“Casi setecientas páginas escritas a ráfagas, brillantes como sus canciones y con ese esplendor antisentimental de un tipo que hizo de la pluma y la guitarra un fusil de repetición. Lejos de las evocaciones felices y el autobombo con el que a la mayoría de las estrellas les ha dado por transmitir el partido de su vida. Feroz, preciso y valiente”
El disco aniversario por el centenario de Frank Sinatra y las nuevas memorias de Elvis Costello acaparan la atención de Julio Valdeón, aunque por motivos bien distintos.
Una sección de JULIO VALDEÓN.
–13 de octubre
En el centenario del nacimiento de Frank Sinatra anuncian “Sinatra 100- An-all-star Grammy Concert”. Entre los primeros intérpretes, Garth Brooks, Tony Bennett, John Legend, Alicia Keys, Adam Levine, Carrie Underwood… Menudo tostón. Descontado el magisterio del bueno de Tony, huele al clásico homenaje por completo desconectado de la importancia y calidades del homenajeado. Con gente que, suponemos, respeta al artista, pero en los que resulta casi imposible encontrar la razón o raíces para que figuren en el cartel, más allá de que sean famosos (y horteras, la mayoría). Pero rara es la ocasión en que un concierto de este palo merece la pena.
–4 de octubre
Vuelvo de que el cirujano me abra la mandíbula, en el Mounte Sinaí, y medio grogui me refugio en “Unfaithful music & disappering ink”, las apabullantes memorias de Elvis Costello. Casi setecientas páginas escritas a ráfagas, brillantes como sus canciones y con ese esplendor antisentimental de un tipo que hizo de la pluma y la guitarra un fusil de repetición. Lejos de las evocaciones felices y el autobombo con el que a la mayoría de las estrellas les ha dado por transmitir el partido de su vida. Feroz, preciso y valiente. Importante. Uno de esos libros que recomendarás a cualquiera que le guste la música pero también la literatura, la buena literatura, y el gran periodismo, porque todo eso, vitaminado, dispara el hombre de gafas oscuras y tez pálida que homenajea a los hombres infieles y sus tristes canciones. Entre el abandono del padre y la reconciliación entre dos músicos, las meteduras de pata y los líos que montó en la televisión de EE.UU., las borracheras durante las entrevistas y el matrimonio infernal con Cait O’Riordan (bajista de los Pogues), las electrizantes colaboraciones con Paul McCartney o Allen Toussaint, el auge de la new wave o el descubrimiento del country, una historia insuperable y, por lo que llevo leído, uno de los mejores artefactos musicales que haya saboreado en años. Viene con disco doble, por si el festín fuera pequeño. Obligatorio.
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Anterior entrega de Un gusano en la Gran Manzana: Springsteen acústico.
