DISCOS
«Ignacio Garbayo se ha abierto corazón y venas en estas canciones»
Garbayo
Sonido forestal
OSO POLITA, 2018
Texto: CÉSAR PRIETO.
Zodiacs fueron un grupo de Getxo que recuperó la nueva ola más guitarrera allá por principios del milenio. Destacaron en la escuela de Animal Records —sello de pop guitarrero y devoto del pasado—, dentro de una pequeña escena que se definía por instrumentaciones básicas, letras normalmente en castellano y canciones directas que podían ir de los Who a los Jam o los Nacha Pop menos melancólicos. Pasaron los años hasta que Ignacio Garbayo, que fuera componente, estrena con un disco en solitario la nueva discográfica vasca Oso Polita y sigue su propio camino recoge en parte estos sonidos que habían estado en suspenso. Bienvenidos sello y sonido en todo caso.
Entre los cuatro lanzamientos con que abren su camino, el de Garbayo destaca como primus inter pares. Y lo primero que se advierte —en “Nitroglicerina”, la que abre el disco— es que Garbayo no ha olvidado la lección. Guitarras crudas, estribillos que son pura explosión —como el título—, rabia y pasión. Su nueva vivienda en el valle del Tiétar, su hábitat, en una zona boscosa de robledales como aparece en las fotos del libreto, no ha dulcificado su creatividad; al contrario, se ha vuelto más tormentosa, aunque atenta a la melodía, “Busca entre la basura” tiene tanta dureza como placidez dulce.
En el fondo, todos los temas citados poseen, a pesar de las influencias manejadas, una actitud punk: ante la duda, lo más directo. Y en eso continua Garbayo que parece cómodo en el sonido más básico con “¡Muévete!”, punk rock con solo de guitarra aulladora, y en los visos y el alma de rockabilly en “Sobrenatural”. De este costado, si hay alguien con quien se le pueda comparar es con Lidia Damunt.
Pero hay otros costados y Garbayo demuestra que también es capaz de vestir sus canciones de una sensibilidad especial y una guitarra ácida, aunque sólo sea en la única que acoge el influjo de la floresta en la que vive: “En el bosque”. También de construir esos hits de calado más pop que alían la suciedad del sonido que ha buscado con la inmediatez de los compases. “Natural y fresca” y sobre todo “Te dejaré atrás”, son verdaderos bombazos pop, sobre todo esta última, nuevaolera en la forma en que Nacha Pop construían las canciones más rítmicas, las de Nacho García Vega. Pero sobre todo es un disco que no deja indiferente, Ignacio Garbayo se ha abierto corazón y venas en estas canciones. Y eso siempre impacta.
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Anterior crítica de discos: Fuente vieja, de Bourbon.