No han pasado ni nueve meses desde que Coque Malla cerró por todo lo alto la gira de Irrepetible (Warner, 2017), y el músico madrileño ya está de vuelta. Con su primer Goya bajo el brazo —por “Este es el momento”, de la banda sonora de la película Campeones—, ha gestado el que será su sexto disco de estudio en solitario, un trabajo que verá la luz el próximo octubre con un sugerente título entre interrogantes: ¿Revolución? Tras él se hallan diez canciones en las que ha invertido casi un año de trabajo, que ha grabado en su refugio favorito, los estudios Black Betty, en una producción a tres bandas que ha compartido con su hombre de confianza, Jose Nortes y su guitarrista habitual, Toni Brunet.
Tres años después del impactante El último hombre en la tierra, un disco orquestal de hechuras clásicas, Malla se cambia de traje y advierte que regresa más «bailongo» que nunca. Un giro de timón que deja claro en su primer single, “Un lazo rojo, un agujero”. Un tema explosivamente funk que bebe del ritmo rompepistas de los años setenta, empujado por los metales y las cuerdas, y envuelto en una producción moderna y sofisticada, en la onda de la música que le ha acompañado últimamente, entre la que se encuentran discos de Daft Punk o Bruno Mars. Así, entregado a una de sus grandes pasiones, el baile, Coque ha logrado deslizarse con suavidad hacia otro terreno que no había explorado aún en solitario, el rap, para el que ha contado con la colaboración de Kase. O, uno de los principales embajadores del género. Entre estribillo y estribillo, ambos se han marcado un rap a dos voces en el que consiguen justo lo que cantan: que la bomba estalle.
Así es «Un lazo rojo, un agujero», lo nuevo de Coque Malla con Kase O.