The Who fue una banda que siempre tuvo claro que el espectáculo que ofrecía sobre el escenario era tan importante como la música que interpretaba. Por eso, destrozaban su equipo en cada concierto tras el último bis. Por eso Roger Daltrey volteaba su micrófono, Pete Townshend hacía el remolino con su brazo, Keith Moon ponía cara de loco mientras tocaba su batería y, por eso, aunque parezca una contradicción, John Entwistle permanecía casi inerte durante todo el show. Esta preocupación por la imagen, fue la que convirtió a The Who en pioneros de la producción de documentales de rock. Se han reeditado en DVD dos de los títulos básicos de su filmografía: The kids are alright y Thirty years of maximum R&B, una buena ocasión para descubrir los secretos de estos documentos visuales.
Texto: ÀLEX ORÓ.
No sé en qué estarían pensando The Who cuando se dejaron fotografiar envueltos en una bandera británica como si estuvieran durmiendo la mona después de una noche loca (nadie nos asegura que no fuera así). Esta imagen, tan desfavorecedora para unos y tan ilustrativa de una época para otros, fue tomada en la primera mitad de lo sesenta y utilizada como reclamo de la película The kids are alright, dirigida por Jeff Stein y estrenada, nada más y nada menos, que en el festival de Cannes de 1979.
Jeff Stein era un joven fan de The Who que había publicado un libro de fotografías de la gira americana de 1971 de la banda de Townshend y compañía. El guitarrista y Stein se encontraron en 1975 en el estreno de Tommy en Nueva York. Allí Stein se dio cuenta de que los nuevos fans de The Who no conocían la historia del grupo, su primigenia vinculación al movimiento mod y su posterior y salvaje evolución hasta convertirse en una banda capaz de abarrotar estadios. Fue entonces cuando le propuso a Townshend rodar un documental sobre la historia del grupo. Su idea era conseguir el máximo posible de antiguos documentos visuales de la banda que mostraran a las nuevas generaciones todas esas canciones que el grupo se había hartado de tocar en directo. En un primer momento, el guitarra larguirucho rechazó la propuesta de Stein pero tras un corto periodo de reflexión junto a Bill Curbishley, manager del grupo, aceptó el reto.
Stein inició un lento pero preciso trabajo de arqueología. Buscó en los archivos de las televisiones de medio mundo imágenes de playbacks, directos y entrevistas a The Who. No obstante, antes de dar la aprobación definitiva al proyecto, pidieron que Stein les mostrará parte del material. El que sería el director de The kids are alright editó diecisiete minutos de imágenes obtenidos de los archivos de las televisiones norteamericanas y organizó un pase para Townhsend, Daltrey, Moon, Entwistle y sus respectivas esposas. Stein se quedó pasmado cuando durante la proyección, el guitarra de The Who se partía de risa en el suelo, mientras que la esposa de Daltrey rió tan fuerte que se dio un cabezazo contra una mesa. No había duda, el material era de primera y merecía la pena que fuera recuperado. Se pactó que las viejas filmaciones irían acompañadas de rodajes contemporáneos de conciertos y sesiones de grabación.
UNA SELECCIÓN IMPONENTE
Además del material de las televisiones norteamericanas, Stein consiguió material fílmico en Gran Bretaña, Noruega, Australia, Suecia, Finlandia y Francia al que se le sumó imágenes de la película sobre el festival de Woodstock y material casero grabado con cámaras de 8 mm.
Así, en The kids are alright podemos encontrar una demoledora versión de “My Generation” procedente del programa de la CBS Smothers Brothers Show en 1967 y la no menos tremebunda versión que tocaron en Woodstock dos años después junto a “Pinball wizard”, “Sparks” y “See me, feel me”.
En la película también se añadió, por ejemplo, la interpretación de “A quick one, while he’s away”, que se rodó para ser incluida en Rock and Roll Circus, la película que los Stones rodaron en 1968 pero que mantuvieron inédita durante años. Existe una leyenda urbana que afirma que Jagger y compañía no se atrevieron a explotarla comercialmente porque The Who los dejaron a la altura del betún. Puede que esta historia no sea cierta, aunque sí plausible viendo la intensidad con la que toca el cuarteto de Shephards Bush.
Entre el material más reciente están canciones como “Baba O’Riley” o “Won’t get get fooled again”, rodadas especialmente para la película en los estudios británicos Shepperton en mayo del 78. Entre las escenas nuevas del film hay una que destaca por su espontaneidad: la versión del clásico del surf “Barbara Ann”. Stein se presentó con sus cámaras en los estudios y el grupo no había preparado nada. Townshend le preguntó al director qué canción quería que tocaran. El hombre se quedó atónito. The Who le pedían a él, un fan, qué tema quisiera oír de su grupo favorito. Tras pensárselo unos segundos balbuceó “Barbara Ann”. The Who se pusieron manos a la obra, ensayaron un rato y, Keith Moon, adoptó por primera y última vez el papel de cantante solista. Es, sin duda, uno de los momentos mágicos de la película, como también lo son las entrevistas televisivas que acompañan a las canciones. En ellas podemos ver a un grupo de jóvenes con muchas ganas de pasarlo bien y putear todo lo que pudieran a los presentadores.
The kids are alright sentó un precedente en los documentales sobre grupos de rock. Hubo un antes y un después de esta película y aunque The Who han producido otros films parecidos, no consiguieron unos resultados tan mágicos y frescos como con The kids are alright.
30 years of maximum R&B es el segundo DVD que estos días reedita Universal. Es un compendio de grabaciones en directo y entrevistas a Entwistle, Daltrey y Townshend (Moon murió poco antes del estreno de The kids are alright). Fue editado originalmente en 1994, coincidiendo con el lanzamiento de la caja de cuatro CDs del mismo título. Es otra acta notarial que muestra la fuerza de uno de los grupos más iconoclastas de la historia del rock. Ofrecer un espectáculo sónico de primera al tiempo que se sembraba el caos era la máxima del grupo era el “maximum R&B”. Un espectáculo que en España no se pudo ver nunca, por lo que merece la pena hacerse con estos dos documentos visuales de primer nivel.
The kids are alright y 30 years of maximum R&B están editados en DVD por Universal.