«Los Beatles son los maestros y pioneros de todo y no puedes huir de su influencia, es más, yo hago música por esos tíos, pero me parece un error quedarse estancado en el sonido de una determinada época, a no ser que seas una banda con claras intenciones revivalistas, que no es nuestro caso»
Fausto Martín, una de las cabezas visibles de los tristemente desaparecidos The Winnerys, encabeza a The Riffbackers, una banda cargada de melodías redondas y guitarras poderosas. Por lo pronto han grabado uno de los discos más impactantes de 2009: «The Curtain Shop And Alterations», resgitrado artesanalmente —prácticamente en casa— y autoeditado… Ahora salen a la carretera, a defenderlo sobre las tablas. Si pasan cerca de casa no lo duden: ¡vayan a verles!
Texto: J.F. LEÓN.
Fausto, con el álbum de debut de Riffbackers estás cosechando muy buenas críticas, incluso algunos blogs de power pop te han colocado entre lo mejor del año. Supongo que sienta estupendamente después de lanzarte a una aventura en solitario.
Bueno, antes de nada quería dejar claro que no se trata de una aventura en solitario, se trata de un proyecto conjunto entre Nacho García y yo. Nacho fue batería en la segunda etapa de los Winnerys y la idea del nuevo grupo nació de las ganas que teníamos ambos de seguir haciendo música juntos; tenemos gustos y formas de pensar muy parecidos, aparte de ser buenos amigos. La verdad es que hasta ahora todas las críticas y comentarios aparecidos en blogs, foros, tiendas on-line donde se vende el disco, etc., están siendo muy positivas y como tú bien dices nos está sentando estupendamente, y nos da cada vez más energía, las once canciones, la producción, la estética y fotos del digipack, todo está gustando mucho.
Ya que los mencionas, aquí encontramos al mismo Fausto de los Winnerys —en canciones como ‘After All These Years’—, pero también a otro más guitarrero que parecía no tener hueco en tu anterior banda…
Evidentemente las comparaciones y similitudes son inevitables ya que yo era la mitad del equipo compositor de Winnerys, así que es lógico que haya un estilo similar en algunas canciones. Donde sí se puede apreciar una clara diferencia es en el tipo de producción de los Riffbackers. Es el primer álbum donde me encargo en solitario de la producción y he querido que «The Curtain Shop and Alterations» sea un disco de rock and roll y power pop. Para mí ha sido muy importante cuidar el sonido de las guitarras y la batería y el plano que tienen en la mezcla. Con lo cual hay canciones en el álbum que suenan muy poderosas, supongo que te refieres a eso.
Si ya con «Daily Urban Times» os liberasteis de cierta presión beatle, en este trabajo has avanzado un paso en esa dirección. ¿Es una huída o algo natural?
Es una evolución natural, para mí los Beatles son los maestros y pioneros de todo esto y no puedes huir de su influencia, es más, yo hago música por esos tíos, pero me parece un error quedarse estancado en el sonido de una determinada época, a no ser que seas una banda con claras intenciones revivalistas, cosa que no es nuestro caso. La producción del álbum no me la planteé como una huida de nada anterior, simplemente The Riffbackers es una nueva banda con su propio sonido.
Parece que la influencia beatle pasó de ser una bendición a una losa…
Lo que ocurrió es que el tipo de producción de Winnerys estaba más influido por la década de los sesenta, las armonías vocales estaban muy presentes en el sonido y aunque había canciones con un estilo muy beatle en nuestros dos LPs había otras que se apartaban bastante de esa onda. Desde el principio lo más sencillo fue etiquetarnos como beatlelianos, afortunadamente también hubo público y críticos que supieron ver otras influencias.
Quizá sea más sencillo ver esas otras influencias en los Riffbackers: alguna guitarra muy Who y en ‘Make Yourself At Home’, que parece un tributo a Nick Lowe y que supongo que es otra de tus influencias.
Los sonidos y bandas de los setenta son mi principal influencia a la hora de componer y las canciones de este álbum beben de los Who de mediados de la década, de los grupos pioneros del power pop como Raspberries, Badfinger, Cheap Trick, de los discos de McCartney de los primeros 70 y las bandas que nacieron en ese momento y siguieron en los ochenta como The Knack, Paul Collins’ Beat, Records, Squeeze y entre ellas Rockpile. ‘Make Yourself At Home’ es un rock’n’roll al más puro estilo de Rockpile, y en especial a Dave Edmunds. Edmunds y Nick Lowe me parecen dos figuras fundamentales en el pop-rock inglés y han influido en mi forma de tocar y componer, Nick Lowe sigue haciendo unos discos increíbles.
