LIBROS
«Hay algunos relatos muy bien articulados y llenos de potencia en el estilo»
María José Hasta
Se te oscurece el pelo
CABALLO DE TROYA, 2023
Texto: CÉSAR PRIETO.
El sello editorial Caballo de Troya es una rara avis dentro del panorama editorial español. Tiene un perfil independiente, pero está incluido en un gran grupo editorial, que no lo gestiona como un proyecto unitario sino que, desde 2015, diez años después de su fundación, es dirigido cada año por un editor invitado, escogido entre los jóvenes que apuntan maneras en algún campo cultural, y que durante ese año aportan sus apuestas al catálogo general. Así, han pasado por sus despachos Luna Miguel o Jonás Trueba y, en este ejercicio, Sabina Urraca. Ello es garantía de que las mejores voces jóvenes tienen una plataforma en la que publicar, sin cortapisas, sus propuestas.
La oscense María José Hasta es una de estas jóvenes narradoras, pero no se había planteado el oficio hasta que se apuntó a un taller de escritura en 2020 y, siguiendo esa guía, escribió sus primeros relatos. El germen de muchos de ellos es buen arranque para su desarrollo y hay algunos muy bien articulados y llenos de potencia en el estilo, por ejemplo, “Algo encendido”, donde la protagonista se da cuenta de que todo lo que le ha pasado en la vida ha ocurrido en descampados. Son los años ochenta, Lady Di está en los noticiarios y unos compañeros de escuela quieren enseñarles algo que les va a gustar. Caminan y caminan, pasan vallados y pasan bosques, ermitas, para llegar a una cabaña —meras tablas y cartones— en un claro del bosque. Un descampado, como los descampados donde compartió besos o donde fue de fiesta.
Las ideas son potentes, pues. En “María Susana”, Susi en el cuento, la protagonista tiene muchos novios. Todos mueren después de salir con ella, y en “Toc, toc” Leticia Sabater visita Huesca y acaba participando en la fiesta de la espuma. Se adivina un mundo propio, que sobre todo maneja el paso de la niñez a la adolescencia, la pérdida de ingenuidad, que parte de la niña tímida que ha de actuar en la función del colegio o esa otra que con nueve años mantiene conversaciones de adulta, pasa por las adolescentes que envían un SMS con amenazas a un chico y concluye en el momento en que se deja atrás esa adolescencia en “Monumento con guirnaldas”. Incluso trata de recuperarse en “Traje marrón”, con la búsqueda por internet de un antiguo amor de verano. Esto lleva a observar las relaciones personales como en “Tu mejor amiga” o “¿Sabes estudiar?”, que exploran la fortaleza y a la vez la inconsistencia de la amistad, pero también los problemas de los adultos.
Parte de los relatos se sitúan en aulas de instituto, no en vano la autora trabaja en estas mismas aulas como profesora de dibujo. Habla de los primeros días en el oficio, o de problemas de acoso escolar. En general, estos relatos con mundo propio, pecan de algunos pequeños vicios, transiciones entre voces narrativas que a veces son muy abruptas y quizás merezcan pulirse un poco más o la falta en algunos relatos de más compactación. Pero, en general, cumplen con buen pulso la resolución de unos relatos sencillos, pero que tienen en ocasiones más de una lectura.
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Anterior crítica de libros: Barrio húmedo, de Emilio Gancedo.