«El sonido de Shock! era tan valiente, agresivo, garajero, psicodélico y personal que, con toda probabilidad, hubieran podido ser uno de los pilares del rock español de la época»
Gracias a la red ve la luz el único elepé que grabó el grupo madrileño Shock!, una piedra angular del sonido progresivo de principios de los setenta, entre el garaje y la psicodelia. Un grupo en el que llegó a militar Juan Cánovas (de CRAG). Àlex Oró reconstruye la historia.
Texto: ÀLEX ORÓ.
Lean con atención, porque la afirmación que seguirá a esta oración les va a dejar pasmados, si son aficionados a los sonidos más vetustos del pop y el rock Made in Spain: un cúmulo de casualidades, obligan a reescribir la historia del rock español de principios de la década de los setenta. ¿Reescribir la historia? “El amigo Oró se ha vuelto loco”, pensarán. Si continúan leyendo, se lo explicamos con todos los detalles.
Si son seguidores habituales de EFE EME, sabrán que en los últimos años han proliferado las recopilaciones en vinilo que recuperan temas de bandas olvidadas de los sesenta y los setenta. Es un fenómeno que comenzó en los noventa con series como “Viñedos” y que ya en este siglo han seguido con “Sensacional Soul” o “Andergroun Vibrations”, entre otras. Precisamente, en el primer volumen de ésta última se incluyó la canción ‘No se puede ser Supermán’, una composición cargada de fuzz y actitud punk del grupo Shock!, editada por EMI-Regal en single en 1971, hace ya más de cuarenta años. En las notas de “Andergroun Vibrations” se explicaba que no había apenas información sobre esta banda. Los rumores apuntaban que estaba formada por músicos argentinos que residían en Barcelona. Otras informaciones, en cambio, aseguraban que se trataba de un combo madrileño.
DESCRUBRIMIENTO GRACIAS A GOOGLE Y YOUTUBE
En todos los grupos siempre hay alguien que lo guarda todo. Tiene en su poder objetos de lo más variopinto: la primera púa con la que tocaron, los track-list de los conciertos, carteles de promoción, etc. En los Shock!, este individuo era José Luis Gordo, el guitarra solista. Hace unos meses, Gordo estaba haciendo “egosurfing” con el nombre de su antigua banda en Google y descubrió que en el recomendadísimo blog de pop y rock español de los sesenta Viejopickup, estaba colgado el single ‘No se puede ser Supermán’ y también numerosas referencias al disco “Andergraun Vibrations” y para rematarlo, también un video de Youtube en el que se podía escuchar la canción.
La sorpresa del músico fue “mayúscula”, según nos explica él mismo. Su respuesta fue colgar la versión original de la canción, que está cantada en inglés y se titula ‘I’m being mad’. Este enlace es descubierto por Miquel Moreno, alma de Viejopickup y comunica el hallazgo a Álex Carretero, de Guerssen Records, el sello de Lleida especializado en reediciones de vinilo. A través de la red, Guerssen y Gordo entran en contacto. El músico descubre asombrado que existe un gran interés por la historia de Shock! y explica a los responsables de la discográfica que tiene en su poder un master con un elepé entero de Shock!, que en su día fue descartado por EMI. Guerssen ha restaurado la cinta y en las próximas semanas editará el elepé inédito de Shock!, más de cuarenta años después de que fuera grabado, hecho que añadirá una nueva página a la historia del rock español de los setenta, en el capítulo donde se incluyen a bandas progresivas como Cerebrum o Franklin.
SHOCK!, LA HISTORIA
Shock! se formaron en Madrid entre 1969 y 1970. Sus componentes originales eran todos músicos afincados en la capital español, en activo desde la segunda mitad de los sesenta y que habían formado parte de bandas como Spot, Cosacos, Boxer, Alta Tensión, Selvis, Momia… La formación original la componían: Juan Robles Cánovas (batería y posterior miembro de Cánovas, Rodrigo, Adolfo y Guzmán y Módulos), Frederic Siret Despisse (bajista hispano-belga), Juan Martín Rueda (guitarra rítmica), Antonio Quintana Fernández (cantante) y José Luis Gordo Álvarez (guitarra solista). Al poco tiempo, Cánovas dejó Shock! para incorporarse a Franklin y su lugar fue ocupado por Bernabé Hernández.
En un primer momento, nos explica José Luis Gordo, “el repertorio del grupo se basaba en versiones de Led Zeppelin, Santana, Guess Who, Free, etc. Tras la marcha de Cánovas, apostamos por componer nuestro propio repertorio. Nunca nos planteamos cantar en castellano. Nos parecía que era una cosa de los grupos ye-yé o de los más comerciales de la época. Las letras las escribía Freddie, que era el único que sabía inglés”.
