“En su momento, ‘Más madera’ pasó más desapercibido porque era el más extraño, la producción era muy rara, el sonido… Pero yo creo que las mejores canciones de Leño están en ese disco. Y creo que al final mucha gente ha reconocido que es así”
Juanjo Ordás aprovecha la entrega del disco de oro al músico madrileño por “Directo en Las Ventas 27-9-14” para echar la vista atrás y detenerse en otros momentos de su trayectoria, incluyendo algunos más desapercibidos.
Texto: JUANJO ORDÁS.
Hablar con Rosendo es un lujo, es una de las grandes leyendas del rock español, pero precisamente por ello quisimos darle una vuelta a la entrevista y tocar con él temas menos obvios, como los polémicos álbumes “Más madera” y “Fuera de lugar” y sus colaboraciones con tantas bandas de renombre de las que, en cierta manera, Leño y él son padres. Comenzamos felicitándole por la celebración del disco de oro.
En las entrevistas se aprecia que eres una persona cercana y humilde, ¿cómo valoras este tipo de celebraciones?
Pues me supera un poco, lo que pasa es que luego me encuentro con gente como vosotros, al final somos gente normal (sonríe). Hasta ahí bien, pero de repente cuando me dicen que mañana tenemos seis, ocho entrevistas, la tele… Hostia, me da un poco agobio, sobre todo porque no quiero estar mucho en los medios. Creo que me gustaría vivir más discretamente, pero bueno, es inevitable. Entonces, al final bien, porque forma parte de mi trabajo y creo que hay que hacerlo.
¿Preferirías evitar las entrevistas si pudieras?
(Duda) Bueno, también hay de todo, ya te digo (risas). Hay muchas veces que no tiene demasiado sentido, sobre todo cuando haces un disco, haces entrevistas por toda España y es todo el rato lo mismo, llega un momento que dices ¿para qué?, si todo lo que pueda decir ya se lo saben de sobra (risas). Pero al final también tiene sentido, y yo soy de los que le gusta leer entrevistas de otra gente.
Me gustaría hablar del comienzo de tu carrera, pero siendo un poco original. Quiero preguntarte por un disco que a mí me gusta muchísimo pero que ha quedado parcialmente olvidado, me refiero a “Más madera” de Leño. Es un poco como el disco olvidado, del que menos canciones sueles rescatar.
¿Sabes qué pasa?, que ese disco en su momento pasó más desapercibido porque era el más extraño, la producción era muy rara, el sonido… Pero yo creo que las mejores canciones de Leño están en ese disco. Y creo que al final mucha gente ha reconocido que es así. Me refiero a las versiones que hacíamos en directo, porque el disco a mí también me daba un poco… (tuerce el gesto ligeramente). Lo grabamos cuando los Police estaban muy de moda y se tendía a hacer sonar todo en ese formato de la época, y lo nuestro era rock and roll de barrio (risas), no tenía nada que ver con aquello. Nos lo produjo Teddy Bautista y yo creo que se tendía un poco a llevarnos a ese terreno.
¿Fue vuestro disco “En directo” una respuesta a ese sonido tan sofisticado?
Efectivamente, para evitar la confusión que podía haber creado “Más madera”, dijimos: “Vamos a hacer un disco en directo con las canciones de este, pero que se vean como son, como las hacen los Leño de verdad”.
Hoy escuchas “Más madera” y joder, suena bien.
Incluso hace tiempo lo escuché y dije: “Tampoco está tan mal”. En su momento pensamos que nos habían sacado de nuestro contexto habitual, pero con el tiempo te das cuenta de que realmente no es así, era una forma diferente. Si no se hubiera hecho con esa intención, seguramente no habría salido así, porque nosotros tendíamos a nuestro sonido habitual. Pero creo que estuvo bien porque rompía un poco con lo que hemos hecho siempre.
Es que los tres discos de Leño son muy distintos entre sí.
Sí, el primero era muy hippie, muy hippie (risas).
