El pasado miércoles, 26 de julio, fallecía Sinéad O’Connor a los 56 años. Una de las artistas más icónicas del siglo veinte y figura esencial de la escena internacional, que ha dejado tras de sí una fascinante colección de discos y canciones. Hoy, Xavier Valiño, como homenaje, rescata algunas de ellas.
Selección y texto: XAVIER VALIÑO.
Bipolar, con tendencias suicidas, marcada por abusos sexuales en su infancia… Hubo muchas experiencias terribles y tremendas en la vida de Sinéad O’Connor, algunas que llegaron desde fuera y otras que ella misma causó. Sin embargo, no es este el lugar para enumerarlas, sino para celebrar su música, expuesta a través de numerosas colaboraciones, adaptaciones de temas ajenos y canciones que ella compuso y editó en diez álbumes y unos cuantos singles, como las doce que hoy destacamos aquí. La versiones, como “Nothing compares U 2”, quedan para otro momento.
1.- “Heroine”, de la banda sonora de Rapto en Rowena (1986)
A The Edge (U2) le ofrecieron en 1986 componer la banda sonora de la película anglo-francesa de título original Captive, en lo que fue una de esas escasas aventuras fuera de su grupo. El disco estaba marcado por un paisaje sonoro ambiental lleno de guitarras infinitas. No obstante, quería contar con un tema vocal en el álbum, así que reclutó a Sinéad O’Connor, de 19 años, recién firmada por el sello Ensign, y ella compuso un texto que reflejaba ya sus eternas dudas y, también, un claro empoderamiento femenino. La era Sinéad comenzaba con un susurro y un grito.
Alternativa: “Take My Hand“ (1984, con In Tua Nua)
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2.- “Troy”, de The lion & the cobra (1987)
El single de debut de Sinéad O’Connor en solitario era verdaderamente audaz: seis minutos de recuerdos, acusaciones, confesiones, súplicas, advertencias y la pura desesperación. Y solo dos acordes a la guitarra, porque, según ella, era todo lo que sabía. La canción utiliza la historia de la ciudad de Troya como metáfora para hablar de su ciudad natal, Dublín, y sobre todo de su madre, quien había fallecido en un accidente automovilístico, en 1985, cuando Sinéad tenía 17 años y quien, según su versión, habría abusado de ella física, sexual y mentalmente.
Alternativa: I Want Your (Hands on Me) (1987)
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3.- “Mandinka”, de The lion & the cobra (1987)
Guitarras corrosivas, atmósferas amenazantes y voces estridentes llenas de aullidos y arrullos acrobáticos constituían el paisaje sonoro del álbum de debut de O’Connor. Su segundo single contenía una letra y un título inspirados por un pueblo de África occidental del mismo nombre, tomado de la serie televisiva Raíces, que partía del libro de Alex Haley. Los tres acordes de la guitarra —que, según reconoció en su libro de memorias Remembranzas: Escenas de una vida complicada (Libros del Kultrum, 2021), marcaron «la primera vez que tuve el coraje de tocar la guitarra correctamente»— y la melodía pop avisaban de que había llegado una estrella absolutamente única al firmamento de la música popular.
Alternativa: Drink Before the War (1987)
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4.- “Black boys on mopeds”, de I do not want what I haven’t got (1990)
Colin Roach era un hombre de color, que contaba 21 años de edad, cuando murió a causa de una herida de bala a la entrada de la comisaría de Stoke Newington (Hackney, Londres), el 12 de enero de 1983. Unos meses después se absolvió a todo posible responsable justificándolo como un suicidio. Justo antes de su asesinato, la Asociación del Pueblo Negro de Hackney había estado pidiendo una investigación pública sobre la vigilancia en la zona, la brutalidad policial, la detención ilegal de personas de raza negra y el acoso racial. Sinéad O’Connor dedicó su segundo disco a la familia de Roach, con referencias al homicidio en “Black boys on mopeds” e incluyendo en el libreto una fotografía de los padres del difunto bajo la lluvia portando un cartel con una foto de su hijo. Debajo de la imagen, Sinéad colocó la siguiente inscripción: “El lugar de Dios es el mundo, pero el mundo no es el lugar de Dios”.
Alternativa: I Am Stretched on Your Grave (1990)
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5.- “The emperor’s new clothes”, de I do not want what I haven’t got (1990)
Tras su éxito masivo “Nothing compares U 2”, Sinéad O’Connor editó este single claramente pop, con un sonido que podía llegar a públicos muy amplios, y un título tomado del cuento de Hans Christian Andersen, El traje nuevo del emperador. Tenía su lógica, ya que hablaba de cómo muchos se dedicaban a juzgarla y darle consejos por ser una madre católica irlandesa soltera que comenzaba a lidiar con la fama. Sus dardos, reconocería después, iban dirigidos a los componentes de U2 especialmente. A pesar de ello, declaraba que dormía con la conciencia tranquila y vivía según sus propias reglas, rematándolo con un «¿cómo podía saber lo que quiero / Si solo tenía 21 años?».
