Volume 1, de MRCY

Autor:

DISCOS

«Música inspirada en el northern soul de los años sesenta y setenta, pero con estilo contemporáneo y enfoque innovador»

 

MRCY
Volume 1
DEAD OCEANS / POPSTOCK!, 2024

 

 Texto: XAVIER VALIÑO.

 

MRCY es el proyecto del productor Barney Lister, conocido por su trabajo en álbumes de Obongjayar, Joy Crookes y Olivia Dean, y del cantante Kojo Degraft-Johnson, colaborador de Cleo Sol y Little Simz. Barney y Kojo conectaron a través de Instagram durante el confinamiento, antes de coincidir en persona, para dar origen a este dúo cuya ambición declarada es producir música inspirada en el northern soul de los años sesenta y setenta y en sus ídolos de toda la vida como Marvin Gaye o Donny Hathaway, pero con el estilo contemporáneo y enfoque innovador de artistas como Sault o Anderson Paak.

Se podía intuir que, con semejantes currículos y tan loables intenciones, el objetivo propuesto estaba a su alcance, aunque, también, que tal ejercicio de estilo podía resultar en una ostentación más teatral que otra cosa. Lejos de tal trampa, MRCY presenta en Volume 1 ocho piezas de soul clásico envueltas en una producción tan rica como sutil. “R.L.M” evoca a Bobby Womack. “Lorelei” se sitúa entre Marvin Gaye y Sault. “California” da justo lo que su título propone, soul bañado por las olas y una guitarra casi surf. “Purple canyon” conduce a los años setenta en tanto que “Days like this” invita a la pista de baile gracias a su enérgica percusión, en algún lugar entre Motown y Jamiroquai. “Flowers in mourning”, a medio camino entre el afrobeat y el jazz psicodélico, se convierte en una de sus cimas para luego bajar las revoluciones en las baladas “Powerless” y “Candles”.

En apenas treinta minutos, MRCY convence plenamente con su enfoque y su capacidad para hacer algo que suena nuevo y adictivo a partir de algo añejo. Lo esencial está ahí: componer hermosas canciones, entregadas con brillantez y sinceridad, y sublimadas por una producción elegante e inventiva. Si hace cinco meses eran unos completos desconocidos para la mayoría de los mortales, con Volume 1 suenan ya como unos viejos amigos.

Anterior crítica de discos: Por tu boca, de Sintónicos.

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