DISCOS
«Buena parte de sus canciones grabadas en los legendarios estudios Sun de Sam Phillips, donde Elvis Presley comenzó hace ya casi 70 años»
Kevin Morby
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DEAD OCEANS-POPSTOCK!
Texto: XAVIER VALIÑO.
«Ya no los hacen así», asegura Kevin Morby en “Goodbye to good times”, una elegía conmovedora por algunos de los nombres sagrados del rock. Tenía que hacerla precisamente él, quien ha ido construyendo una carrera segura, paso a paso, como uno de los mayores y mejores estandartes del rock más clásico. Y su séptimo disco viene a confirmarlo, con buena parte de sus canciones grabadas en los legendarios estudios Sun de Sam Phillips, donde Elvis Presley comenzó hace ya casi 70 años. Alojado temporalmente en Memphis, Morby visitaba Graceland y seguía los pasos de otros ídolos suyos que por allí pasaron, como Jeff Buckley, Jay Reatard o leyendas del sello Stax, para luego componer sus canciones en el hotel.
Sin embargo, el origen del disco tuvo lugar en su casa, cuando su padre se desvaneció delante de él y tuvo que ser llevado a urgencias. Una foto de su padre joven y confiado que encontró esa noche fue el punto de partida para estas canciones sobre la «batalla que enfrenta cada familia, la de perseguir el reloj, vivir nuestras vidas y aferrarnos unos a otros durante el mayor tiempo posible. Eso, y los sueños que vienen con el hecho de ser una familia joven en Estados Unidos y dónde terminan esos sueños». Reed, Cohen o Dylan están en su ADN, traduciéndose en canciones que continúan su tradición, como un vigoroso “Rock bottom”, el lamento de “Disappearing” o el tema que dedica a su pareja, “Stop before I cry”. Exacto, ya no los hay así.
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Anterior crítica de discos: Mr. Morale & The Big Steppers, de Kendrick Lamar.
