«Se trata, en conjunto, de material acuñado apenas en los últimos cinco años, aunque, como ya se ha apuntado con énfasis, estemos hablando de una banda cuya actividad ha durado ese tiempo multiplicado por tres y cuyo haber artístico y discográfico ha dado bastante más de sí»
Whiskyn’s, la banda de Reus, tras dieciocho años de aventura musical ha tirado la toalla, una despedida que se produce con la antología «Tres-cents seixanta graus 360º», que sirve de excusa a Javier de Castro para introducirnos en la obra de este interesante grupo, prácticamente desconocido fuera de la fronteras del catalán.
Texto: JAVIER DE CASTRO.
Tras dieciocho años de andadura, numerosos conciertos –sobre todo en el territorio de habla catalana–, una más que respetable contribución discográfica y un directo de lo más atractivo y divertido, se nos anuncia la despedida de los Whiskin’s, el mejor grupo de pop-rock que haya dado nunca la ciudad de Reus y que surgió para formar parte de la segunda hornada de conjuntos del llamado nuevo rock catalán, a partir de la gloriosa brecha abierta por los Sopa de Cabra, Sau, Els Pets y Sangtraït junto a otros grupos menores hacia mediados de los años 80.
Su argumentación musical que lució por dinámicas instrumentaciones, imaginativas melodías pop y, siempre, magníficas armonías vocales, fue poco a poco encontrando un lenguaje musical propio, de naturaleza y connotaciones absolutamente personales e intransferibles que no renunciaría jamás a la deuda sonora contraída con el pasado de treinta o cuarenta años atrás y grupos que iban desde los Beatles a Supertramp en un amplio abanico estilístico y sonoro.
Para cerrar este ciclo artístico de más de tres lustros, Música Global, su última discográfica, ha puesto en circulación «Tres-cents seixanta graus 360º», una entrega discográfica de despedida en formato de CD más DVD que, en teoría, pretende ser como una especie de canto de cisne a la vez que resumen de la trayectoria del conjunto por el que, al margen de Joan Masdeu –su voz principal, imagen indispensable y único miembro fijo inamovible desde el primer al último día de vida de la banda–, han pasado bastantes músicos más cuya permanencia en el seno de la formación desde su fundación y hasta sus últimos aldabonazos, ha resultado intensa aunque de variable duración, dependiendo de las diversas circunstancias personales vividas por cada uno de ellos. Hablamos de Cesc Solé (guitarra y voces), Xavier Llorach (guitarra y voces), José Luis Sánchez (bajo y voces), Toni Díaz (batería), Manel Lucio (guitarra y voces), Nando Oterino (bajo y voces), Gerard Roca (batería) y Ángel Santiago (teclados y sintetitzadores), todos protagonistas, junto al propio Masdeu, de esta historia musical de repaso altamente recomendable.
El caso es que si este postrer proyecto discográfico de los Whiskyn’s pretendía ser un homenaje a toda su carrera y el mejor regalo posible para toda la gente que los ha seguido con fidelidad durante tantos años -me temo, por desgracia– que nos encontramos ante un producto que ha nacido frustrado ya de base. Y es que la causa de ello es tan palmaria como frustrante para todos aquellos que hemos disfrutado con un grupo como éste, cuya música, quizás sin excesivas pretensiones, siempre nos pareció, sin embargo, de lo más divertida y lo suficientemente agradable como para ser revisada las veces que fuese menester. Ello es que en lugar de aprovechar para juntar por fin en una única entrega lo mejor de su producción, acontecida durante todos estos años de andadura, y añadir los inéditos, las rarezas, los bonus tracks, y todo aquel material sonoro extra de rigor que suele constituir el “gancho” irrefrenable para que tanto seguidores completistas como el público más general se sumaran a la fiesta, se ha optado por una más que inocua recopilación, sin información gráfica y textual algunas, a base de temas extraídos “sólo” de sus últimas tres entregas lanzadas al mercado –»On» (Música Global, 2004), «Souvenirs» (Tívoli, 2005) y «Reus-París-Londres» (Música Global, 2007)–. Cortes musicales, sin embargo, de indudable mérito y, en su caso, éxito eventual como ‘On’, ‘Balla’, ‘Llum’, ‘Sola’, ‘Parlar per parlar’, ‘Ara’, ‘Cau’, ‘El que tinc’, ‘Silenci’, ‘Si et fas gran amb mi’, ‘Reus’, ‘Ulleres de sol’, entre varios más recopilados y hasta un total 22 temas más, con dos únicos valores añadidos que constituyen ‘Vitralls’, compuesto y grabado especialmente para esta ocasión de despedida, y también su ‘Gaudeix del silenci’, versión del ‘Enjoy The Silence’ de los británicos Depeche Mode que apareció en el «Disc de La Marató de TV3» (TV3, 2006). Álbum este último, editado para recaudar fondos a beneficio de los enfermos crónicos y en el que intervenían al margen de los usuales artistas y bandas del pop-rock catalán de moda, otros representantes musicales del resto del estado español, como por ejemplo El Canto del Loco o Alejandro Sanz, del cual se vendieron hasta 80.000 copias; es decir todo un éxito comercial y una muy loable experiencia dados sus objetivos de solidaridad.
