«La memoria es lo que te marca la identidad, no solo de un individuo, sino de un pueblo, su cultura: la cultura en definitiva no es más que memoria. Entonces, sí, claro, reivindicar la memoria pero no como algo inamovible»
Son un caso atípico, un dúo guadianesco y perfectamente bien avenido que se mueve entre el folk, la canción de autor, el pop y el rock… Un pedazo de nuestra historia musical que con «33», su nuevo disco, celebran tan atípico aniversario. En esta jugosa entrevista, Chema Domínguez se encarga de las preguntas.
Texto: CHEMA DOMÍNGUEZ.
«Y ahora alza la copa y vamos a brindar, que solo se ha perdido aquello que no das» afirman Suburbano en ‘María’, uno de los temas estrella de «33», su nuevo disco. Luis Mendo y Bernardo Fuster destacan por su entrega y han querido celebrar su cumpleaños musical asociándolo a tan enigmático número, y más allá de las proposiciones místicas que plantean, lo que late detrás y delante de estos treinta y tres años es una piedra filosofal tan evidente como necesaria en estos días: canciones, buenas canciones, ni más ni menos. Avisan en el prólogo de «33» de que seguirán cultivando la imaginación porque «es el único camino entre lo real y lo posible». Se agradece. Mendo y Fuster como Suburbano o como buenos artesanos de bandas sonoras nos han regalado «París-Tombuctú», «Fugitivos», «Makinavaja», «La Puerta de Alcalá», «El otro lado de la cama», «Sisa y Suburbano cantan a Vainica Doble», «La mujer de tu vida», «Danzas rotas»… Si no los conoces bien, conócelos, y si los conoce solo te puedo recomendar el placer de «33» cuanto antes. Entrevistarles se convierte poco a poco en una amena charla en la que Luis y Bernardo se interrumpen sincronizadamente, desdibujando la distancia que a priori conlleva el interrogatorio y proyectando entusiasmo por lo caminado y por el propio camino que se presenta y sigue, sin olvidar dónde estamos que también tiene su tela.
Empezáis con ‘El sueño de un fugitivo’ y aunque dedicado, ¿podría ser autobiográfico también?
Bernardo: Está hecha a un amigo, a Chicho Sánchez Ferlosio, al que conocimos antes de formar Suburbano.
Luis: De hecho, yo tocaba con él.
B: Para nosotros, para mí en cuanto a escribir letras, ha sido el primer maestro en el que te fijas. Con Chicho tuvimos siempre una relación excelente desde antes de Suburbano y la última vez que grabó antes de morir fue en nuestro estudio.
L: Fue una canción para aquel campamento que hubo de Sintel en la Castellana y que estuvo meses. Hizo un tema para ellos con una letra completamente a su estilo y nos pidieron grabarla.
B: Chicho ha sido y sigue siendo un personaje clave, ha influido en mucha gente sin saber esta gente que ha sido influida por él. Y en este disco que cierra una etapa de treinta y tres años queríamos rendir homenaje a dos personas que no están y han sido muy importantes para nosotros: Chicho, al que dedicamos ‘El sueño de un fugitivo’, y la otra es Imanol.
L: De Imanol hemos versionado ‘Ausencia’ que la grabamos para un disco de homenaje a él hace año y medio, y nos gustaba tanto que quisimos incluirla en «33». En nuestro disco anterior de «Los Piratas» [«Piratería libertaria en el Caribe», 2009], Imanol estaba con nosotros en una canción, en fin, que teníamos una cercanía muy grande.
B: Es uno de los personajes clave en la vida del grupo.
L: Hombre, hay más pero como están vivos [risas]… Quiero decir, son muchos: Luis Pastor, Aute, con él hemos estado y he estado años tocando con él… Son amigos y los vemos, claro, no les hacemos homenajes porque no hace falta.
Si digitalizo vuestro disco, iTunes me dice que vuestro género es el country.
L: Para que la gente aprenda que en internet todo es mentira [risas]. Un poquito de country hay porque es verdad que nos gusta mucho y hay muchas influencias, y reconozco que la forma de tocar la guitarra a veces es muy cercana al country, eso es inevitable; pero de ahí a catalogarnos como country es un poquito exagerado.
B: En Suburbano hay una influencia de folk clara, hay una influencia de pop en la estructura de las canciones…
L: Pero si te fijas es casi canción de autor. Nos hemos movido mucho toda nuestra vida en ese entorno de la canción de autor. Hemos tocado con [Luis] Pastor, con Aute, ahora trabajo con Pablo Guerrero desde bastantes años…
B: Grabamos con Sabina en el disco «Ruleta rusa»…
L: Hemos grabado con Joan Isaac en Cataluña, con Sisa también, o sea, que nos hemos movido siempre en ese mundo de la canción de autor: bien como grupo soporte o incluso haciendo canciones para otros cantantes que están en ese entorno. Creo que lo que más nos ha influenciado es la canción de autor española en general, y latinoamericana si quieres también. Luego, a nivel estrictamente musical, muchas.
