“Esa bolsa de gran tamaño abandonada en mitad de Times Square, provocando su evacuación. Esa mujer desnuda, cubierta de tatuajes de arriba a abajo y con una pérdida de memoria provocada químicamente. Si le sumamos una buena dirección de un Mark Pellington en plena forma, el rimo y el interés se mantiene perfectamente en los dos primeros episodios”
Para servir de guía entre el maremágnum de ficciones por entregas, Efe Eme pone en marcha una nueva sección donde analizará las series nuevas que llegan al mercado, o las consagradas que ofrecen sus últimas temporadas, entre otros aspectos. Arrancamos con el análisis de “Blindspot”, la última serie de Martin Gero, a cargo de Fernando Fernández.
Texto: FERNANDO FERNÁNDEZ.
“Blindspot”
Creada por Martin Gero (“Bored to Death», «L.A. Complex”).
Producida por Greg Berlanti y Sarah Schechter («The mysteries of Laura», «The flash»), Mark Pellington («Caso abierto») y Marcos Siega («The following»).
En este mundo tan cargado de series, las procedimentales suelen llevarse un montón de críticas de aficionados tachándolas de típicas: que son todas iguales, que no tienen nada de originales, etcétera. Lo que olvidan es que es el género más clásico y habitual de la televisión, y uno de los que mejor funciona. Ahí tenemos a “C.S.I. Las Vegas”, que ha alcanzado las dieciséis temporadas, y remata la última.
¡Venga!, desde Sherlock Holmes las intrigas y thrillers han funcionado de maravilla. Y el formato es ideal, tanto si cada temporada cuenta una historia, como si cada episodio funciona como su propia novela. Lo que crea interés es la base de la trama, la calidad de las diferentes intrigas y la química e interés de sus personajes. Afortunadamente, “Blindspot” parece tener bien cubiertos varios de esos elementos.
La trama inicial planteada en el piloto es de las que sabe crear perfectamente la expectación. Esa bolsa de gran tamaño abandonada en mitad de Times Square, provocando su evacuación (por cierto, parece que rodada en el lugar real…). Esa mujer desnuda, cubierta de tatuajes de arriba a abajo y con una pérdida de memoria provocada químicamente. Si le sumamos una buena dirección de un Mark Pellington (“Arlington road. Temerás a tu vecino”, “Mothman: La última profecía”) en plena forma, el rimo y el interés se mantiene perfectamente en los dos primeros episodios.
Evidentemente, la trama de los episodios se desvela pronto y es sencilla de entender. Nuestra tatuada protagonista Jane Doe, interpretada por Jaimie Alexander, rostro conocido por sus apariciones como Sif en las dos películas de “Thor”, o junto a Schwarzenegger en “El último desafío”, tiene un nombre prominentemente tatuado en su espalda: “Kurt Weller, F.B.I.”. Y el propio agente Weller, interpretado por Sullivan Stapleton (el Themistocles de “300: El origen de un imperio” o el sargento Damien Scott de la serie “Strike back”), y su equipo no tardan en darse cuenta de que los tatuajes cuentan algo más.
Cada semana vamos a ir conociendo parte de la historia de Jane Doe y su relación con el agente Weller al desenmarañar el sentido de alguno de esos tatuajes. Al mismo tiempo, vamos a descubrir quien es Jane Doe y cuál es su pasado, mientras se desarrolla la relación entre ellos. Ambos protagonistas cuentan con una buena química, especialmente Stapleton, que clava su papel de agente normal y alejado de los super-agentes habituales, haciéndonos parte de su preocupación por la desconocida. Le sumamos algún rostro conocido entre el equipo del F.B.I., como Marianne Jean-Baptiste (a la que descubrimos en la deliciosa “Secretos y mentiras”, pero seguro que nos sonará por su trabajo en las siete temporadas de “Sin rastro”) o a una ya crecidita Ashley Thompson (la Chrissy Seaver de “Los problemas crecen”), y el reparto cumple perfectamente.
La serie no rompe moldes y es predecible el camino que va a seguir, pero cuenta con una historia inteligente y bien escrita que sabe proporcionarnos la suficiente intriga en cada episodio para interesarnos en el siguiente. Además, se permite añadir un par de giros sorpresa en el desarrollo de su historia en sus primeros episodios que hacen muy interesante el gran arco que pretende desarrollar, algo que atraerá a la audiencia. Y una oportunidad se merece, desde luego.