Sidonie: «El nivel de experiencias ya sobrepasa nuestra imaginación»

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«Para un fan de los Beatles, Yoko Ono al principio podía ser un personaje hostil, pero es una artista que me ha acabado alucinando con su trabajo»

 

Un disco de voz, guitarra, bajo y batería: eso es lo que hay detrás de Marc, Axel y Jes, el nuevo disco de Sidonie. De ello hablan con Carlos H. Vázquez.

 

Texto: CARLOS H. VÁZQUEZ.
Fotos: ANXO CASAL.

 

Marc Ros, Axel Pi y Jes Senra están sentados en el sofá terminando otra entrevista sobre el décimo disco de Sidonie, que lleva por título los nombres de pila de los tres componentes: Marc, Axel y Jes (Sony, 2023). «Back to the basics» («de vuelta a los básicos»), que dirían algunos. Bajo, voz, guitarra y batería.

No tardan los tres en levantarse para salir a la calle y posar ante la cámara del fotógrafo. En pie, se avían la ropa, se atusan y buscan sus respectivas gafas de sol. Axel se sube un poco el pantalón —los pitillos se ajustan a las piernas como una segunda piel pero hacen «culo cagao», esto es así—. De regreso de la sesión, el frutero de la calle ha pedido hacerse una foto con ellos. Es fan. Y los Sidonie acceden de buena gana. De hecho, han decidido que van a sostener la mitad de un melón para inmortalizar el momento. Ya en el local (Marilians Records), los músicos ocuparán el mismo lugar del sofá todo lo que queda de mañana. Comentan Hackeny diamonds (Polydor, 2023), el nuevo disco de The Rolling Stones. “Tell me straight” —cantada por Keith Richards— tiene un punteo muy parecido al de “A face in the crowd”, perteneciente al álbum Full moon fever (MCA Records, 1989) de Tom Petty. Jes aporta a la comparación “Is this love” de Whitesnake y dice que Richards le ha sorprendido una vez más. Tres tipos —cuatro en realidad— hablando de música. Si no fuera por la hora, bien entrarían en la ecuación unas copas.

 

¿Cuál de los tres bebe agua entre copa y copa para amortiguar la resaca posterior?
Marc: Es por la experiencia, por las resacas muy duras. Pero tardé, ¿eh? Creo que fue a los treinta y cinco cuando aprendí a no beber chupitos entre copa y copa. Si lo piensas es una locura. Y lo de beber agua, puedes pensar que es una tontería, porque si estás bebiendo copas es para emborracharte, pero no; te emborrachas igual y al día siguiente tienes la mitad de resaca.

 

¿Solo la mitad?
Marc: La mitad. Puedes salir indemne si te has tomado siete copas, pasas la resaca un poco mejor.

 

En la canción “Cedé” cantas que sales a que te dé el sol para desconectar y al final terminas vomitando…
Marc: [Risas] Porque la realidad me hace vomitar. Sobre todo la ropa que llevan los ciclistas, tío, que me da arcadas. Hay que revisar un poco eso. Van muy horribles, no hace falta ir tan feos. Se puede ir en bicicleta o hacer deporte e ir más guapos.
Jes: Es que la visión de la bici, las mallas y las piernecitas es rara.
Marc: Ese día yo era peatón, pero uso la bici, aunque no soy un loco del timbre. Barcelona no es Amsterdam. ¡Tranquilos, ciclistas! Lo digo con todo el amor. Este es un disco apto para ciclistas, pueden escucharlo.

 

Creo que te pueden multar si escuchas música con auriculares mientras vas en bici.
Marc: Hacen bien.
Jes: Si escuchas a Sidonie yendo en bici, te multan pero no te quitan puntos.

