Un fuego azul, de Pedro Feijoo

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LIBROS

«Para los aficionados a esos libros que no puedes parar de leer, que pese a ser naturalistas y descarnados te atrapan, este, sin duda, será su libro del año»

 

Pedro Feijoo
Un fuego azul
EDICIONES B, 2020

 

Texto: CÉSAR PRIETO.

 

El Canto XII del Infierno de Dante retrata a los violentos contra el prójimo. Los homicidas, los asesinos y los torturadores reciben en él horrendos castigos. No es casual que el lema que abre la nueva novela del escritor gallego Pedro Feijoo sea un terceto del autor toscano: el nivel de sadismo que se escurre en su libro no tiene nada que envidiar a los círculos dantescos.

Estamos en Vigo, donde la Brigada de Investigación Criminal de su comisaría empieza a detectar la desaparición de personas mayores. El contrapunto que se establece entre capítulos narrados por el inspector y otros en tercera persona permite saber qué les está pasando a los ancianos. Son escenas de una crueldad inhumana y despiadada, que se recrea en sí misma. Tanto, que a veces el aire de un mal sueño, de un mal cuerpo, pasa frente al lector. No tanto por lo que les ocurre sino por la manera desgarradora y puntillista de narrarlo, focalizando en ellos, entrando en sus sensaciones. Notable para el estilo, si en otras páginas —sobre todo las narradas por el inspector—, no rebajase su potencia de lenguaje para ser claro y efectivo, casi —en algunos párrafos— propio de novela juvenil.

Establecido el ámbito delictivo, la novela recorre la costa de Vigo y no deja de acelerar las sorpresas, los giros de timón, la intriga. Ese mismo Vigo de las novelas de Domingo Villar, pero enfocado de forma diferente; si Villar tiene trazas de Simenon —pausado, reflexivo—, Pedro Feijoo sería Henning Mankell, en el que lo importante son las cosas que se callan.

Unos hechos para los que la novela se dirige al pasado en una retrospección que llega a los años 80. Grandes familias viguesas, bacanales, droga… Un entramado de traiciones y depravación que está conduciendo a lo que la Brigada Criminal observa y no comprende hasta ese final que ate todos los cabos. Para los aficionados a esos libros que no puedes parar de leer, que pese a ser naturalistas y descarnados te atrapan, este, sin duda, será su libro del año.

Anterior crítica de libros: La furia y los colores, de El Gran Wyoming.

 

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