Treinta años de carrera bien merecen nueve conciertos en España. The Posies se encuentran de ruta por nuestro país, con paradas en Granada (día 3), Valencia (4) o Madrid (5), entre otras ciudades que puedes consultar aquí. Fernando Ballesteros aprovecha su visitar para recuperar diez de sus canciones imprescindibles.
Selección y texto: FERNANDO BALLESTEROS.
The Posies están de aniversario y lo celebran a lo grande, con reediciones de sus mejores trabajos y gira conmemorativa. Treinta años llevan ya los de Seattle sobre las tablas y la ocasión ha propiciado unos cuantos conciertos en España. Mientras atraviesan nuestro país de lado a lado, vamos a repasar su carrera y a rescatar unas cuantas canciones de esas que no suelen faltar en sus presentaciones ante el público.
Diez temas con un denominador común: todas son de su primera década, aquella en la que todo el talento de Ken, Jon y compañía estaba al servicio del grupo de sus vidas. Tras “Success” y su primera separación la cosa cambió mucho. Nunca han perdido la capacidad para componer grandes temas, pero se han embarcado en múltiples proyectos y los Posies han sido uno más. Algo así como el hogar al que, a pesar de las dificultades y de los tira y afloja entre sus dos líderes, siempre terminan volviendo para recordarnos lo buenos que son.
1. ‘Any other way’ (“Dear 23”, Geffen, 1990).
Aunque en su debut “Failure” se empezaban a apreciar sus logros, no era más que el primer paso de unos casi adolescentes cuya evolución se iba a notar -y mucho- en su siguiente paso discográfico. “Dear 23” contiene aciertos del calibre de ‘Any other way’, una canción en la que ya dejan claro que las melodías y las armonías vocales arropadas por guitarras iban a ser una constante.
–
2. ‘Golden blunders’ (“Dear 23”, Geffen, 1990).
Big Star, en cuya refundación terminarían militando, están en el altar de Auer y Stringfellow, y junto a ellos figuran muchos de los que han llevado el gusto por las melodías a lo más alto. Con esas señas de identidad no puede faltar la influencia de los Beatles, y ‘Golden blunders’ es una de las piezas en las que es más clara. En uno de esos giros del destino, el exbeatle Ringo Starr haría una versión de la canción unos años después.
–
3. ‘Suddenly Mary’ (“Dear 23”, Geffen, 1990).
Aunque sus propios autores consideran su debut para Geffen como un disco que carece de la precisión y del poso de sus siguientes pasos, aquella colección de canciones tenía muy poco que envidiar a sus dos álbumes posteriores. ‘Suddenly Mary’ es uno de esos títulos en los que miran a la década de los sesenta. Suena delicada, preciosista y atemporal. Pop de siempre.
–
4. ‘Dream all day’ (“Frosting on the beater”, Geffen, 1993).
“Frosting on the beater” es, para quien suscribe y gran parte del púbilco, su mejor trabajo. Se pone de manifiesto desde el poderoso riff inicial de la pegadiza ‘Dream all day’, una de sus canciones más populares, que en su momento les reportó cierto reconocimiento, sobre todo en los circuitos alternativos. Jon Auer, Ken Stringfellow, Dave Fox y Mike Musburger, la formación que registró este álbum, es la que vamos a disfrutar en sus próximas actuaciones españolas.
–
5. ‘Solar sister’ (“Frosting on the beater”, Geffen, 1993).
Todo en este disco está en su sitio. La banda está en un momento de inspiración indiscutible. La producción de Don Fleming dota a su sonido de una potencia que no habían alcanzado hasta ese momento y ellos son capaces de firmar trallazos como este, que les permite tratar de tú a tú a cualquier vaca sagrada del power pop.
–
6. ‘Flavor of the month’ (“Frosting on the beater”, Geffen, 1993).
La forma de ser de Stringfellow y de Auer, sus egos, les hacían chocar buscando su cota de protagonismo, pero a la hora de poner sus voces al servicio de la canción las fisuras brillaban por su ausencia. En ‘Flavor of the month’ vuelven a demostrar que la fórmula funciona. Han nacido para tocar juntos.
–
7.‘Definite door’ (“Frosting on the beater”, Geffen 1993).
Otra maravilla de su obra maestra indiscutible. Intensa, brillante, guitarrera…y entre tantos adjetivos, una pregunta: ¿todo lo que venía de Seattle en aquellos tiempos tenía que llevar consigo de forma directa o indirecta la palabra grunge? Los Posies no tenían casi nada que ver con sus vecinos y, sin embargo, he visto la palabra unida a ellos incluso hoy en día, veinticinco años después.
–
8. ‘Ontario’ (“Amazing disgrace”, Geffen 1996).
Dos años después de “Frosting on the beater” llegaba a las tiendas su continuación, el esperado “Amazing disgrace”, que respondió a las expectativas. Joe Skyward se encarga del bajo y Brian Young de la batería, acompañando a la pareja de líderes. Todavía muy inspirados, los Posies aumentan su dosis de furia a base de guitarrazos que salen a relucir en todo su esplendor en este viaje a ‘Ontario’.
–
9. ‘Throwaway’ (“Amazing disgrace”, Geffen 1996).
Es verdad que el disco cuenta con varios momentos en los que aumentan de forma considerable la dureza, y que ‘Grant Hart’ hace honor a su título y le da al punk y al rock and roll acelerado, pero el gusto por las melodías permanece intacto y cuando se ponen a ello, se siguen apuntando al sobresaliente. Ante la duda: “Throwaway”.
–
10. ‘Somehow everything’ (“Success”, Popllama, 1998).
Más ligero que “Amazing disgrace”, su quinto disco, “Success”, se presentó como la despedida del grupo. Se separaban, pero lo hacían dejándonos un trabajo más que digno con canciones que no desentonan entre lo mejor de su repertorio. Entre ellas se encuentra ‘Somehow everything’, su euforizante y vibrante apertura.
Y a partir de aquí, sus últimos veinte años han estado llenos de idas y venidas, y mil proyectos para estos currantes del rock and roll. Sus grabaciones como The Posies se han espaciado. A su vuelta con “Every kind of light” en 2005, le siguió cinco años después “Blood candy”, y en 2016 editaron “Solid states”, su último trabajo, en el que las guitarras pierden protagonismo es su último trabajo. Si los comparamos con su trilogía mágica son menores, pero si nos sirven para volver a disfrutar con ellos en el escenario, bienvenidos sean. Y si no, siempre nos quedarán los aniversarios.