 

¿La culpa de todo la tienen los chupitos o la tiene Yoko Ono?
Marc: [Risas] Esa es buena, tío. El mismo Paul McCartney, a lo largo de los años, dijo que era una ingenuidad pensar que la separación de los Beatles era por Yoko Ono. Gran artista, por cierto, que me hizo llorar en una obra que tiene en el Museo Guggenheim de Bilbao. Para un fan de los Beatles, al principio podía ser un personaje hostil, pero es una artista que me ha acabado alucinando con su trabajo. Así que fueron los chupitos quienes separaron a los Beatles.

 

De vuelta al disco, recuerdo unos versos del poeta Salvador Novo que siempre me han hecho pensar en Sidonie: «Y yo lloré inconsolablemente / porque en mi gran sala de baile / estaban todas las vidas / de todos los rumbos / bailando la danza de todos los siglos / y era, sin embargo, tan triste / esta mascarada». Parece que él ha vivido algo parecido a lo que cantáis vosotros.
Marc: Sí. Pero primero vamos a detenernos en Salvador Novo. Antes, Axel me comentaba ciertas señales que está habiendo con México y yo a Salvador Novo lo descubrí junto a Axel y a Jes en una librería en México, así que si me citas a Salvador Novo a mí ya me vuela la cabeza. Me encanta la literatura mexicana y a él lo descubrí en la sección de poesía. Abrí el libro y ya el primer poema me pareció increíble. Me compré el libro y ahora se ha convertido en uno de mis poetas favoritos. Él, al ser homosexual, lo tenía muy jodido. Las fiestas eran otra historia, lo tenía que hacer todo a escondidas… Nosotros no hemos sufrido esto, pero sí acercarnos a la barra para pedir una copa y que la camarera nos reconociera porque su madre es muy fan nuestra. Esto pasó de verdad, por eso lo que decimos en “No salgo más”.

 

«Es muy emocionante saber que alguien se ha criado musicalmente con nuestras canciones gracias a su padre o a su madre»

 

¿Es un signo de envejecimiento?
Marc: Claro. Es bonito, pero ese día me jodió [risas]. Después me ha pasado con otros artistas. Creo que esto le sucedió a Kobe Bryant con Michael Jordan. Un día coincidieron los dos y Kobe se acercó a Jordan para decirle «gracias por existir, mi padre jugó contigo». Michael Jordan también se enfadó al principio. En nuestro caso al principio jode, pero después nos puso muy contentos saber que le gustamos a la madre y a la hija.
Axel: Es una de las cosas evidentemente positivas sobre los años que llevamos tocando; encontrarnos no solo con algo que es muy bonito también, que es ver a padres y madres con niños y niñas a hombros viendo un concierto, sino que no pensábamos lo bestia que iba a ser hasta que lo hemos vivido. Tenemos la suerte de escuchar cómo alguien joven, pero suficientemente adulto como para poder pagar su entrada e ir a un concierto nuestro, hable con nosotros para decirnos que ha pagado una entrada para vernos y nos cuenta el motivo por el cual es fan del grupo, porque su madre o su padre le ponían Sidonie cuando era pequeño. Todo el mundo se hace mayor, es impepinable, pero es muy emocionante saber que alguien se ha criado musicalmente con nuestras canciones gracias a su padre o a su madre. Lo que nos está ocurriendo con el paso del tiempo es que el nivel de experiencias ya sobrepasa nuestra imaginación.

 

Tenéis casi cincuenta, ¿no?
Jes: Yo tengo los cincuenta y en meses me voy al cincuenta y uno y estoy encantado de la vida. No me afecta para nada en absoluto.
Marc: Hombre… ¿Y las resacas de las que hablábamos antes, nano?
Jes: Sí, pero salí bastante rápido [risas], con lo cual no estoy tan mal.

 

[El entrevistador enseña al grupo el sketch de La Hora Chanante en el que Julián López tiene un diálogo con su interior sobre si volver a salir o no de farra.]

