DISCOS
“Sigue manteniendo viva la llama primigenia del blues de Chicago”
Buddy Guy
“The blues is alive and well”
RCA / Silvertone
Texto: DAVID PÉREZ.
Buddy Guy sigue cumpliendo la promesa que le hizo a BB King en su lecho de muerte: mantener vivo el blues. Tres años han pasado del sobresaliente “Born to play guitar” (RCA, 2015), con el que ganó su séptimo Grammy, y ahora nos regala una nueva master class de la música que le corre por las venas.
Tom Hambridge repite a la producción y asume las riendas de gran parte de la composición, además de tocar la batería en todas las pistas, a excepción del cierre ‘Milking muther for ya’, una breve improvisación de Buddy a solas del tema de Red Nelson. Se enfunda su sempiterna Stratocaster de lunares y deja claro el espíritu de su álbum de estudio número dieciocho desde el tema titular, ‘The blues is alive and well’, acompañado de una gran banda en la que brillan los vientos: “Nuestro amor muere, pero el blues vive y tiene buena salud”.
La infidelidad, el amor y el desamor, y esas mujeres sin las que no podríamos vivir ni existiría esta música, recorren cada surco. Del ‘Guilty as charged’, donde nos narra un reencuentro fatal y la culpa por no haber huido a tiempo, mientras arden sus seis cuerdas y nos araña en cada fraseo, al ‘Whiskey for sale’ como mejor cicatrizante de heridas, con unos coros que derriten hasta el hielo de las copas y Buddy desbordando lascivia y energía vocal al alcance de muy pocos.
Sentimos el frío en la versión descarnada del ‘Nine below zero’ de Sonny Boy Williamson II, que nos cala hasta los huesos y hace suya a fuego lento. A sus 82 años sigue manteniendo viva la llama primigenia del Blues de Chicago en cada nota, con una voz eternamente joven que transmite carisma, verdad y tradición con la misma naturalidad que respira.
Despeja el malestar y las nubes de un ‘Bad day’, con la energía desenfrenada de ‘Ooh daddy’, acompañado de un centelleante piano. Y si en ‘You did the crime’ Mick Jagger echa llamaradas por su armónica, mientras Buddy recita eso de “tú cometiste el crimen y yo estoy pagando el precio”, en ‘Cognac’ se unen a la fiesta dos alumnos aventajados, Jeff Beck y Keith Richards. La sangre fresca la pone James Bay en ‘Blue no more’, un delicioso gospel-blues en el que James sigue a ciegas al maestro hasta las puertas del cielo.
Con “The blues is alive and well”, Buddy Guy se recoloca la corona y vuelve a demostrar que el blues nunca morirá. Su amigo BB King puede estar tranquilo.
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Anterior crítica de discos: “Hot august night III”, de Neil Diamond.