Llaman a Bowie camaleón, pero vosotros erais tres camaleones.
Bueno, nos dejábamos llevar también. El primero se hizo sin más, nos metimos en el estudio e hicimos todo lo que sabíamos hacer. En el segundo Teddy nos intentó orientar un poco respecto a lo que en ese momento funcionaba…
Y ahí se nota que como escritores de canciones habías crecido mucho, en las estructuras, en todo.
Yo creo que sí, que a partir de “Más madera”, al menos yo como más responsable de las letras, fue cuando empecé a tomármelo en serio.
Hace relativamente poco editasteis el disco “En vivo 83”. Va a sonar a sacrilegio, pero para mí es mejor disco que “En directo”.
“En directo” se hizo un poco pensando en que se iba a hacer un disco en directo, todo era premeditado, y “En vivo 83” es una grabación que se hizo sin que supiésemos que se estaba grabando, con lo cual ese sí era el de verdad. Era poco antes de separarnos, toda la carrera de Leño estaba hecha y habíamos tocado mil veces. Además, con la gira de Miguel (Ríos) eran conciertos muy aparatosos, habíamos hecho un montón de ellos y estábamos muy convencidos.
Hablamos de “Más madera” como un disco un tanto incomprendido, pero también lo fue “Fuera de lugar”, tu segundo disco. Hubo reticencias desde los sectores más duros. Me sorprende, porque lo escucho y es un disco de rock and roll.
Es que en aquella época éramos muy cuadriculados, y me incluyo. Ya con Leño recuerdo que cuando empezamos a escuchar a Joe Jackson y a los Specials, Ian Dury, los Clash empecé un poco a despejar, pero éramos muy cerrados, ¿eh?
Creo que hay músicos de rock clásico como tú o Barricada, pasando a la siguiente generación, a los que no se os ha permitido mostrar todas vuestras influencias.
Ya, y eso que las hemos mostrado de alguna manera, poco a poco. Pero hemos sido los más descarados, porque grupos como Barón Rojo no han salido nunca de sus esquemas.
Parece que en cuanto os salíais un poquito estaba la gente preparada para daros una colleja.
Sí, sí, ¡y nos la daban! Y yo, de alguna manera, me sentía hasta bien, porque decía, ¡coño!, realmente tiene sentido, estoy haciendo lo que quiero hacer, que es salir un poco de ese círculo cerrado.
Supongo que canciones como ‘Del pulmón’ serían una liberación.
Seguro, lo que pasa es que cuando salió ‘Del pulmón’ ya tenía bastante más despejado el terreno, quizá por eso, por “Fuera de lugar”. Empecé a moverme con más soltura.
Siempre dices que tus canciones son conversaciones contigo mismo, ya que estamos con ‘Del pulmón’, ¿es un buen ejemplo de eso?
Sí (risas). La mayoría de las canciones son una especie de diálogo a veces conmigo mismo y otras con un interlocutor imaginario. Es una fórmula que me da mucho juego, que me permite decir y contradecir.
Quiero hablar de algunos artistas con los que has colaborado a lo largo de tu trayectoria. A principios de los ochenta hiciste un par de cosas con Ramoncín.
En aquel momento Ramoncín era todo un descubrimiento. Además, me gustaba y me gusta como escritor. No he seguido demasiado de cerca su carrera, pero por lo que he conocido de lo que ha escrito me parece que tenía muchas cosas que decir y que las decía bien. En aquel momento, no sé por qué, me pidió una colaboración y luego se la devolví, le pedí canciones. Luego me ha dejado un poco frío, porque ha entrado en un terreno que a mí no me resulta interesante, cuando empezó a meterse en la oficialidad… ese tipo de cosas. Yo creo que un músico es un músico.
A mediados de los ochenta también colaboras con Barricada, que son como unos hijos tuyos.
No me he sentido el padre, pero sí quizá un hermano mayor.
¿Cómo viviste el tema de su separación?