La banda tocó en salas de referencia del circuito madrileño de la época: JJ, Consulado, Picadilly… Gordo recuerda haber visto en algunos de eso conciertos a José María Íñigo y a Juan y Junior. “Cuando actuábamos en estas salas, teníamos un público selecto, entendido. Notábamos que conectábamos con la gente”. En un momento dado, los Shock! se profesionalizan y eso les obliga a tener un repertorio “B” para ir a tocar a las fiestas de los pueblos. “Si Jimmy Page hubiera vivido en España, hubiera tenido que tocar ‘Madrecita María del Carmen'», recuerda entre risas el guitarra solista de los Shock! Para estos bolos alimenticios, la banda utilizó diversos nombres pero el más habitual era Flannagan Fly 2, que interpretaban, entre otras, ‘Los ejes de mi carreta’, según la versión de Los Albas.
En 1970, Shock! son contratados para grabar un “jingle radiofónico para una inmobiliaria. Aprovecharon su presencia en el estudio para grabar algunos de los temas de su repertorio. Pidieron ayuda a Benito Gil, técnico del estudio, que, según Gordo, “enseguida conectó con el sonido del grupo”. ‘I’m getting free, ‘I’m blind’ o ‘Mister Harris’ son algunas de las composiciones que grabaron en estas sesiones, unas incomparables muestras de la fusión del garaje y la psicodelia. El estudio pertenecía a la discográfica Espectra/Sintonía que editaba, por ejemplo, los discos de The Equals en España. Shock! debía ser su primer lanzamiento de un grupo español. “Buscaban editar algo nuevo y diferente que conectara con la juventud de la época”, explica José Luis Gordo.
Pero pasaron algunos meses y la compañía no daba los pasos necesarios para editar el disco. “Un día nos comunicaron que nos traspasaban a EMI. Sospechamos que como pago de alguna deuda que Espectro/Sintonía tenía con ellos. En un primer momento, no nos disgustó la idea de estar en una compañía grande”, recuerda el miembro de Shock! EMI pidió a la banda grabar de nuevo alguna de las canciones. Lo que más sorprendió al grupo fue la exigencia de grabar en castellano ‘I’m being mad’ con el título de ‘No se puede ser Supermán’, con letra de Joaquín Parejo, empleado de EMI. Gordo rememora con enfado que “no nos gustó nada hacerlo. Es más, todavía hoy no entiendo de qué va la letra”. El 6 de septiembre de 1971 se edita el single con el tema ‘I want to laugh’, también regrabado para la ocasión. Ambas piezas pierden fuerza respecto las versiones registradas en los estudios Sintonía.
La banda comienza la promoción del single. Aparecen en algunos shows de TVE y visitan algunos de los más populares programas de radio de la época. En todas estas visitas, José Luis Gordo lleva debajo del brazo una copia del master del material grabado en los estudios Sintonía. El hombre que lo guardaba todo, tuvo la clarividencia de pedir a Benito Gil que le hiciera una copia. Pese a las ganas que le puso el grupo, el single pasa sin pena ni gloria pero alcanza el número 46 entre los cincuenta más vendidos en la semana del 24 al 31 de octubre de 1971.
La mili acaba con Shock!, un hecho totalmente habitual en esa época y tras finalizar con sus obligaciones castrenses, los miembros de la banda tuvieron que buscarse una salida laboral. José Luis Gordo encontró trabajo en Telefónica y la copia del master del elepé le acompaño en todas las mudanzas cada vez que la empresa le destinaba a otra ciudad. Pasó por Barcelona, Tarragona y Soria. “No la guardé con ningún cuidado especial. Siempre estuvo en su caja de cartón original”. Ahora, se ha producido el milagro: el disco verá la luz, pese a que, como explica Álex Carretero, el proceso de restauración de la grabación ha sido una labor titánica ya que “al tratarse de una copia del master (grabado solo en dos pistas) y estar la cinta algo deteriorada por el inexorable paso del tiempo, hay algunos pequeños defectos que no se han podido pulir, aunque el resultado final es excelente”.
¿Qué hubiera pasado si se llega a editar el disco de Shock! en 1971? Seguramente, estaríamos hablando de una de las piedras angulares del sonido progresivo de principios de los setenta, de una banda con una influencia comparable a la Agua de Regaliz, Máquina!, Evolution o Cerebrum, que editaron sus discos de debut ese mismo año. No obstante, el sonido de Shock! era tan valiente, agresivo, garajero, psicodélico y personal que, con toda probabilidad, hubieran podido ser uno de los pilares del rock español de la época. Pese a que estamos hablando de historia contrafactual, lo cierto es el alumbramiento tardío del elepé de Shock, obliga a reescribir la historia o, como mínimo, a entenderla o interpretarla de otra forma.