Tras la muerte de Michael Jackson, Sony/ATV Music Publishing –de la que el músico era copropietario junto a Sony, al cincuenta por ciento– ha expresado su deseo de mantener el control de los derechos de reproducción de las canciones de los Beatles, así como de Bob Dylan, Neil Diamond y otros. El valor estimado de la participación de Jackson es de unos mil millones de dólares.
Michael Jackson compró en 1985 los derechos de reproducción de las canciones de los Beatles por 47,5 millones de dólares. Posteriormente, en 1995, Jackson vendió el cincuenta por ciento de ATV
a Sony, creándose Sony/ATV Music Publishing, con lo que el músico se
embolsó 300 millones de dólares. En enero de este año, el Daily Mirror informó de que Jackson planeaba dejar en su testamento los derechos de las canciones de los Beatles a Paul McCartney para dar por zanjadas las diferencias habidas entre los dos músicos.