 

Jes: Podría ser yo perfectamente. Antes de ayer estaba exactamente igual, tío. Tuve como un diálogo con mi interior y no ha servido de nada.
Marc: Es que los diálogos van en dos direcciones: por un lado, tienes los mensajes de WhatsApp que recibes de la gente con la que te juntaste. El otro día acabamos en el Wurlitzer y fue una noche maravillosa, pero por otro lado tienes un diálogo contigo mismo y te dices que eres un gilipollas y que no vas a salir más. Es curioso. Suelo tener lagunas, pero estar en una sala mítica de Madrid, como es el Wurli, con músicos de Madrid o que están viviendo por aquí, no es lo mismo que estar en un festival. Tenemos el mismo trabajo y todos pasamos por las mismas glorias y las mismas miserias. Cuando hay una fiesta con mucha gente y veo a un músico, voy directo como un imán y me pongo a charlar con él; quiero que me cuente su vida porque es la mía también.
Axel: Es obvio que el precio que se paga por salir muchas veces, el de la resaca, es alto. Todo el mundo lo sabe. Pero también es muy alto el precio que pagas por no hacerlo. Si no hubiésemos estado con los amigos del otro día, en ese momento en el que estábamos provocando la resaca del día después, no estaríamos ahora exaltando la amistad de este reencuentro. En realidad fue una noche maravillosa, así que no salir hace que te puedas perder una noche maravillosa. Es el eterno dilema, el eterno problema, y la sensación del eterno castigo por pasártelo bien.

 

¿“De la cama al sofá” es la cara B de “No salgo más”?
Marc: Si fuera una serie, ¿sería el segundo capítulo?

 

Un spin off más bien.
Marc: Sí, bien dicho. La pregunta ya viene con una respuesta impresionante. Justamente ayer coincidimos con el productor de esta canción. Como sabes, este disco tiene tres productores y en “De la cama al sofá” está Javi “Harto” Rodríguez, que se cascó la gira de El Madrileño de C. Tangana. Estuvimos con Javi, Santos & Fluren y Sergio Pérez. Hemos salido del estudio habitual de Sidonie y hemos dado una vuelta por España. También hay canciones que hemos grabado con Raúl Pérez en La Mina, en la mítica, pero van a salir posteriormente. Para este disco en realidad hemos trabajado con cuatro equipos.

 

Entonces, ¿van a salir más canciones?
Marc: Sí, algunas canciones sueltas.

 

¿Un epé?
Axel: Ya veremos. Están guardadas. Grabamos más canciones de las que queríamos que fueran al disco. Cuando las tuvimos, fue un dificilísimo ejercicio dejar de lado o guardar canciones porque queríamos que fuese corto, con diez temas, y que por muy poco no llegara ni a los treinta minutos. Era algo que realmente buscábamos.

 

«Sidonie siempre va a sonar a Marc, Axel y Jes, que son tres tipos que han nacido a orillas del Mediterráneo, como diría Joan Manuel Serrat»

 

¿Más power pop y menos psicodelia?
Marc: Igual la banda no se atreve a poner la etiqueta a veces porque somos así de tontos. Pero ya que lo has dicho, hay que reconocer que hemos compartido discos de ese estilo. Para empezar, el power pop nace con los Kinks y con los Who. Evoluciona y pasamos por Badfinger, Big Star y Raspberries… hasta Teenage Fanclub. Se han compartido estos discos, así que este trabajo nuestro suena un poco… Casi por definición, las cuatro primeras canciones son powerpoperas. Después, con “Es muy pop” o “Mil colores”, la cosa te despista un poquito.
Jes: La palabrita power pop nunca me ha gustado. Lo recuerdo de los dosmiles y todo eso, que se hacía mucho power pop.
Marc: Pero el invento es de Pete Townshend…
Jes: Sí, pero la palabra no me gusta, aunque escucho mucho power pop.
Marc: Es verdad que teníamos colegas que estaban muy pesados con los Pogues. En esa época nosotros no escuchábamos a ese tipo de bandas. Pero ahora sí, ahora escuchamos de todo. Ya que estamos con las etiquetas, yo ahora me llevo bien con el indie español.

