«Freddie Mercury era mejor cantante que yo, que soy más de improvisación. Él era más preciso»
El legendario componente de Smile, banda antesala de los futuros Queen, ha pasado por Barcelona para grabar su tercer disco en solitario. Hasta allí se desplazó Carlos H. Vázquez para escuchar algunas canciones nuevas y algunas historias «viejas» de su relación con Brian May, Rober Taylor y Freddie Mercury.
Texto y fotos: CARLOS H. VÁZQUEZ.
En un pequeño estudio de Barcelona Tim Staffell está grabando su nuevo disco con una nueva banda. Con él, su hijo Andrew y Óscar (el productor) se encargan de las labores sonoras de este tercer trabajo, Margins, después de aMIGO (Amigo Records, 2003) y Two late (Strike Back Records, 2009). Se permite la audición de tres temas que están todavía por mezclar, pero lo que suena ya aventura que será diferente a lo escuchado en su discografía.
La cita con el músico británico es a las cuatro de la tarde. Se le lleva una botella de Priorat como obsequio y acaba siendo vertida en copas para todos (se dará buena cuenta del caldo a lo largo de toda la entrevista). Tim agradece el gesto con amabilidad. Si uno le viera por la calle y no estuviera muy puesto en el tema, jamás diría que Tim Staffell fue el fundador de Smile con Brian May y Roger Taylor, un poco antes de la aparición de Freddie Mercury y por consiguiente de Queen.
Amigos Sci-Fi
Si había concierto de Smile —esto se puede ver en la película Bohemian rhapsody (Bryan Singer/Dexter Fletcher, 2018)—, con toda probabilidad Freddie estaría en el público. Tim no tardaría en darse cuenta de que Freddie se iba a llevar muy bien con Brian y Roger, como así fue. Mientras tanto, el protagonista de esta historia ya pensaba en el blues y en Bob Dylan. «En 1971, justo después de dejar Smile, me fui a Estados Unidos. Allí estuve durante cuatro meses e hice bastantes conciertos. Al mismo tiempo, descubro lo que está haciendo Ry Cooder, que actualiza canciones de blues. Muchas de ellas eran religiosas y sentí que eso era lo que quería hacer. Volví a Inglaterra y estuve tocando un poco», empieza contando Tim Staffell, que destaca la influencia norteamericana, «más jazzística y más improvisada», en su discografía. Lo avisa: «Si escuchas la música que hago ahora, probablemente tenga un fundamento más estadounidense. No es una copia, pero es menos teatral que el tipo de música basada en el Reino Unido».
A pesar de haber asistido a la misma universidad (y estudiar los dos Diseño), Tim y Freddie Mercury funcionaban —cada cual— a su ritmo. «La voz de Freddie era más refinada, más dulce que la mía, que es una voz más áspera», compara Tim. «A veces pienso que mi voz es más poderosa, pero la de Freddie era pura. Creo que soy un cantante de blues más fuerte. Mi voz, a mis setenta y tres años, me permite cantar con bastante fuerza. Pero Freddie era mejor cantante que yo, que soy más de improvisación, al contrario que él, que era más preciso», describe.
Antes de Smile, la primera banda «seria» de Tim Staffell fue con Brian May y se llamaba 1984, nombre en efecto basado en la novela de George Orwell. «Me metí cuando era joven, tal vez a los catorce o a los quince años. Brian y yo éramos amigos de la escuela secundaria. Él tocaba la guitarra, recuerdo, y existían dos bandas en la escuela: 1984 y The Others. Había cierta competencia», señala Tim, tipo bonachón que lleva una camiseta de Fender. De hecho, posará para la foto con una guitarra de la misma casa, en concreto una Squier Classic Vibe. «Brian y yo éramos amigos en la escuela e íbamos uno a casa del otro. Nos gustaba la ciencia-ficción. Bueno, todavía nos gusta. Estábamos interesados en la astronomía, hablábamos mucho de ella, y él se lo tomaba muy en serio».
«Justo antes de la pandemia, Paul Stewart y yo hicimos otro álbum que está disponible en Londres»
La copa se vuelve a llenar del vino catalán. «Paul Stewart, de The Others, ha estado por aquí los últimos dos días metiendo coros para el próximo disco», dice Tim. Después de casi sesenta años, Stewart y él siguen en contacto y trabajan juntos, algo de lo que se alegra. Sin ir más lejos, ahí queda constancia de la relación entre estos dos músicos con el blues “Wrong place, wrong time” y otras colaboraciones, tanto en directo como en el estudio. «Justo antes de la pandemia, Paul Stewart y yo hicimos otro álbum que está disponible en Londres». Se refiere a How high?, donde precisamente aparece “Wrong place, wrong time” junto a otras: “Jazz gin & blues”, “Walkin’ the dog”, “Salome”, “What’s wrong with me?”, “Rockman”, “Low rent blues”… En total, catorce cortes entre versiones (“Spoonful”, “Just wanna make love 2 U”, “Statesboro’ Blues”…) y temas propios, grabados en los Spiral Wave Studios de Brighton, y un par de canciones más en directo en The Brunswick (“Redwood league” y “Sudden moves”). «He hablado con él hace veinte minutos», recalca Tim Staffell acerca de Stewart. «La principal diferencia entre The Others y las otras bandas con 1984 es que éramos una banda de covers».
