The Pretenders: Instinto animal

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La banda liderada por Chrissie Hynde, que actuará en España el próximo mes de julio, edita Break up the concrete, un nuevo álbum que en su edición española llega acompañado de un recopilatorio de éxitos. Conversamos con Hynde.

Texto: EDUARDO GUILLOT.

Americana residente en Londres cuando estalló el punk británico, Chrissie Hynde pasó de escribir sobre música a hacerla ella misma, y en los albores de la new wave fundó The Pretenders, una de las mejores formaciones de su época. En menos de un año, la muerte por sobredosis de dos de sus componentes originales (Pete Farndon y James Honeyman-Scott) acabó con la irrepetible magia de la banda, plasmada en sus imprescindibles dos primeros discos, pero Chrissie no se rinde fácilmente, y ha mantenido la marca hasta hoy, con su fiel batería Martin Chambers como escudero y grabando discos sin el ímpetu eléctrico y romántico de antaño, pero que siempre atesoran un puñado de canciones honestas. Las de una superviviente que ha sabido salir a flote en un mundo de hombres, gracias a sus inquebrantables convicciones y a su magnífica voz. Puede que Break up the concrete, su nuevo álbum, no sea un gran éxito de ventas, pero demuestra que, treinta años después, la máquina sigue bien engrasada.

Aunque la hoja promocional de la compañía dice que son diez, porque cuenta desde Viva el amor! (1999), en realidad han pasado seis años desde la publicación de tu último disco, Loose screw (2002). En cualquier caso, te has tomado tu tiempo, ¿no?

Bueno, he cambiado de banda y he estado un tiempo en Brasil, donde ofrecí varios conciertos acústicos con Moreno Veloso (hijo de Caetano) y Alexandre Kassin por todo el país. Y también he salido de gira cada año con el grupo.

Pensaba que, dada tu condición de vegetariana militante y tu grado de compromiso con diversas causas ecologistas, durante este tiempo habrías estado involucrada en actividades de ese tipo.
De hecho, he abierto un restaurante vegano en Akron (Ohio), mi ciudad natal. Me costó un par de años poner el proyecto en marcha, pero ha sido un gran éxito. Se llama The VegiTerranean, y es el único restaurante vegetariano de la ciudad, así que se ha convertido en un fenómeno. Mis socios y yo tenemos la intención de abrir franquicias en otras localidades del país.

Es curioso. En tu primer videoclip, “Brass in pocket”, interpretabas a una camarera, y has terminado abriendo un restaurante.
Sí, es verdad. De hecho, el día de la inauguración, hice de camarera y estuve sirviendo hamburguesas vegetarianas a la policía local y demás autoridades. ¡Vistiendo uniforme!

DESINTERÉS POR LOS NEGOCIOS

Bueno, vamos a lo que vamos. Loose screw apareció con Eagle Records, y Break up the concrete ha sido editado en Estados Unidos por Shangri-La Music. Finalmente, tal y como titulaste otro de tus discos, te has convertido en “la última de las independientes” (Last of the independents, 1994).

Sí (risas). La verdad es que así es como me siento. Actualmente, las grandes compañías de discos están muertas, todo el mundo está trabajando por su cuenta o con pequeños sellos.

¿Te resulta complicado conseguir cada nuevo contrato discográfico?
Si te soy sincera no lo sé. Es un trabajo que delego en mi manager. No me interesan los aspectos del negocio de la música.

Break up the concrete ha aparecido en tres ediciones: la normal, la especial (con dos temas extras, entre ellos “Both sides of goodbye”, a dúo con Willie Nelson) y la española, en la que va acompañado de un segundo CD de grandes éxitos. ¿Fue idea tuya o de la compañía?
Fue cosa suya. Hoy en día nadie compra discos si no se le ofrece algún tipo de incentivo, así que pensaron que sería una buena idea. Y a mí también me lo pareció.

La industria discográfica se queja de que no vende discos, pero Break up the concrete apareció en Estados Unidos en octubre de 2008, y llega a España en junio de 2009, ocho meses tarde, cuando lo más probable es que los seguidores del grupo ya lo hayan comprado por internet. ¿Te parece lógico?
No lo sé. Como en el caso de los contratos discográficos, eso es algo que tiene que ver con el negocio, no conmigo. Yo me limito a componer el disco, grabarlo y entregárselo a la compañía. La gente que tiene la responsabilidad de venderlo no pertenece a mi entorno.

