El pasado jueves 8 de marzo Silvio Rodríguez debía actuar en Talca (a 260 kilómetros al sur de Santiago), era el final de una gira de cinco conciertos en Chile, pero el cubano quería actuar gratis, cosa que le impidieron y consideró que las entradas para su concierto eran demasiado caras, así que, unas horas antes de la hora de inicio, optó por suspender el recital.
A resultas de esto, dos abogados de Talca se querellaron el sábado contra Rodríguez, al que acusan de infringir la ley del consumidor por cancelar el recital. La querella también se dirige contra la productora Multimúsica, que organizaba la actuación de Rodríguez.
Silvio Rodríguez, mediante un comunicado ha declarado que “el concierto se suspende por decisión mía, al conocer las reiteradas manifestaciones de disconformidad por los precios de las entradas. Pido disculpas a las personas que pagaron 1.030 entradas y a la producción, por los inconvenientes que mi decisión pudiera provocar”. También remarcó la necesidad de que se apruebe un mecanismo legal “para que los artistas que visitamos Chile podamos hacer al menos un concierto gratuito”, cuestión que ya había planteado a la presidenta del país, Michelle Bachelet, cuando lo recibió unos días antes en el palacio de La Moneda.
La noche del concierto, algunos espectadores que esperaban asistir al concierto se reunieron en la puerta de Teatro Regional, algunos habían viajado más de 2.000 kilómetros para asistir al concierto. Ana María Lepe, que encabezó las protestas contra los precios, anunció que recurrirá también a la justicia, mediante un recurso de amparo para resguardarse frente a posibles agresiones, tras recibir «amenazas telefónicas muy fuertes» y ofensas públicas. Lepe, seguidora de Rodríguez, aseguró que las personas apostadas frente al teatro profirieron gritos insultantes contra ella. Unos días antes, Lepe reunió en Talca un centenar de firmas de personas que pidieron al Ayuntamiento precios más bajos para el recital del Rodríguez.
Las consecuencias de la decisión del cantautor cubano, han tenido amplia repercusión en Chile, con declaraciones de dirigentes de organizaciones políticas, sociales y de defensa de los derechos humanos que celebraron la “decisión ética” de Silvio Rodríguez de cancelar el concierto. Manuel Jacques, presidente de la Izquierda Cristiana Chilena, declaró: «Silvio nos dio a los chilenos un ejemplo de ética y humildad al decidir no presentarse. Uno de los derechos fundamentales que tienen los pueblos es el acceso a la cultura y la recreación, y es deber del Estado asegurar ese derecho. No podemos permitir que el mercado regule el acceso a los grandes gestores de la cultura universal. Las autoridades deben recoger la propuesta de Silvio y permitir que los más pobres puedan ver y escuchar a los gestores de la cultura universal».
Por su parte, Juan Andrés Lagos, dirigente del Partido Comunista de Chile, aseguró que “Silvio nos dejó como enseñanza que el hombre no sólo vive del dinero, también vive de la dignidad y la decencia. Es primera vez que un artista suspende su concierto porque el teatro está lleno, lo común es lo contrario».
Elizabeth Henríquez, concejal de Lo Espejo, una de las comunas más pobres de la capital, agradeció a Silvio su propuesta de realizar un concierto gratuito: «Nosotros, los más pobres, no podemos pagar altas sumas de dinero para ir a ver a nuestros artistas. Ese dinero –en referencia al precio de las entradas– es la mitad de lo que gana al mes un obrero. Que lindo sería que otros artistas, como Silvio, pudieran proponer recitales gratuitos. Pero siempre se interpone la miopía de las autoridades, que no entienden el significado de tan digno gesto del artista cubano”.