Según os explicáis, y si me permitís la comparación, estaríais en linea con el imprescindible Hilario Camacho.
L: Hilario es el primer cantante con el que yo toqué. Con veinte o veintiún años, teníamos la misma edad y éramos amigos antes de ir a la mili y luego fuimos juntos a la mili. Éramos grandes amigos y fue el primero con el que yo toqué, así que imagínate hasta qué punto hay cosas en común.
En «33» hay mucho de reivindicación del tiempo, de los recuerdos que no deben naufragar. ‘Ciudades en la memoria’ es el momento más destacado.
B: Cuando estás empezando en algo la memoria es corta, cuando llevas mucho tiempo la memoria es fundamental porque al fin y al cabo eres lo que has sido, y reivindicar la memoria es reivindicar un poco todo lo que hemos hecho. Luego, la memoria es lo que te marca la identidad, no solo de un individuo, sino de un pueblo, su cultura: la cultura en definitiva no es más que memoria. Entonces, sí, claro, reivindicar la memoria pero no como algo inamovible: creo que la memoria hay que marcarla siempre en el entorno en el que estabas, y luego tirar pa’lante. Y ya lo que estás haciendo y lo que harás ya llegará a ser memoria, no estar demasiado atado pero reivindicarla siempre. Yo creo que la gente que reniega de lo que ha hecho es porque no está precisamente centrada, no sabe lo que quiere hacer.
L: Hay otra vertiente en la canción que nombrabas que no es la memoria histórica de la que discutimos ahora en España: que somos tan enloquecidos y que discutimos siempre por algo que en otros países eso lo tienen muy bien resuelto. Lo que está en esa canción es también la memoria de los pueblos, de la gente, la memoria que ha hecho el colectivo: hablamos de París y la Comuna, de Berlín después de la Primera Guerra Mundial, de Madrid en el 36, bueno, eso lo reivindicamos a muerte, quiero decir, que la memoria colectiva, lo que los pueblos han sido capaces de hacer, que es lo que está simbólicamente en esa canción, ese es el otro aspecto de la memoria que por supuesto reivindicamos y defendemos y creo que es fundamental.
B: Además es curioso, fíjate que la memoria generalmente suele estar ligada a la música, a las artes en general pero a la música especialmente: entonces en esta canción hemos escogido cuatro o cinco canciones emblemáticas que realmente representan la memoria de esa ciudad en un momento que les marca. Es imposible no pensar en Berlín y que no te venga una imagen del Berlín bombardeado, machacado, y la gente que pierde familiares y entonces por eso ‘Lili Marlen’, siendo una canción que nace a lo mejor dentro de un régimen nazi, es totalmente asumida luego por todas las ideologías. De hecho lo primero que se hizo fue una versión en inglés y la asumió el ejército aliado.
L: Y la cantaba una cantante alemana convertida en morteamericana: Marlene Dietrich.
B: Porque era una canción que va mucho más allá de lo que en sí misma es y se convierte en una memoria colectiva. ‘El tiempo de las cerezas’ en París, lo mismo, lo que fue La Comuna y mayo en París; París ha sido una ciudad revolucionaria toda la vida y seguirá siendo, no sé por qué, algo genético, Madrid…
…Lisboa también aparece.
B: Lisboa en la Revolución de los Claveles es algo que ha sido histórico y que ha marcado un hecho que difícilmente volverá a repetirse porque fue algo muy inusual.
La pregunta que me surge es quién le pone ahora el clavel al fusil de la economía.
L: Más que ponerle un clavel a la economía mejor pegarle un tiro.
La canción es un pequeño libro de historia, sin duda, con fragmentos musicales que la ilustran como la de ‘Lili Marleen’.
L: Si te fijas tenemos alguna que otra canción histórica que cuenta el devenir de algo: ‘La Puerta de Alcalá’ sin ir más lejos, que cuenta cómo el tiempo va pasando por allí, van pasando cosas, van pasando situaciones históricas importantísimas y hay una trascendencia en el hecho de permanecer a lo largo de todo ese tiempo, esto viene a ser ‘Ciudades en la memoria’. Mira, me parece curioso, porque hasta ahora que te lo estoy diciendo no lo había pensado, pero es verdad, coinciden. Sin embargo musicalmente no tienen nada que ver, aunque sí está en común la historia pasando a través de lugares que representan ciudades, que representan gente, pueblos.
Luego hay otros afluentes constantes en las letras de Suburbano: ironía, optimismo y vitalidad que a veces asoman unidos como en ‘Alzo mi copa’: «porque nadie nos mande» y «porque siga la suerte de los encuentros».
