Slow train coming. Bob Dylan y la cruz de Jesús, de Luis Lapuente y Ana Aréjula

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LIBROS

«Minucioso y atento a los detalles, y también ameno en la manera de desbrozar el Dylan cristiano y bíblico que no nace de la casualidad»

 

Luis Lapuente y Ana Aréjula
Slow train coming. Bob Dylan y la cruz de Jesús
EFE EME, 2024


Texto: LUIS GARCÍA GIL.

 

Dentro de la ingente bibliografía dedicada a Bob Dylan, había precedentes de libros dedicados a desentrañar algunos de sus álbumes más emblemáticos e incluso de explicar una de sus etapas más creativas a partir de uno solo de sus himnos. En este apartado se situó el estupendo Like a Rolling Stone: Bob Dylan en la encrucijada, de Greil Marcus, y en el de los álbumes desentrañados, el que Andy Gill y Kevin Odegard dedicaron a Blood on the tracks, joya discográfica que está cumpliendo medio siglo.

Uno de los méritos de Slow train coming. Bob Dylan y la cruz de Jesús, de la dupla Luis Lapuente y Ana Aréjula, es que tiene mucho de reivindicación de una etapa de Dylan, la cristiana, que ha sufrido menosprecios y descalificaciones bastante injustificadas. Vistos con la natural perspectiva, aquellos años conversos de Dylan contienen no solo canciones extraordinarias, sino un disco absolutamente clave como es Slow train coming como por otra parte ratifica el libro de Aréjula y Lapuente, minucioso y atento a los detalles y también ameno en la manera de desbrozar el Dylan cristiano y bíblico que no nace de la casualidad y ya late en un disco tan importante como John Wesley Harding, grabado una década antes.

El libro, que viene a sumarse a la Colección Elepé de Efe Eme, que ya ha dado con este una docena de títulos, se encomienda a una cita de Johnny Cash sobre Dylan que figuraba en el disco country del de Minnesota, uno de sus muchos proyectos a contracorriente que revelan su inconformismo casi permanente. Aquel Nashville skyline culminaba los años sesenta de Dylan, como Slow train coming venía a finiquitar su producción de los años setenta.

¿Otro libro más sobre Dylan? Bienvenido sea, sobre todo, por explorar un territorio no tan explorado. En Dylan la religión siempre estuvo ahí y también la búsqueda de Dios hasta desarrollar un anarquismo cristiano a la manera de Tolstoi, como explican Lapuente y Aréjula en este viaje del Dylan judío al cristiano, empapado de la espiritualidad del góspel negro y del soul más profundo.

La respuesta estaba flotando en el viento y era Jesús como camino, verdad y vida para el de Minnesota y para sorpresa de más de un fan que no había sabido adivinar los inescrutables caminos del señor Dylan. Slow traincoming era esa respuesta con canciones como “Gotta serve somebody”, “Precious angel”, “I believe in you” o “When he returns”, entre otras. Aréjula y Lapuente las desentrañan, indagan en los pormenores de las grabaciones y van en el relato musical hacia atrás y también hacia delante, hasta componer un vivo retrato de este Dylan que dibujaba en sus textos la fe misma del converso, en un momento vital muy importante, próximo a cumplir cuarenta años.

Slow train coming. Bob Dylan y la cruz de Jesús es un libro necesario y palpitante que documenta en sus últimas páginas hasta las llamadas giras del Evangelio. Queda claro, pues, que volver a esa etapa de Dylan no es ratificar ni mucho menos una ida de olla del genio, sino todo lo contrario, clarificar hasta qué punto esta etapa de Dylan es tan trascendental como la que alumbró el magistral Blonde on blonde con Slow train coming como verdadera epifanía de aquella época.

Anterior crítica de libros: Morrissey y los Smiths. Tanto por lo que responder, de Carlos Pérez de Ziriza.

 

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