DISCOS
«Músicos experimentados y en forma dando su puñetazo encima de la mesa y reivindicando que lo suyo son los escenarios, los garitos, la cercanía con el público»
J. Teixi Band
Showtime (reedición)
WARNER, 2020
Texto: MANOLO TARANCÓN.
Para los nostálgicos y los que gusten del sonido clásico cuesta encontrar novedades donde un Hammond B3 suene, precisamente, a Hammond B3. O que una armónica suene añeja, por no hablar de sonido de guitarras afiladas que nos transportan a recuerdos de otras décadas. Si además añadimos una sección de vientos a la altura de las circunstancias y buenas canciones, podríamos decir que estamos ante una de esas excepciones. En el sonido y en la ejecución. Cuando hablamos de blues, de rhythm and blues con ciertos tintes soul, nos vienen a la cabeza los clásicos, por mucho que los géneros sigan reinventándose, adaptándose, evolucionando. Pongamos el nombre de Javier Teixidor sobre la mesa. Estamos ante un valor seguro en cuanto a los parámetros anteriormente expuestos. Ya con Mermelada y su debut discográfico con Coge el tren (Chapa Discos, 1979) demostró que se puede hacer rhythm and blues y blues en castellano de muchísima calidad sin prejuicios. Su siguiente proyecto, nacido en 1999 y que se mantiene en la actualidad, J. Teixi Band, sigue las mismas pautas haciendo lo mismo que tan bien ha sabido hacer siempre su líder.
Por ello es una suerte la reedición en vinilo de Showtime a través del sello Warner, que nos traslada a diferentes conciertos en la extinta Sala Chesterfield de Madrid y que se publicó en el año 2000. De acuerdo, no estamos ante una novedad propiamente dicha, pero sí ante la vuelta de una referencia agotada y descatalogada, lo que no deja de ser una buena noticia para los amantes de este género. Con su primer disco Atrapado editado unos meses antes (hablamos de 1999), y con la banda empezando a rodar, la J. Teixi Band se lanzó a por un trabajo estremecedor en cuanto a sonido y calidad de las canciones. La banda, formada por exmiembros de Mermelada (Daniel Montemayor al bajo y Antonio Melgar a la batería) y del ex Elegantes Emilio Galiacho, responsable del órgano y del piano, demuestra la calidad individual y su empaste colectivo que nos lleva al virtuosismo y a algo que debiera ser tan necesario como evidente: la defensa en directo de un buen puñado de canciones. Casi la totalidad de las composiciones son inéditas con respecto a su primer álbum, rescatando únicamente los temas “Atrapado” y “De qué vas”, versión del tema original de los Fabulous Thunderbirds, y “Algo de amor”, en el cedé que acompaña al vinilo. Nos encontramos con unos músicos experimentados y en forma dando su puñetazo encima de la mesa y reivindicando que lo suyo son los escenarios, los garitos, la cercanía con el público. Todo sin recurrir a la estrategia fácil de desenpolvar hits, demostrando que cuando hay creatividad y canciones no siempre es necesario recurrir al pasado.
Una suerte de banda y de directo lanzando enérgicas canciones con mención especial al órgano hammond (vaya solo en “Eres la lluvia”), el piano de “Necesitas algo” o el maravilloso cuarteto de vientos que a veces acompaña, a veces se marca un riff y en ocasiones hasta destaca por encima del resto de instrumentos. Todo en su debido momento y en su correspondiente espacio. Mérito que no podemos obviarle a Emilio Galiacho, responsable de los arreglos de los metales, ni a sus cuatro ejecutores. Las letras a las que nos tiene acostumbrados Teixidor son precisamente eso, costumbrismo e historias cantadas de tú a tú. No es necesario remarcar la dificultad a la hora de marcarse versos en castellano dentro de un género como el blues. Muy a la altura la versión de la mítica “Gloria” de Van Morrison, «Going to a go-go” (de Smokey Robinson & Miracles), o «Solo puedo» de Otis Rush. Cuando lo que se pretende es registrar un disco en directo, rara vez fallan los amigos. Y Teixidor los tiene. Encontramos al armonicista Ñako Goñi, la guitarra y la voz de Carlos Segarra (líder de Los Rebeldes) en “De qué vas”, la guitarra inconfundible de Álvaro Urquijo en “Nacional VI”, la guitarra en “Atrapado” de Javier Andreu y la de Juanma del Olmo en “Gloria” y “Calles quemadas”.
Discos como Showtime desbaratan los prejuicios y argumentos de aquellos que manifiestan que en el castellano no caben en géneros como el blues, el rhythm and blues o incluso ciertos tintes soul. Y es que, como frontman de esta banda, no tenemos a un cualquiera. Javier Teixidor, que siempre ha hecho lo que ha querido con honestidad, rubrica con esta reedición la pasión de hacer la música que más ama y de la que más sabe. Como quienes le acompañan. Los buenos discos se defienden en directo. Y los buenos músicos (es aritmética pura) suelen estar a la altura de las circunstancias. Con esta suma de talentos contamos no solo con el buen hacer sino con la honestidad de estar haciéndolo con aquello en lo que creen y de lo que más saben. Si encima esas pistas huelen a garito, a barra de bar y a público disfrutando, la J. Texi Band consigue algo muy complicado en estos tiempos: trasladar sensaciones y estados de ánimo. Y eso no es nada fácil.
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Anterior crítica de discos: Making a new world, de Field Music.