L: Esa canción es de «Los Piratas» [el citado «Piratería libertaria en el Caribe»]. Esa canción la debíamos haber puesto en el disco anterior pero no estaba terminada. Igual que en «20 años y un día» [2000], el disco anterior a «Los Piratas», hay una canción que se llama ‘La taberna del puerto’ que es del disco de «Los Piratas», como anticipándolo. Son esas cosas que pasan con los discos y con el trabajo: «pues esta no, la vamos proyectando en lo que vamos a hacer después».
B: ‘La suerte de los encuentros’ es una frase de Vinícius de Moraes, en una entrevista le preguntaron qué era para el la vida y contestó: «la vida es la suerte de los encuentros», se quedó en mi subconsciente y apareció en esta canción. Luego, viendo una biografía de Vinícius apareció de quién era porque lo había olvidado.
«Llegamos a la conclusión de que a Serrat lo hubieran echado a hostias de ‘La voz’ a la primera, no habría pasado ni el filtro. Y cógete a los que realmente han aportado algo, han revolucionado la música, y ninguno estaría»
En los últimos días, cada vez que me preguntan por fenómenos mediáticos como «La voz» les pongo ‘El loro de Mozart’.
L: Haces bien, está hecho con toda la intención [risas]. Aunque no estaba «La voz» cuando hicimos la canción, hace año y medio o dos años, pero teníamos como referencia a «Operación triunfo», que ha sido la madre de todas las guarrerías televisivas.
La madre de todos los loros querrás decir [risas].
L: Eso, la madre de todos los loros [risas].
B: Fíjate, es curioso, tú coges todas las parrillas de las cadenas de televisión y los programas musicales o imitan o versionan a alguien. Los que realmente aportan algo a la música no aparecen en ellos. Tú no ves a Amaral, puedes ver a un imitador; pero los que realmente están creando la cultura no están.
L: Están los fantasmas de los que crean cultura. En vez de salir Amaral, que nos gusta mucho, también podría decir cualquier otro que no me gustara pero que es respetable, que aporta algo, pero es que tampoco sale. Pero es que además no podrían ir tampoco, nosotros no podríamos ir nunca, no nos admitirían porque la manera de cantar de Bernardo, la nuestra, no tiene nada que ver, no entra en ese mundo.
B: Hablando con gente llegábamos a la conclusión de que a Serrat lo hubieran echado a hostias [risas] a la primera, no habría pasado ni el filtro. Y cógete a los que realmente han aportado algo, han revolucionado la música y ninguno estaría.
L: Estaría Bisbal, que es el que lo inventó.
O al que inventaron y ahora fue jurado.
L: Dicho con entendimiento de su situación. En aquel fenómeno de «OT» se creó un carril y vas por ahí o no vas. Que es un carril que tiene mucho de cantar de la forma de las telenovelas, una influencia muy mala, para mí, de lo peor. Entonces se ha creado una especie de estandar comercial que es deprimente y el que no pasa por ahí no va. Y entonces lo que dice Bernardo, nunca está Amaral, nunca está el propio Serrat o Sabina o Aute, no están.
Ellos se negarían a ir, entiendo.
L: Hombre, claro, por supuesto. Nunca está esa gente, están los que los imitan.
B: Pero las cadenas no les llaman tampoco. Me encantaría ver a Pereza en La 1. Imposible.
Me recuerda a la época dorada de las casetes de carretera, que vendían más las versiones que los originales.
L: Que eran tramposos porque decían «lo mejor de Julio Iglesias» y debajo ponían por Pepito Pérez, que lo ponían porque era obligatorio legalmente, pero lo ponían así, chiquitín, chiquitín. Pero, claro, lo que leías era «lo mejor de Julio Iglesias», te gustaba y lo comprabas.
Y tenían un fantástico canal de distribución independiente, mayor cuota de mercado que el de las grandes superficies.
L: Ahí empezó el fenómeno de la piratería en la música, porque mucha gente, muchas discográficas, ellas mismas, se pirateaban haciendo series baratas, covers de sus propios artistas para vender en carretera sin tener que dar cuenta, sin pagar impuestos, sin pagar royalties.
Y curiosamente, en el aspecto artístico, las discográficas que se quejaban porque tenían al artista original y se veían perjudicadas han acabado haciendo lo mismo.