Estáis empezando a girar y os acompaña Octavio Vinck, que también colaboró en el disco. ¿Podríamos decir que es casi un Riffbacker más?
Desde luego, al principio del proyecto tanto Nacho como yo pensamos en Octavio como el guitarrista ideal para la banda, por su estilo, sus gustos y su forma de ser. Yo ya había colaborado con él en 2008 en el directo de los Heartbeats y la experiencia fue estupenda, así que cuando le propusimos entrar en la banda de directo él también estuvo encantado. En el disco colaboró en ‘Make Yourself At Home’ grabando un estupendo solo de guitarra. En el bajo está Daniel Montero, compañero de Nacho en Cooper y también miembro del grupo leonés Radiocrash. Tanto Dani como Octavio se han integrado e involucrado en el proyecto de tal forma que desde el primer día de ensayo había auténtico espíritu de grupo y eso en los conciertos se nota.
El disco lo has grabado en casa e imagino que además de un hobby es una forma de ir amortizando el equipo que compraste para grabar el disco de los Winnerys…
Ahí te equivocas, yo no lo veo como un hobby y el equipo ya lo tengo amortizado, para mí un hobby es hacer maquetas de barcos o bricolaje y cuando te cansas pasas a otra cosa. Componer y grabar canciones es una necesidad que tengo desde hace ya treinta años, empecé con catorce años con dos radiocasetes, luego con un cuatro pistas, luego con un equipo semiprofesional y ahora con un equipo profesional de grabación portátil, primero fue a nivel de maquetas y ahora como producto terminado, en cada momento me he buscado la vida para poder grabar las canciones que hago. Tal y como está el panorama musical más vale autogestionarte en todos los sentidos y el primero es la grabación. Una compañía independiente como mucho te va a pagar una semana o diez días de estudio para grabar, mezclar y masterizar un álbum de doce canciones y eso para mí es una tortura que no pienso volver a experimentar en mis propias carnes, otras compañías ni siquiera te pagan la grabación. Hoy en día si tienes en la cabeza el sonido que quieres, puedes plasmarlo en una grabación de calidad profesional aunque no tengas un presupuesto millonario. La grabación la hicimos Nacho y yo en diferentes sitios: batería y guitarras en locales de amigos, voces e instrumentos acústicos en nuestras casas, las mezclas y masterización las realicé en casa con mi equipo y sin ningún estrés.
Es inevitable mencionar de nuevo a los Winnerys, porque fue doloroso ver como os separabais después de ese último disco, una pequeña obra maestra del pop guitarrero hecho en nuestro país. Para vosotros imagino que también sería doloroso, no?
Que un grupo se separe es una pena ya que se invierte mucha ilusión, mucho tiempo y dinero, pero lo importante es el trabajo que se deja hecho y los buenos momentos vividos. Nuestra única recompensa era divertirnos y disfrutar con la música que hacíamos y esa diversión desapareció, con lo cual no tenía sentido continuar. Al final las tensiones se reflejan en todo lo que haces. Pero bueno, hay cosas muchísimo peores, afortunadamente todos estamos bien, así que podemos seguir haciendo música aunque no sea juntos.
¿Os afectó la presión de «tener» que convertiros en un grupo «serio» después de la apuesta de Rainbow Quartz y demás?
No teníamos ningún tipo de presión por parte de la compañía, Rainbow Quartz publicó nuestros discos en varios países pero no dejaba de ser una compañía independiente y el hecho de ir a tocar a Nueva York, Chicago, Austin y Liverpool fue una experiencia inolvidable, y saber que tus discos se venden en Japón también, pero nada más.
¿Y qué aspiraciones tienes con Riffbackers?
Hemos creado nuestro propio sello, Rainbow Lane Records y hemos editado «The Curtain Shop and Alterations» bajo una licencia Copyleft de Creative Commons. Nosotros somos los dueños de nuestro trabajo, eso nos da la libertad para decidir lo que se puede hacer y lo que no con nuestra música. Desde nuestro Myspace se puede adquirir el disco y estar informado de todos nuestros movimientos. ¿Proyectos? Pues aunque ya hay webs en EEUU donde se vende nuestro disco esperamos poder licenciarlo allí pronto y en el mayor número de países posible. Los planes más inmediatos son presentar el disco en el mayor número de ciudades, y sobre todo divertirnos y divertir a la gente que le guste.
–