«Nos han llamado indie-pijos. O que somos el hilo musical del Zara. Rock de Inditex o de Ikea… Ese tipo de mierdas. Es una mezcla de envidia y ganas de llamar la atención»
Tras el abrumador eco obtenido por “Un día en el mundo”, la banda de Tres Cantos (Madrid) vuelve con “Mapas”, un segundo álbum de sonido continuista, con el que esperan reeditar el éxito obtenido con su debut. Eduardo Guillot los entrevista.
Texto: EDUARDO GUILLOT.
Era uno de los discos más esperados de la presente temporada, después de que Vetusta Morla se convirtieran, casi involuntariamente, en el grupo revelación de 2009 con su primer álbum, “Un día en el mundo”, tras pasar diez años en el anonimato. Tras aquel éxito, refrendado con diversos premios, una larga gira de conciertos –con escalas latinoamericanas– y el acceso inmediato a los grandes recintos y el público masivo, llega “Mapas”, un segundo trabajo de sonido claramente continuista, que sigue los pasos de su predecesor.
¿Ha resultado fácil digerir el éxito de “Un día en el mundo”?
Es algo que íbamos asumiendo desde el final de la gira pasada. La verdad es que no ha sido nada traumático, porque todo ha ido sucediendo de forma paulatina. El mayor cambio se ha producido en nuestra vida cotidiana. Antes trabajábamos y la música era una afición, mientras que ahora se ha convertido en nuestra dedicación principal.
¿A qué factores achacais el éxito obtenido?
Al final, todo se reduce a las canciones. Alrededor hay una serie de cosas que tienen que funcionar para que le lleguen al público, en un momento concreto y por los canales adecuados, pero no hay ningún secreto ni una explicación concreta. Ha sido la gente la que se lo ha ido comunicando entre sí.
¿El de Vetusta Morla es el triunfo de la normalidad?
¿De la normalidad? No somos rockstars, eso está claro. Nuestra pasión es la música, es lo que nos hace movernos.
Lo comento porque algunas veces os han definido como un grupo anodino, insípido, incluso de marca blanca.
¿Marca blanca? Bueno, es evidente que desmitificamos los tópicos del sexo, drogas y rock and roll, que tanto gustan en algunos sectores.
Lo que está claro es que polarizais mucho las opiniones. O se os ama, o se os odia a muerte.
Sí, no nos lo explicamos. La gente se expresa en términos muy radicales. Seguimos nuestro camino, hacemos la música que nos gusta y lo demás ya no depende de nosotros.
¿Qué es lo peor que han dicho de vosotros?
Nos han llamado indie-pijos. O que somos el hilo musical del Zara. Rock de Inditex o de Ikea… Ese tipo de mierdas. Es una mezcla de envidia y ganas de llamar la atención. Formamos parte de la opinión pública y es normal que ocurra. También hay gente que se ha metido con nosotros por ser de Tres Cantos, como si hiciera falta haber nacido en una gran capital para hacer música.
Pasó una década hasta que sacasteis el primer LP. ¿Hay canciones de aquel periodo en “Mapas”, o son todas nuevas?
Las más antiguas del disco son de 2009, de un paréntesis que hicimos en la gira de “Un día en el mundo” y nos fuimos una semana a un pueblo de Segovia. De ahí salieron ‘Boca en la tierra’ y ‘Maldita dulzura’. Del resto, la mayoría son de 2010.
¿Cómo es posible mantener vivo un grupo durante diez años sin sacar disco ni prácticamente comerse una rosca?
Hemos sobrevivido porque éramos amigos antes de montar el grupo, que es una extensión de esa amistad. Nos lo tomábamos como una afición, sin pensar siquiera en sacar un disco.
¿Estáis cansados de las comparaciones con Radiohead?
Pues sí, porque es el recurso fácil. En este disco hay muchas otras influencias, como The Beatles. O gente como Sigur Rós o Portishead.
¿Portishead?
Su último disco es buenísimo.
Sin duda, pero no localizo su influencia en “Mapas”.
Lo hemos escuchado mucho, y ha servido de inspiración en algunos teclados.
El problema con Radiohead es que no se puede negar.
Por supuesto que no. Es un grupo que ha hecho grandes aportaciones para enriquecer el lenguaje del pop en los últimos años. Nos gustan y, evidentemente, son una influencia, pero como todas las otras que hemos citado antes.
¿Cuántas ofertas de compañías de discos recibisteis para editar “Mapas”?
Ninguna.
¿Ninguna?
Nadie puso una oferta sobre la mesa. Nos llegaron algunos comentarios, pero nada en firme. Quizá dieron por hecho que segiríamos con nuestro propio sello, Pequeño Salto Mortal, que ha ido creciendo con el paso del tiempo y nos permite hacer un buen trabajo.
Cuando se habla de la crisis de la industria siempre se cita a las discográficas, que han visto reducidos sus ingresos drásticamente, pero nunca se menciona a las editoriales musicales, que siguen generando cantidades desorbitadas por difusión radiofónica y conciertos en directo. Vosotros tenéis un sello independiente propio, pero vuestras canciones están en Warner/Chappell, una de las editoriales más poderosas del mundo. ¿Cómo se conjuga eso?
Warner/Chappell entró en el juego cuando teníamos grabado “Un día en el mundo” y buscábamos sello. Firmar con ellos era un aliciente de cara a conseguir un contrato, ya fuera con Warner o con otra compañía. Pero eso no sucedió. Seguimos con ellos, y hacen su trabajo de difusión, buscando incluir nuestro repertorio en terrenos como el cine, porque con la publicidad no trabajamos. También han sido de gran ayuda cuando hemos ido a México y Argentina. Quizá hoy hubiéramos hecho las cosas de otro modo, pero estamos contentos con ellos.
¿Os habéis negado a que vuestras canciones se utilicen en anuncios?
No queremos que nuestra música se use para anunciar un producto o una marca. Es una cuestión de principios.
¿Son esos principios los que os han hecho repetir con los productores Manuel Colmenero y Javibu Carretero, que estuvieron al lado del grupo cuando aún no erais famosos?
Exactamente. Ellos forman parte de un proyecto común. Hicieron un gran trabajo en «Un día en el mundo» y queríamos seguir con ellos.
Para terminar, me gustaría saber qué os sugiere el fundamentalismo indie.
Gente que se aburre mucho. Es un poco penoso. Deberíamos ser más inteligentes y ver cómo son las cosas fuera de aquí. En Inglaterra o Estados Unidos hay muchos grupos que proceden de la escena indie y alcanzan el éxito sin que nadie los descalifique. No entendemos de indie, sino de música. De hecho, coincidimos en conciertos con otros grupos, como Lori Meyers o Love of Lesbian, que empiezan a estar cansados de que se les asocie con esa escena.
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