«Quería decir lo que me apetecía, y decirlo como me apetecía. Con el tiempo te vas quitando prejuicios, y esta vez me he quitado bastantes»
Tras cuatro años sin disco, Sidecars están de vuelta con «Fuego cruzado», el tercero, y en el que se muestran algo más reposados, o por lo menos más sabios.
Texto: ARANCHA MORENO.
Irrumpieron en 2008 con un disco homónimo y rápido que dejaba impronta. Tenían algo, una energía que han ido depurando, que algunas veces se torna en reposo, pero que sigue dejando aquella primera huella. Ahora lo hacen con «Fuego cruzado», un tercer disco que ha tardado en llegar pero que lo ha hecho con aplomo. Sidecars ahora son cinco –Juancho, Manu, Ruly, Gerbás y Matías– y en este álbum les acompaña un peso pesado de la producción: Nigel Walker. Por fin ve la luz el disco, mientras cuentan los minutos para volver a salir a la carretera y reencontrarse con su público. Así lo cuenta su vocalista, Juancho, días antes del estreno, la misma semana que ha acompañado en directo a su hermano Leiva al cuádruple llenazo de La Riviera madrileña.
Han pasado cuatro años desde vuestro disco anterior, «Cremalleras». ¿Esa franja de tiempo tan importante han sido simples plazos, o ha marcado especialmente este nuevo trabajo?
Sí, ha influido bastante. Te pasan muchas cosas en cuatro años. Nos ha dado tiempo a abrir un poco el espectro, y nos ha dado tiempo a asustarnos. Nos hemos cambiado de discográfica, ha habido un tiempo sin estar en una ni en otra… Todo eso creo que eso está reflejado en las canciones. Si hubiéramos sacado el disco hace dos años, habría canciones que no habrían formado parte del disco, porque no las había compuesto todavía. Sí, ha influido bastante.
¿Así que puede decirse que este disco tiene dos partes, en función de ese periodo de composición?
Nos juntamos para ver las canciones que teníamos para este disco, juntamos un montón, más que nunca, unas veinticinco o así. Algunas eran del primer periodo, las escribimos durante la gira de «Cremalleras», y otras de esa época se nos quedaron un poco atrás, y fueron sustituidas por otras.
Eso llama la atención, porque en este disco ocurre como en los anteriores: tenéis canciones muy frescas, que parecen grabadas con cierta urgencia, sin darle mil vueltas que rompan esa primera impronta.
Hay de todo. El grueso de las canciones han sido escritas en el último año, pero siempre hay alguna. Sin ir más lejos, ‘Fuego cruzado’ era una de las que teníamos ya, y estábamos medio en duda, hasta que la montamos en el local y de repente nos dimos cuenta de que iba a ser un punto importante.
De hecho, las canciones también han sufrido transformaciones estilísticas en el local…
Sí, cuando maquetamos ‘No vuelvas’ nos la llevamos a un terreno muy country, Matías y yo con el pedal steel, le dimos un clima muy del Oeste. Luego estuvimos dándole vueltas, y cuando ya nos pusimos a trabajar con Nigel, y pensamos: ¿por qué no nos divertimos un poco y le quitamos ese poso de seriedad? Es una canción que tiene una letra un poco más gamberra, podíamos llevarla por ahí. Así lo hicimos, nos buscamos unas guitarras y creo que quedó bien armada.
Como decís en una de las canciones, este disco parece surgido de un arrebato de sinceridad.
Para mí, sí. Quería decir lo que me apetecía, y decirlo como me apetecía. Con el tiempo te vas quitando prejuicios, y esta vez me he quitado bastantes.
En ‘La estampida’ habláis claro, hay una crítica severa a los que mandan. ¿De vez en cuando hace falta soltarlo?
Sí, aunque no somos revolucionarios. No somos un grupo que hable de política ni mucho menos. Esa canción se puede aplicar a la política como se puede aplicar a tu jefe o a tu profesor de la universidad. Es un canto a los que están llevando las reglas: dadnos un respiro, que lo estamos pasando muy mal el grueso de la gente en este país. Estamos desesperados. No nos toquéis mucho los huevos, que somos muchos y estamos muy calientes.
Es un disco muy directo, muy enérgico. ¿Hay que trabajar mucho para conseguir canciones así, o hay que aprovechar el primer impulso y lanzarlas rápido para no perder esa energía inicial?
Yo pienso que cuando le das demasiadas vueltas a las cosas pierdes perspectiva. Las cosas como salen, hay que trabajarlas un poquito y soltarlas rápido, antes de cansarte y meter la pata.