 

Pero, ¿qué es el indie?
Marc: Claro. Ya me he acostumbrado y yo mismo lo digo: es lo que hacemos. Estamos aquí, en esta escena, que se llama indie español a falta de mejor nombre, pero es lo que hacemos.

 

¿Por qué cuatro productores?
Marc: Por probar cosas. Por estar fuera de Barcelona y divertirnos un rato.

 

¿Nunca habíais grabado fuera de Barcelona?
Jes: No, nunca.
Axel: Piensa que toda nuestra discografía, la que tiene que ver con los elepés, está grabada en Barcelona y siempre ha sido con los mismos productores. Nuestra historia de amor y nuestra historia profesional con Santos & Fluren de Blind Records es muy bonita, porque nuestra primera maqueta ya la grabamos con Santos. Toda nuestra carrera ha estado unida a Santos & Fluren como productores. Hemos crecido juntos, nos hemos adaptado y hemos evolucionado juntos. Este disco, este momento, nos pedía probar cosas nuevas sin dejar de grabar canciones con ellos, porque nos encanta hacerlo. Creo que ellos mismos ya llevaban un tiempo diciendo que nos iba a sentar muy bien. Ha sido una gran experiencia.

 

De ahí, entiendo, el título de este disco: Marc, Axel y Jes.
Marc: Sí. O Ignasi, Aníbal y Miguel [risas], que son los nombres alternativos que nos iban a haber puesto nuestras madres. Con ese título hubiera sido un disco de progresivo, con mucho teclado.
Jes: ¿¿Y Miguel??
Marc: Hombre, Miguel sería más Cánovas, Rodrigo, Adolfo y Guzmán. A mí Miguel me flipa. Ignasi habría hecho pop català [risas]. Ignasi solo, ¿eh? Ahora que se han despedido Manel, gran grupo, falta alguien con nombre de pila, tío.
Jes: Pero si el disco se llama Marc, Axel y Jes es porque no hay nada más que Axel con la batería, Marc con su guitarra y su voz, y yo con el bajo. Nos han salido canciones de dos minutos y medio como mucho. No hay ningún artificio. Es la banda en estado puro, más que nunca.

 

En El regreso de ABBA tenéis “Verano del amor” y en Marc, Axel y Jes está “Verano equivocado”. ¿Cómo os las vais a apañar?
Marc: Me di cuenta el otro día haciendo el repertorio. Cuando haces un repertorio, normalmente no pones el nombre entero de la canción, sino una palabra para localizarla, y yo puse «Verano». Pero, claro, cuando toquemos “Verano equivocado”, ¿qué? El verano es una eterna fuente de inspiración para Sidonie y siempre lo será. Aparte, en el contexto del Mediterráneo, de donde somos, nuestro pop suena de ahí, hagamos lo que hagamos. Aunque la influencia principal del disco sean los dos primeros álbumes de Elvis Costello, Sidonie siempre va a sonar a Marc, Axel y Jes, que son tres tipos que han nacido a orillas del Mediterráneo, como diría Joan Manuel Serrat.

 

¿Por qué en “Cedé” dices «igual de deprimente que en 1997»? Es el año de fundación del grupo.
Marc: También es ficción, porque ahora es más deprimente. Pero no hay que caer en la nostalgia; es ficción. Olvídate, no pienses que en los noventa se vivía increíble y que éramos superfelices, porque no era así; fue una época bastante jodida para montar un grupo también. Cuando salimos por ahí, gente de nuestra quinta que nos hemos encontrado dice que antes la gente vestía mejor, que la música era mejor… Y no, no. No hay que caer en estas nostalgias, porque es un ejercicio de ficción, es fabulación, y no existe. Es verdad que ahora estamos un poquito peor, pero el cedé va a volver [risas].

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