are you» ahondó en ella y que los dos desastres finales con «Face dances» y el postrero y lamentable «It´s hard» fueron el despeñamiento definitivo. Y no, no fue así exactamente. De hecho, «Who are you» mejora a su predecedor y es un notable trabajo.
Pero estábamos contando que las circustancias no eran las más favorables para el grupo. Basta recordar que Keith Moon se presentó al estudio en un estado de forma pésimo, eran muchos años de excesos que más que pasarle factura estaban acabando con él a pasos agigantados. De hecho, el batería falleció tres semanas después de que se publicara el disco, marcando un punto crítico para The Who.
Más allá del maravilloso loco de las baquetas, ningún miembro del grupo atravesaba su mejor momento. Townshend estaba bebiendo mucho, más que nunca. Con Moon y el bajista John Entwistle a lo suyo, de juerga continua y con su relación con el vocalista Roger Daltrey bajo mínimos, Pete se había refugiado en el alcohol. No parecía el momento ideal para sacar adelante un disco que les devolviera al brillo que parecía desvanecerse, pero aún así fue capaz de componer un tema que terminaría convirtiéndose en clásico de la banda, ‘Who are you’. Pero no era el único temazo del disco: ‘Sister disco’ y ‘Music must change’ también son canela fina y le miran cara a cara a muchos de sus clásicos.
Al margen de las malas relaciones en el seno del grupo, el contexto histórico tampoco jugaba a su favor. Aquel 1978 no fue un año propicio para ellos ni para ninguna banda con una trayectoria a sus espaldas. Con la explosión punk recientita, nadie podía olvidar que los Who era un grupo que que llevaba década y media en la carretera y que había grabado operas rock, ahí es nada. No nos engañemos, para parte de la prensa y cierto sector del público eran un auténtico dinosaurio, y en 1978 todo el mundo quería que se volvieran a extinguir los dinosaurios. Esa era la consigna. Bueno, para todos menos para algunos de los protagonistas más destacados de la revolución, algo que pudo comprobar el propio Pete en un breve encuentro con los Pistols, Paul Cook y Steve Jones.
Una noche, tras beber mucho –es decir, cumplir con lo que era su día a día por aquel entonces– el guitarrista coincidió con ellos, y después de confundirse y una vez aclarado que ninguno de sus dos interlocutores era Jhonny Rotten –así se dirigió a ellos en un principio– les dijo que tenían que seguir el camino trazado por los Who donde ellos lo habían dejado. Los temibles punks reaccionaron alarmados ante las palabras de Townshend, que dejaban entrever una separación del grupo, y le pidieron que no se separaran, diciéndole que ellos eran admiradores de su trabajo. Pete, bebido y desmoralizado, se limitaba a decir que ya todo daba igual, que se habían vendido. Ese era su estado de ánimo.
Ese día, Pete debió de seguir bebiendo tras salir del Speakeasy, el club en el que tuvo lugar el fugaz encuentro, ya que terminó la noche inconsciente en un portal. Le depertó un policía que pasaba por allí y que completó un episodio que terminaría inspirando al guitarrista para componer el tema ‘Who are you’, rock de tintes progresivos en plena explosión punki con el Zombie Rob Argent ocupándose del piano.
Volviendo al contenido de «Who are you», la cosa ya pintaba bien desde el principio con ‘New song’, un tema en el que encontramos a un Roger pletórico de energía y soltando en el micrófono buena parte de la rabia que debía de estar acumulando al ver como su relación con Pete se iba al traste y la conexión con sus otros dos compañeros se convertía casi en inexistente. ‘Had enough’, una de las dos aportaciones de Entwistle, mantiene un nivel que en la ya mencionada ‘Sister Disco’ alcanza uno de sus picos, y ‘Trick of the light’ es otra composición del bajista que volvía a demostrar que el genio de la composición era Pete, pero que él siempre dio el nivel.
‘Guitar and pen’, con sus cambios de ritmo, demostraba que The Who habían dejado de ser hacía mucho tiempo aquel grupo que fulminaba con singles de tres minutos para convertirse en auténticos artesanos de pequeñas sinfonías rock.
No hay ni una mala canción en «Who are you» y treinta y ocho años después podemos decir bien alto que no parece la obra de un grupo que estaba viviendo un momento tan delicado y que había encarado unos años antes la cuesta abajo. Probablemente el resultado podría haber sido mejor, las cosas como son. A esas alturas de la película, los cuatro miembros de los Who apenas trabajaban juntos. Ellos hacían giras, cumplían sus compromisos y punto. El estado anímico y físico y lo precario de sus relaciones condicionaron, a buen seguro, el resultado final.
Lamentablemente, para «Who are you» no se produjo el retorno a los escenarios de los cuatro miembros originales que los fans ansiaban tras un silencio de dos años. El 6 de septiembre, pocos días después del lanzamiento discográfico, Paul McCartney invitó a Moon al preestreno de la película «The Buddy Holly story». Tras cenar con Paul y Linda McCartney, Moon y su novia Annette volvieron a casa. Allí, Keith ingirió treinta y dos pastillas de Clometiazol y murió. El medicamento era un sedante que le habían prescrito para lidiar con sus síntomas de abstinencia al alcohol, mientras intentaba desintoxicarse en su propia casa.
Aquel fue un golpe casi mortal para el grupo y seguramente un condicionante para la reputación que el tiempo le ha dado a este disco, que en su momento vendió muy bien hasta alcanzar el puesto número dos en la lista de Estados Unidos, despachando dos millones.
Con Keith fuera de circulación, había que resolver muchas dudas, pero una por encima de todas: decidir sobre la continuidad o el final del grupo. Tomaron la decisión con rapidez y optaron por seguir. Reclutaron a Kenney Jones, un reputado batería que había militado en Small Faces y en los Faces, que jamás podría llenar el hueco de Keith. Pero el problema que ocurrió después no fue exclusivamente suyo. El desastre de sus últimos discos, sobre todo «It´s hard», es que las composiones no estaban a la altura.
Una vez escuchados los resultados, está claro que continuar no fue la mejor decisión. Hubiera sido mucho más decoroso que el broche final –al menos a aquella y capital primera etapa del grupo– lo hubiera protagonizado «Who are you». Habría estado a la altura del mito. Al menos no habría desentonado en su monumental obra.
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Anterior entrega de Operación rescate: “Saved”, de Bob Dylan.