«Este ‘standbye’ que nos hemos tomado es bueno y era necesario, pero estamos empezando a desesperarnos bastante, queremos salir ya a la carretera y ver lo que hay»
Ha sido vuestro primer disco con Nigel Walker, ¿cómo ha fluido la grabación?
Ha sido muy divertido trabajar con Nigel, aparte de que hemos aprendido mucho, ha sido una experiencia muy bonita, tiene mucha experiencia, sobre todo en nuestro campo. Nos hemos reído muchísimo y nos ha ayudado mucho, ha entendido bien lo que nosotros queríamos y lo ha hecho suyo de alguna manera. Estaba ilusionado con nuestras canciones, y ver al productor ilusionado es muy importante, te da una subida de energía muy grande. Nigel estaba muy involucrado y se nota, ha hecho una producción perfecta.
Se ha encontrado lo mismo que se encuentra vuestro público: una banda joven pero con un directo muy sólido, que se enfrenta con esa misma seguridad al estudio.
Sí, él nos había visto alguna vez. El primer día que vino dijo una cosa que era lo mismo que le íbamos a decir nosotros: “Yo os he visto en directo y quiero que el disco sea lo mismo que hacéis en el escenario. No quiero pausa, quiero que suena con la misma caña que tenéis en el directo”. Nos dimos cuenta de que hablábamos el mismo idioma. Bueno, el mismo idioma él lo habla un poco mal.
El mismo idioma musical… ¿Eso supuso que la grabación fuese en directo, o por pistas?
Hemos hecho igual que en los otros discos. Entramos todos a la vez en el estudio, grabamos guitarras, bajo y batería todos juntos, y sobre eso hemos regrabado algunas cosas. Algunas guitarras se quedan y otras se van, pero ya mantiene el alma de haber estado tocando juntos. Es la sensación de un directo.
Para vosotros el eje de la banda son las canciones, ¿hay algún tema que haya tirado especialmente fuerte del resto del disco?
Sí, creo que ‘Fuego cruzado’ y ‘Contra las cuerdas’ han sido un punto de inflexión muy grande. ‘Fuego cruzado’ por ser la primera, a todos nos enganchó por el estómago, empezamos a tirar y nos dimos cuenta por dónde iba a ir este disco. Y ‘Contra las cuerdas’ tuvo algo especial desde el principio. La compuse y al día siguiente me fui a casa de Matías a grabarla juntos y quedó muy parecida a lo que es en el disco. Estas cosas no suelen ocurrir. Nos dimos cuenta de que era una buena canción, que reflejaba muy bien el momento en el que estábamos.
En vuestra web, www.sidecarsrock.es, hay un contador con los días que faltan para vuestro primer concierto. Supongo que vosotros estáis igual de impacientes.
Estamos contando los minutos. Tenemos muchas ganas, siempre hemos tenido una dinámica de tocar muchísimo. El disco es una excusa para salir a la carretera después. Este «standbye» que nos hemos tomado es bueno y era necesario, pero estamos empezando a desesperarnos bastante, queremos salir ya a la carretera y ver lo que hay, si nos vamos a encontrar más o menos de lo que había antes. Tenemos ansia de tocar.
Con el disco anterior las cosas os fueron bien, tocásteis bastante y también sonásteis bastante, sobre todo ‘Fan de ti’. ¿Ahora tenéis buenas expectativas?
Sí, lo poquito que nos hemos movido hemos tenido muy buenas sensaciones. A día de hoy no se puede tener un medidor, con el disco anterior dejamos las cosas en un buen sitio, pero ha pasado un tiempo y no se sabe lo que nos vamos a encontrar. No lo sé, no me atrevo a decir lo que nos vamos a encontrar. Prefiero no pensarlo, y bienvenido sea.
¿Cómo se lleva esto de hablar del nuevo disco de Sidecars en plena gira con Leiva? Es una dualidad carretera-disco muy importante.
Bueno, las dos bandas queremos mantener eso como está. Yo no quiero dejar de tocar con mi hermano, él no quiere que yo deje de tocar con él. La gente me pregunta qué pasa con Sidecars, y con Sidecars no pasa nada, estamos igual de fuertes que siempre. Yo tengo ganas, aprendo mucho tocando con mi hermano y con su banda, y aunque vaya a ser un calendario un poco loco creo que voy a aprender, va a ser una etapa divertida, una etapa interesante.