Everyone’s getting involved: A tribute to Talking Heads’ stop making sense, de varios artistas

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DISCOS

«Con distintos resultados, pero una inequívoca vocación reverencial hacia el grupo y una intención de darlos a conocer a nuevas generaciones»

 

Varios Artistas
Everyone’s getting involved: A tribute to Talking Heads’ stop making sense

A24 / POPSTOCK!, 2024

 

Texto: XAVIER VALIÑO.

 

¡Vaya iconografía! La del traje gigante de David Byrne, pero también una de las más grandes películas musicales de la historia, probablemente la mejor filmación de un concierto. Jonathan Demme captó a Talking Heads con todos sus atributos visuales y rítmicos. A riesgo de rozar la hipérbole, se podría afirmar que, si hay que formar una banda, debería ser como Talking Heads; si esa banda tiene que tocar en directo, la cosa debería parecerse a los tres conciertos de la gira Speaking in tongues de 1984 que conforman el metraje de Stop making sense; y si uno va a querer filmarla, el resultado debería ser como esa película-disco-concierto.

El año pasado se reestrenó en cines y se presentó en el Festival de Toronto, con los cuatro componentes juntos por primera vez en una sala en veinte años. Ahora, continuando con la efeméride, se publica un álbum colectivo en la que artistas actuales recrean las dieciséis canciones de la película y de la reedición en disco de 1999, con distintos resultados, pero una inequívoca vocación reverencial hacia el grupo y una intención de darlos a conocer a nuevas generaciones con la aparición de, sin ir más lejos, Miley Cyrus, Girl in Red o Lorde.

Por destacar algunas, Kevin Abstract suma algo intangible a la ya de por sí inmejorable “Once in a lifetime”, Paramore atacan con convicción “Burning down the house”, Badbadnotgood hacen que Norah Jones suene más jovial que nunca en “This must be the place (Naive Melody)”, Chicano Batman latinizan junto a Money Mark “Crosseyed and painless”, The National hacen suyo “Heaven” y Él Mató a un Policía Motorizado reconvierten casi irreconociblemente al castellano “Slippery people”. Todos suman en esta adición al catálogo de Stop Making Sense que resulta una estupenda celebración de la vida. Y del poder de la mejor música.

Anterior crítica de discos: Luz, arena y llanto, de La Búsqueda.

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