EL MIÉRCOLES, CANCIÓN
«Sucumbo a la épica de “Screamland”, a ese juego atmosférico que bombea llevándonos de una escena a otra, de una sensación a otra»
Titánica ha sido la lucha por escoger la favorita esta semana en El miércoles, canción. Pero entre Bon Iver y Mogwai, Peter Perret y Andrew Bird con Madison Cunningham, al final se ha abierto paso Father John Misty con “Screamland”. Por Arancha Moreno.
Texto: ARANCHA MORENO.
Hay miércoles realmente jodidos. Y no solo porque te hayan destrozado el suelo de la habitación para reparar una avería —que también—, sino porque elegir la canción de la semana es una tarea titánica. ¿Habéis escuchado la preciosa “Speyside” con la que vuelven Bon Iver? Con ella adelantan Sable, su primer epé en cinco años, que Jagjaguwar editará el 18 de octubre. ¿Y el “Crying in the night” que han grabado a dúo Andrew Bird y Madison Cunningham? Otra maravilla. Por no hablar de “Disinfectant”, el segundo adelanto de Peter Perret, antesala de su próximo disco, The cleansing, que Domino publica el 1 de noviembre. Como el “Whats left of me” de Grace Vanderwaal o el “God gets you back” de Mogwai; como “A cámara lenta” de Dorian, “Corona” de Perinetti o “Lo que queda” de Subtónica. Menudo dilema quedarse solamente con una. Menos mal que, como dice Iván Ferreiro, la música no es una competición. En todo caso, la música es una carrera hacia corazones ajenos. Por eso cada canción llega a una persona distinta, a una velocidad y con una intensidad diferentes. Por fortuna es así.
Después de pasearme por la playlist de esta semana, corriendo calle arriba y abajo como un turista con chanclas perdido en la Gran Vía, he acabado escogiendo la compañía de Father John Misty. La compañía, sí, porque solo la música es capaz de arrancarte la soledad de un plumazo. He sucumbido a la épica de “Screamland”, a ese juego atmosférico que bombea durante siete minutos, llevándonos de una escena a otra, de una sensación a otra. Quizá porque a veces necesitas que la música te recuerde que no estás solo, que puedes con todo, que después de caerte volverás a levantarte. Y ahí está la guitarra de Alan Sparhawk, de Low, para recordártelo.
Quizá tenga razón Josh Tillman en la canción, con eso de que nadie cree realmente en el futuro, como defendía el movimiento punk en los setenta. Esa falta de horizonte fue la excusa perfecta para despachar trallazos de apenas dos o tres minutos y vivir a toda velocidad. Todavía vivimos así, a lo punk. Metiendo la sexta y acelerando hasta las melodías, estrujando estribillos y pasando de las intros porque no son carne de festival. Pero ¡qué demonios! La música también puede disfrutarse de forma expansiva, en una pieza de siete minutos que es, al mismo tiempo, delicada y coral, explosiva y tierna. Una canción que nos recuerda que en ocasiones la belleza requiere su espacio, su desarrollo, su tiempo. Algunos aún creemos en la cocción a fuego lento, aunque curiosamente «Screamland» acaba de golpe, como si, efectivamente, no hubiese futuro, no hubiese nada más.
Cierro los ojos y viajo por “Screamland”, dejándome mecer por su traqueteo. A veces los abro y miro hacia arriba, absorta, buscando nubes con forma de pistola, hasta que la música me arranca de mis ensoñaciones con un grito de júbilo. Tal vez no haya futuro, pero estamos vivos, y las canciones nunca nos abandonan. Las de Father John Misty, en concreto, están esperándonos a la vuelta de la esquina, en un nuevo álbum —el sexto— que ha titulado Mahashmashana y que sale a la venta el próximo 22 de noviembre. Mientras llega, volveré a escuchar «Screamland» cada vez que me devore el día o se abra el suelo. Probablemente no sea la mejor canción, pero hoy era justo la que necesitaba.
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Anterior entrega: “The girl that I call home”, de Tears For Fears.