Hijo del venerado Waylon Jennings, Shooter Jennings sigue su propio camino, entre el rock y el country. Esta semana gira por España, ocasión que Eduardo Izquierdo aprovecha para presentar toda su discografía.
Texto: EDUARDO IZQUIERDO.
Hace siete años, Shooter Jennings, hijo de Jessi Colter y de Waylon Jennings, debutaba en nuestro país dentro del siempre interesante ciclo Blues & Ritmes. Ahora, con una carrera firme a sus espaldas regresa a nuestros escenarios en una minigira que le llevará el 5 de marzo a la sala Bikini de Barcelona, el 6 a la Casa del Loco en Zaragoza, el 7 a Copérnico en Madrid y el 8 al café Antzokia de Bilbao. Una excusa como otra cualquiera para repasar su carrera a través de sus discos.
«Put the ‘O’ back in country»
(2005)
Cuando muchos esperaban que el debut del hijo de Waylon Jennings fuera el típico disco mediocre que solo sale por el apellido de su autor, Shooter se saca de la manga una obra magna, cumbre en su discografía, con la canción ‘Fourth of july’ como estilete. Con cameo de George Jones incluido y acompañado de una banda que quita el hipo, bajo el nombre de The .357’s y con Ted Russell Kamp, Leroy Powell, Bryan Keeling y Robby Turner, Shooter consigue generarse un respeto desde la primera de sus canciones, más allá de sus orígenes. Un disco esencial del country rock del nuevo milenio.
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«Electric rodeo»
(2006)
El difícil segundo álbum no asustó a Shooter. Los esquemas se repiten aunque el álbum se muestra más crudo y rockero que su predecesor. De hecho, el disco consigue mejores resultados en las listas que su debut y consagra a Shooter como un nombre a tener muy en cuenta cuando se habla de música de raíces norteamericanas.
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«The wolf»
(2007)
Velocidad de crucero. A disco por año va Shooter y «The wolf» se convierte en su primer trabajo discutido. Algunos ven en él un ligero descenso de calidad y la versión del ‘Walk of life’ de los Dire Straits ayuda poco en las críticas. Jennings, en cambio, parece satisfecho del resultado y lo defiende a capa y espada. A pesar de eso, muchos son los que consideran «The wolf» como su último gran disco.
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«Bad magic. The best of»
(2009)
Llega 2009 y Shooter se ve lastrado por el contrato firmado por Universal que, como se demostraría después, acertadamente no le permite hacer lo que quiere. Para cumplir con lo firmado (cuatro discos) se saca de la manga el habitual grandes éxitos con cuatro temas nuevos entre los que destacan dos versiones, una de su padre y otra de Hank Williams. El álbum es impecable para aquellos que deseen introducirse de un plumazo en la carrera de Shooter.
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«Black ribbons»
(2010)
Es la hora del traspié. Los rumores se suceden por Internet antes de su publicación: Shooter ha grabado un disco en el que se ha dejado influir por Radiohead. Lo peor es que el resultado es mucho peor de lo esperado. Firmado como Shooter Jennings & Hierophant y con participación del escritor Stephen King en breves interludios entre sus canciones, el disco no hay por dónde cogerlo. Shooter parece una copia barata de Nine Inch Nails y las críticas lo hacen polvo.
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«Family man»
(2012)
Lo mejor que se puede hacer tras una caída es levantarse. Y eso es lo que hace Jennings con «Family man». Se deja de experimentos y vuelve a lo mejor que sabe hacer, country y rock. Fuertemente influido por su estabilidad familiar al lado de su mujer, la televisiva Drea Di Matteo, y su hija, Shooter graba su disco más terrenal. Registra hasta dieciocho canciones aunque solo editará una parte de ellas en esta tacada dejando para su siguiente álbum el resto. La canción ‘The deed and the dollar’ es la prueba de que todo ha vuelto a su cauce.
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«The other life»
(2013)
Su último disco hasta ahora (aunque hay anunciado uno de duetos junto a Lukas Nelson, hijo de Willie Nelson) y el que viene a presentar en esta gira. Se trata simplemente de los descartes de «Family man» aunque vuelven a mostrarle en una muy buena forma.