A este lado (B) del disco
Los Smile ficharon por Mercury Records en 1969 y lanzaron un single con “Earth” en la cara A y “Step on me” en la cara B, pero sin apenas repercusión en Estados Unidos. Critica Tim que en aquellos días, en Inglaterra, los padres, los profesores y las autoridades no estaban muy contentos con aquella música de rock and roll. «Fueron muy críticos y así era bastante difícil tener la suficiente confianza en lo que uno estaba haciendo. Encontré que en Estados Unidos todo era diferente, que se fomentaba la música, mientras que en el Reino Unido todo era más desalentador».
En 1982 se publicaba en Japón, y a posteriori, el epé Gettin’ smile (Mercury, 1982) —acción que no hizo mucha gracia en Queen— con seis temas: “Doin’ alright”, “Blag”, “April lady”, “Polar bear”, “Earth” y “Step on me”. Las producciones de las canciones corresponden a John Anthony y Fritz Freyer, muy diferentes entre sí para Tim Staffell. Anthony era británico y Freyer americano. «John Anthony trabajó con nosotros en el material original de Smile en los Trident Studios. Luego, con Fritz Freyer grabamos en los De Lane Lea Studios». Sobre la edición japonesa, reconoce que es una rareza muy cotizada en el mercado del bootleg. Él, claro está, conserva una copia.
Pasando por alto el disgusto de Queen, cabría hablar, para empezar, de “Polar bear”, que fue versionada por la banda de Freddie Mercury, igual que “Silver salmon”, compuesta por Tim Staffell en Smile y grabada por Queen, aunque de manera extraoficial. La primera versión de la historia atribuye esta demo a las sesiones de News of the world (EMI, 1977), pero la otra historia habla de las tomas del primer elepé del grupo, Queen (EMI, 1973), por las similitudes del riff de “Liar” con el de “Silver salmon” y por la cercanía con “Doin’ alright”, también incluida en el disco debut de Queen.
Tim rescató para aMIGO “Earth” y “Doin’ alright”, ambas piezas a dúo con Brian May. No en vano, “Doin’ alright” suena en la banda sonora de Bohemian rhapsody. «Brian me llamó por teléfono y me contó lo que estaban haciendo y que iban a hacer algo con Smile, aunque era una pequeña parte: “El actor que te interpreta, Jack Roth, no llega a hacerlo como tú. ¿Te gustaría venir y probar a cantar?”. Ahora tengo setenta y tres años y entonces tenía veinte, pero lo quería intentar. Así que fui a Abbey Road. Me dieron un bajo y me pidieron que, por favor, lo tocara también. Solo dura dos minutos, pero son mi bajo y mi voz». Los nombres de Tim Staffell y Mike Moran (por supuesto también David Bowie) son los únicos acreditados —al margen del grupo— en la discografía de Queen.
Caso aparte es el de “See what a fool I’ve been”, una composición de Brian May inspirada en un blues que en realidad es del tiempo de 1984. Se publicó en febrero de 1974 como cara B (el reverso lo ocupaba “Seven seas of Rhye”).
Ante todo, vino y música
Tras 1984, Smile y el periplo americano, Tim entra en Morgan, la banda del teclista de Mott The Hoople Morgan Fisher. Además de sus propios trabajos, Morgan ha sido una actividad reciente para Staffell sobre todo en lo que a giras respecta, ya que los conciertos por Europa y el fichaje por el departamento italiano de RCA mantuvo en la brecha a la banda, publicando dos álbumes en Italia: Nova Solis (RCA, 1972) y Brown out (RCA, 1974). En Nova Solis, por cierto, hay una revisión prog del “Earth” de Smile. Tim tiene buen recuerdo de aquello, aunque fuera «muy loco», porque también aprendió a adquirir conocimientos y habilidades en la composición que sigue aplicando hoy día, en Barcelona y en el año 2021.
Enseña Tim la funda de su guitarra con el logo de Smile, una boca sonriente con un brillito dorado en la dentadura. Se parece un poco al logo de los Rolling Stones, pero no tiene nada que ver. Staffell desvela el secreto: «Es una ironía. Cuando buscábamos un promotor nos encontramos con gente muy poco seria. Hay una fachada, pero detrás hay un gerente que se está llevando todo el dinero». Sabe Staffell cuál es su lugar de músico. Su tono no es tan efusivo: «Supongo que si crees que vale la pena dedicarle mucho tiempo a hacer tu música, probablemente no tendrás el tiempo suficiente para concentrarte en la promoción». Entonces, prosigue, toca delegar en otra persona, y ahí se produce el trato: «Y tienes que aceptarlo. Tradicionalmente, quien te lo gestionaba se llevaba la tajada más grande. Por eso me financio yo mismo los discos».
Es sabedor de las limitaciones que la autofinanciación conlleva, pero le parece bien, porque, asegura, la música es aún más importante: «He venido a Barcelona para hacer este nuevo álbum porque es importante creer en tus propias aventuras». Ahora regresa al optimismo. Le viene a la memoria aquel concierto del 22 de diciembre del 92 en The Marquee Club con The Cross, la banda paralela de Roger Taylor, que al tratarse de una ocasión especial invitó a Brian May a tocar con Tim “Earh” y “If I was a carpenter” en lo que fue la esporádica reunión de Smile. El vino ya no es líquido sino sentimiento de exaltación. Y se hace un último brindis por el rock and roll.
