“‘Mil gracias por venir a este macroconcierto sin miedo. De disfrutar de las emociones y lo que nos define como seres humanos. Celebrar la vida’, dijo el cantante antes de interpretar con premeditación ‘La mosca en tu pared’”
Seis meses después de llenar el antiguo Palacio de Deportes de la Comunidad de Madrid, el quinteto dobla la apuesta y terminan la gira de “La deriva” en el mismo recinto durante dos noches consecutivas. En la última estuvo Eva Rodríguez.
Vetusta Morla
Baclaycard Center, Madrid
21 de noviembre de 2015
Texto y fotos: EVA RODRÍGUEZ.
Solo los de Tres Cantos saben en qué pensaban cuando salieron al escenario del Barclaycard Center el pasado sábado ante 15.000 personas. Fuera, un músico callejero entonaba alguna de las letras del grupo en el metro y un gran despliegue policial rodeaba el edificio. Era la segunda jornada consecutiva de su despedida de gira de “La deriva”, con todas las entradas a la venta agotadas. Lo que se percibió es que Pucho, el vocalista, venía a vivirlo a pulmón. Enchufado desde el minuto uno, derrochó energía sobre el escenario.
Entre las primeras filas había quien repetía las largas colas y el control policial para vivir en directo el segundo día de Vetusta Morla en el Palacio de los Deportes. También grupos de amigos con selfis a vueltas y algún que otro padre acompañando a sus hijos menores (que parecía disfrutar del concierto tanto o más que sus descendientes).
Con media hora de retraso y tras una gran ola generada por el público de lado a lado de las gradas, comenzaba el principio del fin del periplo del grupo madrileño por las salas de conciertos de medio mundo con su último disco. Con una estética muy cinematográfica –los artificios audiovisuales cobraban vida en forma de muñecos que se multiplican, moscas difuminadas, corredores y ciclistas–, la potente percusión de “La deriva” inauguraba el show.
Después llegó el toque de humildad de ‘Boca en la Tierra’ y sus paneles de abejas, esos diminutos insectos polinizadores que se extinguen y sin los que la vida humana sería muy complicada. El karaoke entre el público ya era imparable y no dio tregua.
El recuerdo a los recientes atentados en París también tuvo su lugar en el recital. “Mil gracias por venir a este macroconcierto sin miedo. De disfrutar de las emociones y lo que nos define como seres humanos. Celebrar la vida”, dijo el cantante antes de interpretar con premeditación ‘La mosca en tu pared’. Otros temas con trasfondo social que sonaron esa noche fueron ‘Lo que te hace grande’ y ‘El hombre del saco’. Tampoco faltaron ‘Saharabbey road’, en la que el público nunca falla con los coros, ‘Copenhague’ o ‘Mapas’.
Entre canción y canción, muchas fueron las ocasiones en las que repitieron la gratitud a los asistentes por estar allí y también a todo el equipo que los ha acompañado en esta gira. Para los bises reservaron ‘Sonata fantasma’, ‘Fiesta mayor’, ‘Valiente’, ‘La cuadratura del círculo’ y ‘Puntos suspensivos’, una de las dos canciones que el grupo compuso “a modo de epílogo musical” a su último álbum.
Tras cerca de dos años, los múltiples finales de los que habla “La deriva” culminaron con el último tema de los bises, ‘Los días raros’. Así, después de veinticinco canciones y algo más de dos horas de concierto, Vetusta Morla decían hasta pronto. Uno de esos grupos que en directo ganan, pero como todo, y más si se habla de música, contado no es lo mismo. Lo mejor, verlos sobre las tablas.
