DISCOS
«Sus canciones resultan más impredecibles que nunca, en un viaje que transcurre, a su particular manera, por el góspel soul, el jazz, el funk y el country»
Lambchop
The bible
CITY SLANG / MUSIC AS USUAL, 2022
Texto: XAVIER VALIÑO.
En el tórrido estío de 2021, Kurt Wagner se encaminó a Minneapolis, lejos del Nashville en el que había engendrado buena parte de su producción, para encomendarse al pianista Andrew Broder y a su socio en la producción, Ryan Olson. Sería la primera vez que alguien ajeno a la capital de Tennessee iba a producir un disco de su banda, Lambchop, aunque ello no impidiese finalmente que siga pareciendo que Wagner continúa cantando desde un porche trasero al caer la noche, con las sombras y sus angustias acechando.
Su decisión fue la adecuada para eludir el agotamiento creativo y para grabar disfrutando de la compañía de otros. Tal vez por ello, sus canciones resulten más impredecibles que nunca, en un viaje que transcurre, a su particular manera, por el góspel soul (“Police dog blues”), el jazz (“Whatever mortal”), el funk (“Little black boxes”) y, cómo no, el country, pasado, eso sí, por el autotune y un acercamiento a la electrónica que ya dominaba su proyecto paralelo HeCTA. Ahí están “Dylan at the mouse trap”, “Every child begins the world again”, en la que Wagner asegura irrumpir en el ataúd de Hank Williams para aportar su propia visión, o “That’s Music”, el corte que cierra el álbum. Frente al estado de su país, sacudido, mancillado y brutalizado, Wagner se presta a una reflexión y reconciliación silenciosa, espiritual sin ser abiertamente religiosa, lo que lo ha llevado a titularlo, no sin cierta ironía, La biblia.
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Anterior crítica de discos: Saint-Clair, de Benjamin Biolay.