En 1991, Diego Vasallo se desdobló para emprender un camino al margen de Duncan Dhu. Arancha Moreno selecciona veinte canciones de su trayectoria en solitario desde aquellos primeros pasos en Cabaret Pop.
Selección y texto: ARANCHA MORENO.
Foto: JAVIER ESCORZO.
“Ha nacido en un lugar
sucio y con olor
a metales y a sudor
a miedo y a rencor”
“Jimi se va”, de Cabaret Pop (Cabaret Pop, GASA, 1991).
Este 2017 se han cumplido veinte años del disco “Criaturas” de Diego Vasallo. No es solo el aniversario de uno de sus discos, la efeméride va más allá. Ese álbum es para él su punto de partida en solitario, el pistoletazo de salida de su trayectoria solo, aunque no lo es del todo. En realidad hay tres discos anteriores, de los que no suele hablar demasiado el donostiarra, que son su verdadero punto de arranque. Un desdoblamiento “noventero” que inició en 1991 bajo el sello GASA con el álbum homónimo de su proyecto Cabaret Pop. Desde ahí y hasta el pasado “Baladas para un autorretrato” (Subterfuge, 2016) hay un largo camino de búsqueda de su propio estilo, zigzagueando por diversos géneros hasta fijar su identidad.
En el número 13 de Cuadernos Efe Eme, con la ayuda del propio Vasallo, hemos reconstruido todo su camino al margen de Duncan Dhu. Los primeros discos con Cabaret Pop, cuando le fascinaban el sonido Manchester y los Stones Roses, Depeche Mode y la música de baile, o el soul y los discos setenteros de Bowie. Nos hemos detenido con atención en “Criaturas” para entender por qué supuso su punto de arranque, el interés hacia el rock y los sonidos más acústicos, y el paso previo a otro disco importante, “Canciones de amor desafinado” (DRO-Easwest, 2000), el primero de una estrecha alianza con el productor Suso Saiz que marcó en gran medida sus siguientes discos. El inicio del Diego más quebrado, grave y áspero que se ha ido perfilando en estas dos últimas décadas.
Para acompañar la lectura del extenso reportaje de Cuadernos Efe Eme hemos preparado una lista con veinte canciones que atraviesan todas las épocas solistas de Vasallo. Una selección a modo de termómetro musical para ir descubriendo, disco a disco, la transformación que ha ido experimentando desde aquel lejano 1991 hasta su último trabajo de 2016, y algún tema extra editado este 2017, que no llegó a editarse en esas «Ocho baladas para un autorretrato».
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