Se recuperan en streaming los dos primeros discos de Trúpita

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Con acento en la u (1984) y Nadie es perfecto (1985), los dos primeros discos de Trúpita, llegan a las plataformas de streaming en el que es su primer rescate desde las ediciones originales hace cuarenta años.

 

 

Texto: JUAN PUCHADES.

 

Con acento en la u (1984) y Nadie es perfecto (1985), los dos primeros discos de Trúpita, nunca han conocido ninguna reedición desde sus ediciones originales: olvidados e ignorados, no fueron ni reeditados cuando los cedés dominaban la tierra. Quien quiera acceder a ellos en formato físico, tiene que recurrir al mercado de segunda mano para adquirir las ediciones originales en vinilo. Hace un tiempo, tras entrevistarlo para Efe Eme, puse a Universal (poseedora de los derechos de esas grabaciones) sobre la pista de ambos álbumes, sugiriéndoles que los recuperasen, al menos (y sobre todo), en digital. Contactaron con Trúpita, localizaron los másters originales y ahora, por fin, Con acento en la u (1984) y Nadie es perfecto ya están accesibles en las plataformas de streaming (Spotify, Deezer y demás).

Cada cual tiene sus obsesiones, y confieso que esos dos discos son de las mías. Tanto que nunca he entendido cómo al calor de las muchas reivindicaciones de los sonidos de los años ochenta que se han dado a lo largo del tiempo permanecían siempre olvidados. Quizá porque Paco Trúpita en su momento iba a su bola, ajeno a las escenas más en boga y a las capillitas; que no estuvo en la pomada, vaya. O porque era un solista en unos tiempos en que primaban los grupos. Quizá porque desapareció rápido del negocio musical, por cuestiones personales y por no sentirse nada a gusto con lo que se encontró. Tal vez porque resultaba complicado ubicarlo: era un cantautor, pero pop y contemporáneo, que no le hacía ascos a la música de baile y a las nuevas tendencias. Al que, además, producía Julián Ruiz y que logró un enorme éxito con “Esta noche me quiero descolgar”, una pieza del primer disco, Con acento en la u, que muy probablemente ofrecía una imagen errónea de los modos creativos de quien, en realidad, facturaba letras enormemente personales, intensas, a ratos dolientes y terribles, con garra, narrativas, siempre sobre inspiradísimas y hermosas melodías que se dejaban llevar por el soul, el funk y el gran pop. Porque lo suyo era eso, precisamente, gran pop para los años ochenta.

En cualquier caso, y pese al ninguneo generalizado que ha pesado durante estos años sobre ambas obras, para quien esto firma, están, sin dudarlo un segundo, entre lo mejor que nos legó la música española de mediados de los años ochenta. Y ahora, escuchadas de nuevo cuarenta años después, siguen mostrando toda su entereza y ni la sobrecargada producción de Con acento en la u empaña el poderío de unas canciones nacidas para perdurar. Mientras que Nadie es perfecto se eleva como la colosal obra maestra que siempre fue.

Alegrémonos de poder disfrutar de estos Con acento en la u y Nadie es perfecto, por vez primera, en formato digital. Y ya puestos, escuchen también A sombra quieta, el disco con el que Trúpita regresó en 2016.

 

 

 

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