¿Participaste en la selección de temas del CD de grandes éxitos?
Sí, en la gira, durante los viajes, fuimos escuchando los discos antiguos y pensamos que se podía hacer una buena selección, que incluyera tantos los hits como algunos temas que eran buenos ejemplos de lo que The Pretenders han sido a lo largo de los años.

Me sorprende que no haya ni un sola canción de Packed! (1990) ni de Viva el amor!, cuando ambos tenían singles interesante, como “Never do that”, “Sense of purpose” o “Popstar”.
¡Ah! ¿No hay? Bueno, vale, no lo sé, realmente no presté demasiada atención a ese tipo de detalles. Me pareció que las canciones escogidas eran una buena representación del grupo. Me siento feliz con la selección.

EL NUEVO DISCO

Tienes nueva banda. ¿Qué ha pasado con Adam Seymour (guitarra) y Andy Hobson (bajo)?
Creo que, después de tocar juntos después de diez años, era el momento de tomar caminos diferentes. Creo que la banda que me acompaña actualmente está más cerca de la formación original del grupo, es un poco más salvaje e incorrecta.

En Loose screw, todas las canciones estaban escritas con Seymour. ¿Cómo te has sentido volviendo a componer en solitario?
No había pensado en ello. Tenía la canciones en la cabeza y sólo tuve que sacarlas. Grabamos unas maquetas en un estudio casero y todo fue muy sencillo. Siempre he compuesto con la guitarra, así que el proceso ha sido el de otras veces. En realidad, como siempre.

La banda con que has grabado es espectacular: Jim Keltner (Traveling Wilburys, Bob Dylan, Neil Young), James Walbourne (Pernice Brothers) y Eric Heywood (Son Volt, The Jayhawks, Ray Lamontagne). Sin embargo, echo de menos a Martin Chambers, tu fiel batería.
Coincidí con James Walbourne en un pub del norte de Londres. Tocó un par de canciones y me pareció que tenía el sonido de guitarra que andaba buscando. En este disco tenía la intención de acercarme más al country, y Jim Keltner empezó como batería de jazz, pero le conocía desde que giramos con Neil Young, y me pareció el más adecuado para el álbum. No hubiera podido grabar en tan solo once días con ninguna otra persona. Martin Chambers lo aceptó, y sigue tocando con el grupo en directo. Creo que ha sido estupendo para él poder tocar en vivo lo que Jim ha hecho en el estudio. En mi opinión, Martin es el mejor batería de rock and roll de todos los tiempos.

¿Los demás músicos que han participado en el disco te acompañarán en directo?
Sí, James Walbourne (guitarra), Eric Heywood (pedal steel guitar), Nick Wilkinson (bajo) y Martin Chambers.

Has hablado de aproximarte al country. De hecho, se diría que este es tu disco de sonido más americano. ¿Estás de acuerdo?
Sí, era nuestra intención. El artista favorito de James es Elvis Presley, y Eric estuvo en Son Volt, así que el entorno era muy americano. Por otra parte, está la razón obvia en estos casos: siempre tratas de hacer algo diferente al disco anterior.

La única versión del álbum es “Rosalee”, un tema de The Numbers Band, el grupo donde milita tu hermano, Terry Hynde. ¿Es un homenaje?
Les vi en directo hace un par de años y sabía que tenían esa canción. Le dije a mi hermano si podía pedirle una maqueta a Bob Kidney, cantante del grupo y autor del tema. Me hizo llegar una grabación sólo con voz y guitarra, de sonido muy crudo, pero muy hermosa. La toqué para mi banda cuando estábamos grabando, les encantó y decidimos incluirla en el disco.

Lo cierto es que Break up the concrete suena a disco clásico de Pretenders.
Creo que es un regreso al espíritu de los dos primeros discos. Cuando tocamos en directo, cada noche me doy cuenta de que estamos más cerca de sonar como lo hacían los Pretenders originales.

Llevas treinta años en el mundo de la música. ¿Nunca se te ha pasado por la cabeza abandonar, dejar el rock?

He pensado en ello. Cuando estuve en Brasil creí que todo había terminado. Siempre he estado en la misma banda, nunca he puesto en marcha proyectos paralelos, y aunque haya colaborado con mucha gente que me lo ha pedido, todo lo que he hecho ha sido siempre para The Pretenders. La mayoría de la gente, después de treinta años, lo deja o pone en marcha otros proyectos, pero yo no. Quizá por eso necesito que haya cambios en la banda de vez en cuando.

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