L: Lo que más duele de todas estas historias de la televisión ahora, de los programas estos de concursos es que la industria entra en el juego a muerte. En vez de decir no, queremos a nuestros artistas en la televisión, a los de verdad, a los que vienen aquí firman un contrato, se curran un disco, tienen productor, en fin, como se hacen las cosas, ellos prefieren entrar en el juego y bueno, vale, a los tres que ganen los fichamos. Y claro, se cavan su propia tumba, así está la industria como está, claro, luego no hacen más que quejarse que no se vende, que nadie ayuda, que la industria del disco está abandonada, que el Ministerio de Cultura no hace nada, que no sé qué. Ellos, en buenísima parte se lo han buscado porque han tenido una política de locura.
Antón Reixa fue nombrado presidente de la SGAE en mayo y afirmaba que no había vuelta atrás, que ahora empezaba la nueva SGAE. ¿Como músicos, compositores y productores vais notando ese giro?
B: Evidentemente, cambios se están dando, lo que pasa es que todavía están por verse los resultados, los procesos de cambio en instituciones tan asentadas, tan grandes como la SGAE, son lentos, es un aparato difícil de mover. Intención de cambio hay, evidentemente, en principio yo le doy mi voto de confianza.
El sonido de «33» mantiene esa buena combinación de sonido pulcro y espacio para que la canción brille, de calor. Fran Gude ha vuelto a estar con vosotros, encargándose de las mezclas y la masterización. ¿Es la alianza perfecta?
L: Sí, los últimos tres o cuatro discos fueron producidos por nosotros, grabados por nuestra cuenta y cada uno de una forma: «20 años» era en directo, el de «Los Piratas» fue en estudio y luego lo que hacemos es trabajar con Fran siempre porque es superamigo, nos conoce muy bien. Él siempre cuenta que le dimos su primera oportunidad, porque haciendo una banda sonora grabamos con una banda de treinta o cuarenta músicos con él de técnico.
B: Era de Berlanga. La biografía de Blasco Ibáñez para televisión.
L: Y claro, eso para un chico de veintiún años que tenía él cuando empezaba, de repente lo ves allí con treinta tíos de aquí para allá, con el estudio abarrotado y nosotros diciéndole «venga Fran, venga Fran, que tenemos que empezar». Él siempre nos lo cuenta agradecidísimo, y la verdad es que Fran es buenísimo. Grabamos mucha música de banda con repertorio muy, muy antiguo que conseguimos recuperar y eso lo hizo Fran, ahí empezamos con él. Este disco en concreto lo hemos grabado en nuestro estudio, un pequeño estudio, y la grabación es totalmente nuestra. Luego lo ha mezclado y masterizado Fran. Por cierto, si te fijas en los créditos del disco hay un error, falta un músico: Nacho Sáenz de Tejada, que toca en ‘María’ el slide guitar y se nos olvidó ponerlo.
Con Fran Gude salió el tema de las bandas sonoras, a las que vuestra producción musical está muy unida. ¿Estáis trabajando en alguna ahora?
B: La verdad es que la situación del cine es bastante dramática, lo último que hicimos fue un documental.
L: Estuvimos tres años haciendo música para «Cuéntame».
B: Y música para una obra de teatro, «Shirley Valentine», de Verónica Forqué. Pero para cine llevamos años sin hacer nada. Ya vendrá.
L: Ya vendrá si sigue habiendo cine, porque tal y como están las cosas igual se hacen tres películas al año. He leído en el periódico algo que me ha dejado aterrado: que el gobierno está estudiando una reforma de la ley que obliga a las televisiones a aportar un porcentaje de sus ingresos para el cine. Para ponerlo fácil al mundo del cine una vez más ya no solo suben el IVA, quitan la copia privada, y ahora si las televisiones no quieren invertir en el cine que no inviertan. Se acabó el cine. Porque ya no hay crédito, ya no hay ICO para dar crédito al cine.
Sorprende que se menosprecie el significado de invertir en cultura, cuando la tan manoseada marca España vende precisamente cultura y turismo como puntos fuertes. Además de la puerta abierta definitiva a una invasión en la estructura industrial de la cultura escandalosa.
L: Yo casi te diría que ojalá, que vengan los franceses y que compren toda la cultura en España porque entonces será mejor y funcionará mejor, claro, porque aquí no hay ese espíritu. No consigo ver en ninguna administración pública, nunca, en ningún sitio, ya ni PP ni PSOE ni carajo, a nadie le ves ningún afán, a nadie le ves como diciendo «esto hay que reanimarlo». Les importa un pito a todos. Entonces, bueno, que vengan los franceses, que se compren la cultura española y a mí no me importa grabar para una discográfica francesa, qué más da.
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Suburbano estarán tocando en lo próximos días en una gira por Galicia:
15 enero. SANTIAGO DE COMPOSTELA. As Crechas.
16 enero. A CORUÑA. Baba Bar.
17 enero. LUGO. Clavicémbalo.
18 enero. O PORRIÑO. Bar Liceum.
19 enero. BUEU. Sala Aturuxo.
20 enero. OURENSE. Auriense.