“Unplugged 1991-2001”, de R.E.M.

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ACÚSTICOS

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“R.E.M. acaban de grabar el que para un servidor es el mejor “Unplugged” de toda la serie emitida. Y, además, iban a repetir”

 

Iniciamos una nueva sección que recupera los discos acústicos más relevantes del pop y el rock nacional e internacional. Eduardo Izquierdo abre fuego con el doble acústico “Unplugged 1991-2001” de R.E.M.

 

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R.E.M.
Unplugged 1991-2001
RHINO, 2014

 

Texto: EDUARDO IZQUIERDO.

 

No es que R.E.M. amenazaran con comerse el mundo, es que en 1991 ya se lo habían comido. El grupo integrado por Michael Stipe a la voz, Peter Buck a las guitarras, Mike Mills al bajo y Bill Berry a la batería llevaba tiempo advirtiendo de ello. Desde sus inicios en su Athens natal, con el nombre de Twisted Kites, hasta el 10 de abril de 1991, fecha en la que va a arrancar de facto esta reseña, habían pasado muchas cosas.

R.E.M. habían sido considerados los adalides del rock alternativo norteamericano. Discos como “Murmur” (1983) con la eterna “Radio free Europe”, “Reckoning” (1984), “Fables of reconstruction” (1985) o “Lifes rich pageant” (1986), no solo los habían puesto en el mapa, sino que los confirmaban como ejemplo de integridad y originalidad. Aunque quedaba lo más difícil. El salto mediático. Y ese iba a empezar a apuntalarse en 1987, con la publicación de “Document”, disco que, por cierto, servía para cerrar su etapa en IRS y fichar por Warner. La manera de despedirse fue apabullante y los críticos no dudaron en dar al trabajo sus máximas puntuaciones. Algo que se repetiría un año después con el fantástico “Green” y que acabaría poniéndolo todo patas arriba cuando el 19 de febrero de 1991 lanzan al mercado ‘Losing my religion’, el adelanto de su nuevo trabajo, “Out of time”. Un tema que su discográfica no veía claro como single. Dios les conserve la vista y el oído. Porque todo salta por los aires alrededor del grupo. Las revistas especializadas lo ponen por las nubes y la canción se convierte en un clásico ipso facto.

Con esos antecedentes eran un caramelito demasiado dulce para ese MTV Unplugged que había empezado a emitirse en 1989, y cuya idea había sido originada por una actuación en acústico de Jon Bon Jovi y Rictchie Sambora presentando los premios de la cadena televisiva que dará nombre al programa ese mismo año. El 10 de abril de 1991, R.E.M. entrarán en los Chelsea Studios de Nueva York para, ante una pequeña representación de fans, registrar su concierto acústico. Una grabación que, por cierto, no verá la luz en formato disco hasta 2014.

 

Larga grabación, breve emisión

Los cuatro músicos titulares se presentarán con el eterno quinto miembro, Peter Holsapple, para desgranar básicamente las canciones de “Out of time” pero, también, para aprovechar la coyuntura y dar una pequeña muestra de su histórico repertorio a aquellos jóvenes que acaban de descubrir su música gracias a las emisoras de radio y a ‘Losing my religion’. Graban diecisiete canciones, aunque en el programa original aparecerán poco más de la mitad, cambiadas de orden. Aquí seguiremos el orden real del concierto.

Hasta seis piezas de “Out of time” protagonizarán la velada. La primera de ellas es una magnífica revisión del ya de por sí acústico ‘Half a world away’. Después nos vamos hasta “Document”, con la mejor versión que han hecho nunca de ‘Disturbance at the Heron House’, superior incluso a la grabada en disco, para regresar a su último acetato con una sorprendente ‘Radio song’ y la oscura ‘Low’. ‘Perfect circle’ es perfecta para introducirnos en Murmur, y ‘Fall on me’ de “Lifes rich pageant” se convierte en uno de los grandes momentos de la noche con un Mike Mills simplemente maravilloso a los coros.

Stipe ya se ha hecho, sin quererlo, el amo del cotarro. Aparece sentado en su taburete, con las manos agarradas entre sus piernas, ataviado con un sombrero redondo y sus pantalones remangados por encima de las rodillas. Su magnetismo es indiscutible y su rotundidad vocal cuando encara ‘Belong’, otro tema de “Out of time”, no hace sino confirmarlo. La sorpresa de la noche llega con la inclusión en el set de ‘Love is all around’, el tema de The Troggs. El fantástico arreglo instrumental servirá a Wet Wet Wet, tres años más tarde, para conseguir un gran éxito, aunque es en el juego de voces entre Mills y Stipe donde está el verdadero diamante de la interpretación.

‘It’s the end of the world as we know it (and I feel fine)’ de Murmur sorprende a muchos por desconocimiento, pero la canción pierde algo de fuerza en su interpretación acústica, aunque el grupo salva la papeleta. Todo se olvida cuando la mandolina de Peter Buck coge el protagonismo para anunciar ‘Losing my religion’. La cosa se viene abajo.

Falta presentarnos a “Green”, y de ello se encarga la siempre efectiva ‘Pop song 89’, que da pie a la rentré de “Out of time” con ‘Endgame’. Recta final y quizá la parte menos esperada del show. ‘Fretless’ se rescata de la banda sonora de la película “Until the end of the world”, ‘Swan swan H’ de “Lifes rich pageant” y ‘Rotary eleven’ de la cara B del single en el que aparece ‘Losing my religion’. Para el final, colofón con dos temazos de Green: ‘Get up’ y la eterna ‘World leader pretend’. Campana y se acabó. R.E.M. acaban de grabar el que para un servidor es el mejor “Unplugged” de toda la serie emitida. Y, además, iban a repetir.

 

Segunda ronda

El 21 de mayo de 2001 regresan a un estudio para grabar otro “Unplugged” para la cadena. Será en los TRL también de Nueva York. Lo harán sin Bill Berry, que ha abandonado el proyecto, y acompañados de sus amigos Scott McCaughey, Ken Stringfellow y Joey Waronker. Quizá la inclusión de su disco más reciente, el menor “Reveal”, hace que el concierto no alcance las cotas de su predecesor. Dieciséis canciones de las que solo ‘Losing my religion’ repetirá en el repertorio desde su anterior visita. Incluso escogerán, representando también “Out of time”, una de las pocas canciones que descartaron diez años antes, ‘Country feedback’ en la que, por sorpresa, colarán unas líneas de ‘Like a rolling stone’ de Bob Dylan. La magia no es la misma, pero el concierto es una muestra del excelente grupo que seguía siendo R.E.M. Entonces ellos no lo sabían, pero solo iban a lanzar tres discos más en estudio después de aquel concierto. Encarando los últimos diez años de su existencia.

En 2014, con el grupo ya desaparecido, Rhino decide solucionar un error histórico y pone en circulación, de manera conjunta, los dos MTV Unplugged de R.E.M. Y aunque en la edición se echa de menos algo más de información, algo habitual en muchos discos de la banda, el contenido musical es simplemente indispensable.

 

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