Alternativa: The Last Day of Our Acquaintace (1990)
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6.- “My special child” (single, 1991)
Esta bella melodía, similar a una canción de cuna y dirigida a la hija que no tuvo, no apareció en su segundo álbum, sino en un single posterior. Tras sufrir tres abortos espontáneos, Sinéad había tenido otro voluntario. Se sentía culpable y llegó a asegurar que no tendría más, pero que las mujeres son las que deberían decidir sobre sus cuerpos —cuando el aborto todavía era ilegal en Irlanda—. Esos sentimientos afloran en esta canción en la que habla de la alegría que le habría traído el nacimiento de su hija, y pide perdón porque ella y su pareja, de la que se había distanciado, no estaban preparados para ser padres.
Alternativa: Three Babies (1990)
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7.- “Fire on Babylon”, de Universal mother (1994)
A ritmo de trip hop, este single del disco Universal mother tomaba una muestra de la trompeta de “Dr. Jekyll”, una canción de 1958 de Miles Davis. Por su parte, la letra volvía sobre uno de los temas centrales de su vida: poner fin a los abusos infantiles. Para ello, según reconoció en el libro de memorias antes citado, tomó como motivo algo —sin especificar— que su madre le habría hecho a su hermano y que le seguía remordiendo en su cabeza. La ira se mantiene en este caso bajo control, sin un momento de catarsis en su sonido como en muchas de sus otras canciones, aunque su grito en el estribillo bien podría suplirlo.
Alternativa: John I Love You (1994)
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8.- “Thank you for hearing me”, de Universal mother (1994)
Sinéad O’Connor tuvo una breve relación con Peter Gabriel, con quien colaboró en su álbum Us (1992). Tras su ruptura, escribió este himno, que es más bien un canto a todo lo positivo de una relación, apreciando también lo negativo. Según su autobiografía, se convirtió en su canción favorita para tocar en vivo porque podía llevarla, como un mantra, a un estado hipnótico. Su interpretación refleja ese estado de ánimo maduro y sin resentimientos, con pleno aprecio por lo que fue, incluso en su final: «Gracias por romperme el corazón / Gracias por destrozarme / Ahora tengo un corazón duro, duro».
Alternativa:My Darling Child (1994)
9.- “This is a rebel song” (single, 1997)
Al principio de “Sunday bloody sunday”, de U2 (1983), Bono pronuncia la frase «this is not a rebel song» (“Esto no es una canción rebelde”), para pasar luego a hablar del domingo sangriento de 1972, en el que las tropas británicas mataron a trece personas en el norte de Irlanda. Pues bien, once años después, Sinéad editaba su antítesis “This is a rebel song” (“Esto es una canción rebelde”), en la que aseguraba amar a un inglés que había abusado de ella en el pasado y se negaba a quererla. Por supuesto, se estaba refiriendo al conflicto en Irlanda del Norte entre los unionistas y los nacionalistas irlandeses. En contraposición a la rebeldía del título, la cantaba con toda la dulzura de la que era capaz.
Alternativa: This Is to Mother You (1997)
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10.- “Whomsoever dwells”, de Theology (2007)
El disco Theology, marcado por su interés en la religión, se dividía en dos partes con las mismas once canciones: una interpretada acústicamente y otra con la banda al completo. “Whomsoever dwells”, su mejor momento, era la interpretación de Sinéad O’Connor del Salmo 91, su favorito, una canción en la que habla sobre cómo Dios protege a aquellos a los que ama. Según ella, fueron los salmos los que «permitieron que todos vieran la humanidad de Dios, su vulnerabilidad, su mal humor, su emotividad».
Alternativa: Back Where You Belong (2012)
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11.- “8 good reasons”, de I’m not bossy, I’m the boss (2014)
En esta ocasión, la letra de “8 good reasons” va dirigida contra la industria de la música. Según le aseguró al diario The Guardian, el 27 de julio de 2014: «Suena cursi, pero el sistema no tiene interés en que ninguno de nosotros despierte de lo que Bob Marley llamó esclavitud mental y, en realidad, trate de hacer del mundo un lugar mejor. Los héroes de los jóvenes son los músicos, así que si quieres que el sistema siga funcionando, debes asegurarte de que los jóvenes estén controlados. Una forma de hacerlo es poner en la radio a personas que no digan nada, que no hagan nada que pudiera sacudir el sistema».
Alternativa: Dense Water Deeper Down (2014)
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12.- “Trouble of the world” (single, 2020)
Sinéad O’Connor grabó el góspel “Trouble of the world”, en ayuda del movimiento Black Lives Matter, y lo editó en single el 2 de octubre de 2020, con una versión a capela en la cara B tan o más valiosa. «Se produjo este movimiento increíble que encontré realmente conmovedor, con estas mujeres en las calles diciendo que cuando George Floyd llamó a su madre, llamó a todas las madres», explicó a la revista Mojo en 2020. «Me hizo sentir que este era el momento adecuado para lanzar un disco. Está escrito que el mundo se convertirá en el Jardín del Edén que estaba destinado a ser, y eso para mí es lo que dice la canción. Se trata de un mensaje de esperanza y emancipación, en el que asegura que un día las personas dejarán atrás todos sus problemas cuando mueran y vayan al cielo. Y no solo irán a vivir con el Señor, sino que se reunirán con sus madres». Teniendo en cuenta lo que siempre había dicho de su madre, O’Connor parecía estar queriendo cerrar definitivamente ese capítulo de su historia en una de sus últimas canciones antes de morir.
Alternativa: The Skye Boat Song (2023)