DISCOS
«Regresan donde lo habían dejado, con melodías onduladas, atmosféricas y granuladas»
Doves
The universal want
Heavenly/Virgin-EMI, 2020
Texto: XAVIER VALIÑO.
Al ritmo vertiginoso que se mueve todo, podría parecer que después de once años nadie se acuerda de Doves. El grupo de Manchester, que empezó como Sub Sub, dedicado al baile, y luego transmutó en una de las mejores bandas del rock británico de principios de siglo (cuatro discos en nueve años), parecía haberse esfumado. Su líder, Jimi Goodwin, editó su debut Odludek en 2014 y Jez y Andy Williams formaron Black Rivers.
Tras el reencuentro para varios conciertos el año pasado, regresan donde lo habían dejado, con melodías onduladas, atmosféricas y granuladas, que avanzan con la contribución de Tony Allen o el afrobeat de “Mother silver lake”. Liberados de expectativas y presiones, su experiencia contribuye a que las canciones expresen tanta desesperación como esperanza en rotundos momentos marca de la casa como “Prisoners”.
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Anterior crítica de discos: High, de The Blue Nile.
