Bautizaron a la banda con el nombre de una canción de Brigitte Bardot. Sus primeros directos eran una completa locura. Jugaron con la electrónica y la psicodelia de los sesenta. Cantaban en inglés y se pasaron al castellano. Son Sidonie, el trío de Barcelona que hace pocas semanas ha editado «El Incendio». Es un buen momento para recuperar su discografía.
Texto: ÀLEX ORÓ.
Cuando a principios de la década irrumpieron los Sidonie en la escena pop española se convirtieron en una especie de «enfants terribles». Sus conciertos eran descacharrantes. Se disfrazaban de tomate, de la Pantera Rosa y la liaban parda. Sus primeros discos rezumaban ambición por ser alguien en el mundo de la música, de vivir como una estrella del rock de los sesenta. Tras unos inicios anglófilos, se pasaron al castellano y ahora flirtean con las canciones de amor. Veamos, a través de sus discos, cómo ha evolucionado el trío barcelonés en casi diez años.
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«Dragonfly»
(Bip Bip, 2000)
Psicodelia británica de la segunda mitad de los sesenta, sonidos hindúes y electrónica son los denominadores comunes de este EP de debut. Sorprendente por su frescura y descaro, augura una gran carrera para el trío, que en esta época ya es conocido por sus arrolladores directos, especialmente intensos en locales pequeños. Son inevitables las comparaciones con Kula Shakers y Stone Roses. Para demostrar que no tienen miedo a nada, incluyen una versión de ‘Beautiful stranger’, del repertorio de… ¡Madonna!
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«Sidonie»
(Bip Bip, 2001)
El trío formado por Marc Ros, Jesús Senra y Axel Pi no afloja. Tras su impactante y esperanzador debut, se atreven ya con un LP que sigue la senda de «Dragonfly». Su primer larga duración comienza con la inquietante ‘(Ahora entiendo a) Gene Clark’ y sigue con la bailonga ‘Feelin down’, uno de temas estrella de un disco que no tiene desperdicio. ‘Sidonie goes to moog’ amplía las influencias del grupo incorporando el funk, que mezcla con samplers y loops. En ‘Venusian dreams’, el grupo bucea de nuevo en las sonoridades hindúes. Las deudas con las grandes bandas de los sesenta se dejan sentir en ‘The sheltering sun’, una composición que nos retrae al sonido de los Beach Boys; ‘Sad in my cloud’ tiene esas reminiscencias al álbum blanco de los Beatles que fluyen en toda la obra primeriza de Sidonie. Un disco, que ahora por ahora, ha envejecido muy bien.
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«Let it shine»
(Bip Bip, 2002)
Última grabación para Bip Bip, que el grupo no considera como un LP en su discografía oficial pese a tener más canciones que «Dragonfly». Seis temas y la pista de vídeo de ‘The sheltering sun’ conforman este trabajo de transición en el que destaca ‘Let it shine’, una canción en la que exploran las posibilidades de crear a base de jam sesions jazzísticas. La parroquia beatleliana valora este mini LP por las versión de ‘It’s all to much’, de George Harrison y grabada en colaboración con los Carrots. Completan el disco ‘Love’, ‘The birds are flying high’, una revisión de ‘The sheltering sun’ y ‘Duerme’, una versión de El Niño Gusano y el primer tema que graban en castellano. Pese a no tratarse de una composición propia da muchas pistas sobre el itinerario artístico que seguirá el grupo a medio plazo.
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«Shell kids»
(Sony, 2003)
En su primer disco para una «major», Sidonie sigue con su pasión por la santísima trinidad de las B (Beatles, Byrds y Beach Boys). Los ecos de discos como «Revolver», «Rubber Soul» o «Pet Sounds» se hace más evidente que nunca. ‘The sheltering sky’ y ‘Moments’ son dos pequeñas joyas de psych pop y un claro reflejo de esta afirmación. La vena más rockera del trío aparece en ‘Let the horse B with you’ y ‘Just call it R N’R’, mientras que su lado más romántico surge en ‘Standing together’. ‘Cousteau’s zodiac’, en cambio es la concesión de este disco a la electrónica, mientras que ‘Turn it up’ es la pieza más bailable. ‘Bla, bla, bla’ y ‘On the sofa’ y sus pegadizos estribillos fueron los temas estrella de este disco rico en detalles, armonías y grandes canciones. Sidonie consiguió en este segundo LP mejorar notablemente su sonido. Contaron con más medios y eso se tradujo en una mayor calidad sonora.
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«Fascinado»
(Columbia/Sony, 2005)
¡Doble salto mortal sin red! Sidonie, uno de los grupos más anglófilos del pop español se pasan al castellano y pierden por el camino a parte de los fans que tenían en los ambientes “sixties”. ¿Les sentó bien el cambio? En lo musical el grupo no varía ni un ápice su estilo (psicodelia, electrónica, jazz, ritmos étnicos…) pero siente la necesidad de comunicar sus canciones en una lengua que la entienda la mayoría de su público. La intención es buena y rozan el notable aunque todavía no parecen del todo cómodos con la lengua de Cervantes. Como decíamos, su estilo musical no ha cambiado en exceso pero suenan mucho más asequibles. Apuntan al “mainstream” pero no dan en el centro de la diana.
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«La Costa Azul»
(Columbia/Sony, 2007)
Textos más elaborados y maduros para el segundo trabajo en castellano del grupo barcelonés. Sidonie están evolucionando. Cada vez más pop gracias a los arreglos de cuerda que suenan en la mayoría de las composiciones de este disco pero también menos creíbles para los que todavía les siguen desde las grabaciones para Bip Bip. ‘Costa Azul’, la inquietante y frenopática ‘Nuestro baile de los viernes’ o ‘Dandy de extrarradio’ son, sin embargo, temas redondos que merecen ser escuchados con atención.
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«El incendio»
(Columbia/Sony, 2009)
Lanzado a finales de agosto de este año, lo que le permitió auparse rápidamente al puesto cuatro de las listas de ventas (en una época de pocas ventas, con un puñado de copias vendidas subes como la espuma entre los discos con mayor aceptación comercial), «El incendio» es el tercer trabajo en castellano de Sidonie. Durante la promoción del disco, el trío catalán asombra explicando que se trata de un LP dedicado al “amor”. Mantienen su actitud rockera y como escribió en EFE EME Josemi Valle, continúan “metabolizando el legado beatle”. Es un disco irregular, con claroscuros. Arranca con la poderosa ‘El incendio’ y tiene temas como ‘Un-día-más-en-la vida’ (en el que canta Miri, la hermana de Marc Ros que siempre colabora en una de las canciones de cada uno de los discos del grupo) o ‘La sombra’, ‘Algo nos pasará’ en las que Ros, principal compositor de Sidonie, mantiene intacta la capacidad de crear potentes y pegadizos estribillos. Todavía tienen que encontrar la fórmula que les permita fusionar sin grietas todas sus influencias y las letras en castellano. Esperemos que no tarden demasiado.