Se trata pues, en conjunto, de material acuñado apenas en los últimos cinco años, aunque, como ya se ha apuntado con énfasis, estemos hablando de una banda cuya actividad ha durado ese tiempo multiplicado por tres y cuyo haber artístico y discográfico ha dado bastante más de sí, a tenor de su amplio trabajo de todo este tiempo transcurrido. Lo suyo, quizás, habría sido bautizar a la entrega con el título «Noranta Graus 90º», puesto que los “doscientos setenta grados” que aquí faltarían, lo constituyen sus álbumes «Whisky’ns Cullons» (Al·leluia Records, 1994), «Toc al dos» (Al·leluia Records, 1996), –ambos en la época en que el conjunto todavía se denominaba “Whiskyn’s Collons–, «Lila» (Discmedi, 1997), «De la nit al dia» (Discmedi 1999) y «Lluny» (Discmedi 2001), amén de varias piezas originales más o algún cover de indudable valor, desperdigados por aquí y por allí y que aparecieron en entregas de artistas varios bajo títulos como «Com un huracà» (Discmedi, 1996) –álbum de tributo a Neil Young en el que versionaron el ‘Over And Over’ traducida para la ocasión como ‘Home de món’–; «Altres cançons de Nadal 2» (Música Global, 2002) o «Altres Cançons de Nadal 4» (Música Global, 2007), discos ambos de villancicos junto a muchos artistas y bandas catalanas, que incluyeron en el caso de los Whiskyn’s, las inéditas ‘Nadal en soledat’ y ‘No vull surtir dels llençols’, respectivamente.
Por desgracia, de todo esto último no ha quedado ni rastro en este álbum que estamos comentando y que habría ayudado a trazar una perspectiva mucho más razonable e ilustrativa de la auténtica historia artística y evolución del grupo durante todos estos años de actividad. Me imagino que, como suele ocurrir en estos casos, la causa principal de no haberse podido reunir material perteneciente a los diferentes sellos discográficos que han tenido a los Whiskyn’s en nómina, habrá sido precisamente la imposibilidad de acuerdo de las distintas partes y las previsibles complicaciones técnicas, logísticas y administrativas que esta clase de compilaciones suele acarrear. Aunque puede que lo que haya influido más para no haber podido hacer de esta recopilación el gran disco de despedida que hubiese merecido la auténtica grandeza del grupo, sea el poso poco favorable y unas relaciones irreconciliables que quedaron entre la disquera Discmedi y el grupo cuando éstos decidieron no renovar en, quizás, su mejor momento artístico y el de mayor impacto popular.
Si que es verdad –seríamos injustos en no reconocerlo– que ya existe en el mercado una recopilación denominada «Basic Whiskyn’s» editada en el otoño de 2007, precisamente por Discmedi, que incluye las que deberían considerarse más importantes canciones que el grupo de Reus grabaría a lo largo de los años que perteneció a dicha escudería y que en gran parte soslayarían las faltas de que adolece este «Tres-cents seixanta Graus, 360º», a causa de temas de indudable importancia y trascendencia para el grupo como ‘Junts’, ‘A fora’, ‘Com m’agrades’, ‘Donaria el meu alè’, ‘Sara’, ‘Del sud’, ‘Sobre un mirall’, ‘Puc ser jo’, ‘Se n’ha anat’, ‘Si és amb tu’, ‘Sentiments’, ‘Millor demà’ o ‘Lila’.
Por todo ello, quizás, lo más novedoso que el estuche aporte sea un valioso material rodado que en el segundo CD de la entrega se ha titulado «Whiskyn’s, Tres-cents seixanta Graus 360º. El documental». Especialmente recomendable por su consistencia documental, este trabajo audiovisual presenta una especie de reconstrucción de la historia del conjunto tarraconense elaborado a partir de imágenes provenientes de los archivos sonoros y de imágenes tanto de Televisió de Catalunya, como del local Canal Reus TV, además de otros registros cedidos por los propios miembros del grupo y montado a partir declaraciones de todos ellos y de otra gente, protagonista también de la historia, como productores, representantes, periodistas y amigos junto a otras personas diversas tanto de su entorno profesional como personal. Los videoclips comerciales de ‘On’, ‘No tornarán’, ‘Balla’, ‘Silenci’, ‘Reus, ‘Cada cop que te’ vas’ y de la recién estrenada ‘Vitralls’ completan el pack.
Una colección, en cualquiera de los casos, a tener en cuenta pese a todos los “pros” y “contras” señalados, dado que, de alguna manera y para bien o para mal, supone una fórmula no óptima aunque aún sí lo suficientemente aceptable para entender, al menos en la última parte de su andadura, el grado de madurez artístico alcanzado y la magnitud en conjunto de la obra despachada por Whiskyn’s. Sin duda, otra más de las muchas bandas con trayectoria notable y buen balance artístico, que ha caído en combate víctima, como tantas otras, de las heridas que la presente crisis está infligiendo a una industria como la musical que ya hace años empezó a morir víctima de su propia estupidez y una insaciable avaricia.