OPERACIÓN RESCATE
“En ‘Vienen tiempos’, el estado de forma del grupo está en sus cotas más altas y la formación de auténticas estrellas del rock nacional es de órdago”
En doce años de recorrido, la banda madrileña Vacazul publicó cuatro álbumes de estudio y un directo. Su última colección de canciones nuevas fue “Vienen tiempos”, un trabajo que derrochaba la calidad de sus integrantes, entre ellos Jairo Zavala y Javi Vacas. Por Eduardo Izquierdo.
Vacazul
“Vienen tiempos”
V2 RECORD SPAIN, 2004
Texto: EDUARDO IZQUIERDO.
Lo tenían todo para triunfar. Una formación insuperable. Una lista de canciones explosiva. Buena imagen. E incluso atención mediática. Pero, como dice el vals peruano escrito por Ángel Cabral, “por esas cosas raras de la vida” no pasó nada. Y eso es, probablemente, lo peor que se puede decir de un grupo. Eso sí, antes de disolverse pudieron grabar un disco enorme como “Vienen tiempos” y nosotros tenemos hoy ganas de recuperarlo.
Formados en 1995 en Madrid, y sufriendo varios cambios en la formación, La Vacazul despachan un álbum debut llamado “Plástico” en 1996 (Satirion Vaina), al que le siguen “Pelo de perro” (Zero Records,1998) y “Radio Tangente” (Loli Jackson, 2004). Tres primeros trabajos editados con sellos distintos, como sucederá con el cuarto, “Vienen tiempos”, su último disco de estudio al que solo segirá el directo “En el charco” (Locomotive, 2007).
En “Vienen tiempos”, el estado de forma del grupo está en sus cotas más altas y la formación de auténticas estrellas del rock nacional es de órdago. La encabezaba Jairo Zavala, antes de dar forma a Depedro y de convertirse en guitarrista fijo de Calexico. Junto a él, el inefable Javi Vacas, nombre asociado irremisiblemente al rock underground patrio mediante bandas como Sex Museum, Los Coronas o Corizonas. Daniel de Madariaga «Txarras» (Speaklow, Sex Museum, Los Reyes del K.O.) se encargaba de los teclados y Antonio «Pax» Álvarez (Deluxe, Amparanoia, Tres Mil Hombres) de la batería. Un auténtico dream team difícilmente mejorable que contó con la producción de Dani Alcover
Y luego estaban las canciones. Temas políticamente incorrectos como ‘Presidemente’, trallazos funky-rock como ‘Mucho mejor’, precursores de la vertiente menos latina de Depedro como ‘Mi día’ y un exitazo como ‘Vuelo’ para abrir bocado. Casi nada. O casi todo. Disco del año para Bad Magazine y uno de los diez mejores del apartado nacional para la edición española de Rolling Stone. ¿Punto de partida del éxito masivo? En absoluto, todo lo contrario. Como declaraba Jairo a Maneras de Vivir, “Empezamos todos a trabajar en varios proyectos y estos proyectos nos exigen más responsabilidad. Yo empiezo con Depedro (el resto con otras cosas) y poco a poco coge forma y le dedico más tiempo. Sobre todo, noto que me realizo mejor ahora con este tipo de música y con edad que tengo”. Lástima. O suerte. Según se mire.
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Anterior Operación rescate: “Let it be” (1984), de The Replacements.