DISCOS
«Hay temas que suenan como si a este hombre se le hubiera parado el reloj a finales de los ochenta»
Billy Idol
The cage (epé)
DARK HORSE RECORDS, 2022
Texto: CARLOS PÉREZ DE ZIRIZA.
Por si alguien tenía alguna duda: estas cuatro canciones explican la irrelevancia de William Michael Albert Broad en 2022. Ni pizca. Los augurios tampoco eran buenos: ocho años desde su último trabajo, el anodino Kings and queens of the underground (2014) y uno desde su anterior epé, el endeble The road side (2021). Pues bien, este es aún peor que aquel. Tan solo el pulso disco de “Miss nobody” —que algún medio compara con el “I was made for loving you”, de Kiss— se salva (algo) de la quema, porque el resto es para olvidar en segundos.
“Cage” y “Running from the ghost” suenan como si a este hombre se le hubiera parado el reloj a finales de los ochenta; de hecho, a lo primero que me han recordado es a lo último de David Hasselhoff: polla rock con superávit — claro— de testosterona, solos de guitarra pirotécnicos, grandilocuencia de cartón piedra, AOR caduco… Un sonido más propio de aquel hair metal, al que se supone que el grunge había enterrado, que del presente.
“Rebel like you” es otro monumento al tópico. Otro ladrillo de rock formulaico, aderezado con esos motores que rugen durante sus primeros segundos. «No tener miedo a hacer una canción punk rock estridente, liberar toda la energía acumulada tras la pandemia», dice su autor que era el propósito, en connivencia con la coproducción de un Tommy English (Ladyhwake, KaceyMusgraves) para quien debe haber sido una mera faena de aliño. Podría haberse dedicado a amasar pan. Esto es el rock como una grotesca caricatura.
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