“Emancipado de ejercer como colega y amigo del público y su fatal manía de que el artista sea gracioso, buscó el corazón de sus tonadas, rubricó fogonazos de América en rojo y negro, y cuajó dos horas de incandescente poesía”
El músico estadounidense desfila por el gusano neoyorquino de Julio Valdeón por el directo “Schottenstein Center, OH 2005”, que estará en las tiendas desde el día 12, y por el cierre de los míticos estudios donde grabó “The river”.
Una sección de JULIO VALDEÓN.
– 26 de septiembre
Bruce Springsteen publica el concierto del 31 de julio de 2005 en Columbia (Ohio), perteneciente a la gira «Devils & dust». Un tour acústico, él solo con una docena de instrumentos (guitarras acústica y eléctrica, piano, mandolina, dobro, ukelele, etc.), que le llevó a reinterpretar, a veces de forma radicalmente distinta, una buena porción de su inmenso repertorio. Fui testigo de uno de aquellos conciertos, en Nueva Jersey, y atesoro su recuerdo como quien mece en la oscuridad un sueño viejo y precioso. He visto montones de conciertos de Springsteen. Pocas veces sus canciones aparecieron ante mí con la soterrada furia que emanaba de aquel escenario. Emancipado de ejercer como colega y amigo del público y su fatal manía de que el artista sea gracioso, buscó el corazón de sus tonadas, rubricó fogonazos de América en rojo y negro, y cuajó dos horas de incandescente poesía. Imprescindible.
–30 de septiembre
Este diario del apocalipsis, versión musical, no deja de repartir bienaventuranzas. La penúltima, la venta de los Power Station, los legendarios estudios de grabación, rebautizados como Avatar Studios tras su venta a Chieko y Kirl Imakura, una pareja japonesa que compró el lugar después de que su fundador, Tony Bongiovi, terminara en la bancarrota. Los Imakura no tenían ni idea de lo que estaban adquiriendo, y veinte años después han decidido quitárselo de encima, pero mantuvieron el chiringuito abierto y en marcha durante dos décadas. Si posees «The river», de Springsteen (y deberías), contemplarás la azotea del estudio en la contraportada del disco. Su sonido cavernoso, cálido y amplio, también repta por los surcos de «Born in the USA», «Tatto you», «Like a virgin» y otras mil obras de David Bowie («Scary monsters), Vampire Weekend («Contra»), Roxy Music («Avalon»), Paul McCartney («New»), Dire Straits («Brothers in arms»), Bebo Valdés («Bebo de Cuba»), etc. Aunque los Imakura dicen que esperarán a que les llegue la oferta de alguien interesado en mantener vivo el estudio, pronostico una talegada de varias decenas de millones y su posterior transformación en lujoso complejo de apartamentos.
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Anterior entrega de Un gusano en la Gran Manzana: Más envoltorios, menos tiendas.