DISCOS
«Su gusto por el espectro vintage se mantiene, retrotrayéndose en ocasiones hasta los sintetizadores ochenteros o alimentándose de las armonías de la era hippie»
Local Natives
Time will wait for no one
LOMA VISTA, 2023
Texto: SARA MORALES.
De los períodos de cambio personal, de las crisis de identidad incluso, se pueden extraer buenos resultados si se gestionan bien y ejercen de revulsivo. Parece que esto es lo que le ha ocurrido a la banda estadounidense con este quinto álbum, al haber sido concebido durante «un tiempo de metamorfosis» tal y como ellos mismos han definido durante su lanzamiento.
El cambio se intuye más personal que profesional, más individual que colectivo, pues los giros en el sonido no son demasiado evidentes respecto a aquel Gorilla manor, de 2009, con el que se colaron en la escena mundial. Su gusto por el espectro vintage se mantiene, retrotrayéndose en ocasiones hasta los sintetizadores ochenteros (“Featherweight”) o alimentándose de las armonías de la era hippie y de lo que vino inmediatamente después (“Just before the morning”). Sin embargo, el conjunto continúa sonando contemporáneo en esa una fusión de rock suave con alma indie, coqueteos psicodélicos y cierto rastro jazz, con la voz en falsete de Taylor Rice que, madurada con los años y menos estridente, acompaña el compás de pasajes que también pueden acercarse al pospunk.
Y todavía les queda batalla por librar para llegar a acercarse al sino de Arcade Fire, Fleet Foxes o Vampire Weekend, con quienes se les compara, pero, desde luego, este es el camino.
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Anterior crítica de discos: Pieces of treasure, de Rickie Lee Jones.