DISCOS
“No va a gustar a nadie que suspire por épocas pasadas, pero va a contentar a todos los que llenaron los estadios en el último tour”.
Bon Jovi
“This house is not for sale”
UNIVERSAL
Texto: JUANJO ORDÁS.
Criticar a Bon Jovi parece una actividad deportiva como otra cualquiera. El grupo se lleva palos lo hagan bien o lo hagan mal, de hecho parece que cuesta cada vez más reconocerles sus aciertos. Bon Jovi siempre han sido una banda guiada por la moda, se iniciaron al calor del rock melódico que en los ochenta partía la pana, sobrevivieron a los noventa poniendo oídos en la radio y actualmente hacen lo mismo. Pero Bon Jovi nacieron como creadores de canciones pegadizas y Jon Bon Jovi no ha traicionado esa premisa jamás. Su compromiso ha sido siempre con las masas y lo ha mantenido. Es cierto que son muchas las objeciones que se le pueden poner a su carrera, pero la falta de pureza no es una de ellas, porque Jon no ha vendido nunca de eso.
La actualidad de Bon Jovi es neutra y solo su líder decidirá si acaba por ser excitante o aburrida. Por lo pronto, “This house is not for sale” es el primer disco del grupo sin Richie Sambora, y el experimento no ha salido mal. Sambora era en gran proporción el alma de Bon Jovi, el tipo de la guitarra blues que en muchas ocasiones visitaba las canciones, el de los coros de oro, y encima carismático. Pero no hay que negarle a Jon sus méritos: es un superviviente, cuando quiere canta de cojones y si no pierde el norte queriendo imitar lo que en ese momento le guste, sabe perfectamente cuál es su trabajo. Además, es inteligente. Por eso mismo sorprendía que tras la marcha de Sambora no hubiera hecho movimientos más inteligentes. El repertorio de los conciertos no sorprendía, no actuaba como el buen frontman que es cuando quiere y bajaba los tonos. Incluso los otros músicos del grupo parecían cohibidos cuando lo mejor habría sido darles manga ancha en el escenario y que se lo recorrieran de cabo a rabo por el bien del show (un error que Axl Rose nunca ha cometido, por cierto).
“This house is not for sale” sigue la línea de “What about now”, es decir, rock pop elevado a su máxima expresión. No va a gustar a nadie que suspire por épocas pasadas, pero va a contentar a todos los que llenaron los estadios en el último tour. Es de suponer que la idea es seguir sonando a producto de hoy, mantener el alma lo más intacta posible y arañar nuevos fans. Sin duda, una canción como ‘Born again tomorrow’ parece compuesta para poner música a los probadores de ropa, pero cuando Bon Jovi dejan de preocuparse por la mascarilla, se ponen la camiseta y echan carne a la barbacoa la cosa funciona y consiguen cosas como ‘Knockout’ o la propia ‘This house is not for sale’, con un punto grisáceo que no disimula arrugas, ni canas. Cuando actúan como padres cool, molan. ‘Roller coaster’ trae buenas vibraciones, la romanticona ‘Labour of love’ cuaja, ‘New year’s day’ también. Obviamente a estas alturas Jon no tiene que demostrar nada a nadie: es quien es, hace lo que hace y su negocio sigue en marcha. Pero quizá este puñado de buenas canciones puedan ser las semillas de un reinicio que recuerde al mundo que pasarlo bien es una tarea digna de la que todos deberíamos ocuparnos. Lo tiene al alcance de su mano, solo él puede volver a abrir la puerta del parque de atracciones.
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Anterior crítica de discos: “Sonido Joanic”, de Los Retrovisores.