Muy mal, porque además no era consciente. Me enteré cuando tenían las cosas más o menos claras y no me lo podía creer, incluso estando con ellos no veías ningún detalle que te hiciera pensar que las cosas no iban bien. Me dolió mucho porque, como he dicho en alguna ocasión, cuando nos separamos Leño para mí era un desahogo pensar que Barricada recogía el testigo. Y cuando lo dejaron ellos ya no veía el testigo por ningún lado. Lo mantiene Boni, que estuvimos tocando con él hace poco, ha sacado un disco nuevo y está muy en la línea del espíritu Barricada o así me lo parece. El formato, el guitarreo… El Drogas por supuesto es El Drogas, puedes hacer lo que quieras con él y es El Drogas, vaya donde vaya.
Como tú, otros que están en un muy buen momento con un disco en directo cojonudo bajo el brazo son Burning.
Hostia qué bien, me da mucha alegría. Porque ha habido una época que estaban un poco desaparecidos, con lo de Pepe (Risi) y tal, parecía que la cosa ya no… Y de repente, ¡hostia! ¡A Burning les tengo un respeto! Ellos fueron el primer grupo madrileño haciendo rock and roll que grabó un disco y, joder, para mí aquello era lo más grande. Siempre los he tenido un poco como referente y me alegro mucho. De hecho estamos coincidiendo con ellos, tocando, y están sonando de puta madre.
Esto tiene la parte bonita de ver que rockeros legendarios como Johnny Burning y como tú estáis a un nivel altísimo, pero también está la otra parte: no hay un relevo claro.
¿Sabes lo que pasa?, me da la sensación de que no se está haciendo mucho caso a lo nuevo. No nos enteramos. Las compañías pasan de todo, no invierten en casi nada, los medios si no hay un motivo aparente tampoco. Yo creo que en cualquier momento vamos a empezar a descubrir muchas historias, porque estoy convencido de que hay mucha gente haciendo cosas muy interesantes, porque la técnica instrumentista y la evolución que ha habido a todos los niveles es impresionante. Yo veo ahora a chavales con dieciocho años tocando la guitarra que madre mía, cómo me habría gustado a mí tocarla así en algún momento de mi vida (risas).
Pero la pregunta es si tienen la chispa de la composición, que es más importante.
Bueno, eso siempre ha pasado, el porcentaje de la gente que compone entre los que hacen música es siempre mínimo, ¿no? Pero están ahí y si ahora hay muchísimos más haciendo música tiene que haber muchísimos más componiendo. Me da la sensación de que el problema está ahí, que no nos enteramos.
Siguiendo con tus colaboraciones, en su día colaboraste en el segundo disco de Extremoduro, cuando no eran tan conocidos como hoy.
Lo de Extremoduro ha sido todo un descubrimiento. Tuvieron su etapa oscura con todas sus consecuencias y afortunadamente el Robe tiró adelante y se destapó como un elemento fundamental. Me cayeron muy bien, quizá los veía disparatados. Porque hubo una época en que estábamos todos un poco pasados de rosca, pero ellos estaban mucho más allá (risas) y me daba un poco cosa, porque veía que el grupo tenía un potencial importante pero me parecía que no iban a ningún lado si seguían por aquel camino.
¿Qué recuerdas de cuando conociste a Platero y Tú?
Bien, bien, eran muy salaos. Fito es todo un descubrimiento también (risas).
¿No te parece flipante que haya gente que acuda a un concierto de Fito y no sepan quienes son Platero y Tú?
Bueno, hay mucha gente muy joven que quizá no los haya llegado a conocer aunque siempre que se habla de Fito se acaba hablando de Platero. Hay ahora mismo mucha gente que está descubriendo a los Leño, me conocen a mí, recogen referencias y llegan, es inevitable. A Fito ya se le veía venir con Platero, estaba claro que era un poco el alma. Y Uoho también, de hecho ahí está, como productor de Extremoduro, que es imprescindible. Pero Fito tiene esa cosa, ¿no? (risas)
