Rockola, Libros. 2 de noviembre de 2007

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Rockola, Libros. 2 de noviembre de 2007Genesis. El libro de las revelaciones
Tony Banks, Phil Collins, Peter Gabriel, Steve Hackett y Mike Rutherford

GLOBAL RHYTHM

Es curioso el caso de los británicos Genesis. Un combo de longeva trayectoria que causa entre la gente, más que ninguna otra de su tiempo, sensaciones encontradas. Para la mayoría de críticos y supuestamente entendidos, se trata de un grupo con dos etapas absolutamente diferenciables, no sólo por los lógicos cambios de personal inherentes a la historia de cualquier gran banda, sino también por un supuesto bajón de calidad en lo artístico a partir, precisamente, del más trascendental de dichos cambios: la marcha del siempre controvertido Peter Gabriel. Para el gran público, sin embargo, algo de bueno habría quedado en los Genesis a partir de 1975, porque durante los siguiente años sus discos empezaron a contarse por millones a nivel de ventas y por los continuos carteles de “todo vendido” en cualquiera de los abundantes conciertos que los movieron en danza a lo largo y ancho del mundo. Este libro recién aparecido a partir de una más que sibarita presentación, excelentes fotografías y una completa información suplementaria a la que sólo echamos en falta el siempre necesario anexo discográfico, nos brinda como mejor garantía de su contenido el estar firmado por TODOS los miembros de la mística banda con la única ayuda del periodista Philip Dood en el apartado de entrevistas. Un denso y atractivo paseo por la vida de aquellos colegiales imberbes que de la mano del ex cantante y productor Jonathan King perpetraron sus primeras diabluras musicales en la Inglaterra de la psicodelia y el LSD y que durante los siguientes años, con mucho esfuerzo y dedicación, lograron hacerse un espacio propio hasta convertirse durante la primera media década de los años 70 en el máximo exponente –con permiso de sus paisanos los Pink Floyd– del llamado rock sinfónico. Un curioso compendio de personalidades en el que el lector debe ahondar, para no quedarse en lo más obvio: que en la banda se acunaron dos talentos contradictorios como los de Collins o Gabriel pero que junto a ellos otros músicos de enorme valía como Banks, Hackett o Rutherford, amén de alguno otros más de efímera presencia (Chris Stewart o Anthony Phillips) fueron imprescindibles también para lograr la notoriedad y éxito que efectivamente alcanzaron como sociedad artística.
JAVIER DE CASTRO.

Antes de ser Héroes. La historia de Héroes del Silencio (1980-2007)
Michel Royo

PDA
Enrique Bunbury. Lo demás es silencio
Pep Blay

PLAZA Y JANÉS

Coincidiendo con estas últimas semanas que están ilustrando un espectacular rebrote de locura por Los Héroes del Silencio a raíz de sus multitudinarios y muy exitosos conciertos de reunión o por la edición de diferentes productos discográficos relacionados con ellos, han aparecido en nuestras librerías dos volúmenes de muy diferente extracción pero que, de alguna manera, aportan nueva dimensión analítica y retrospectiva a un fenómeno musical y social que no ha hecho sino acrecentarse desde que un día de 1996, Enrique Bunbury decidiese poner punto ¿final? a la trayectoria del más popular grupo zaragozano de las últimas décadas. El primero de gran formato y numeroso e interesante material gráfico inédito, es más que nada descriptivo; proviene del entorno más íntimo del grupo (los propios componentes, personal artístico y técnico, familia, amigos, etc.) y puede ser considerado como un producto pensado especialmente para satisfacer a los miles de fans que permanecen fieles a la filosofía de la banda que dejó K.O. a la generación joven que les fue contemporánea antes de triunfar con arrogancia por otras muchas latitudes, algunas de las cuales permanecen aún vedadas a la mayoría de artistas de este país. El libro convierte más si cabe en personajes de culto –no es peyorativo– a Bunbury, Andreu, Cardiel y Valdivia, al tiempo que intenta –y logra– explicar a los no iniciados el cómo, el dónde y el porqué de la génesis y posterior triunfo de un conjunto absolutamente singular y rompedor para el momento que los vio nacer pero que pese a todo pudieron triunfar y han logrado perdurar como auténticos mitos en el imaginario colectivo musical español.
    El segundo es mucho más introspectivo y reflexivo y se debe al trabajo de investigación del periodista catalán Pep Blay, sobradamente conocido en estas lides por brillantes trabajos anteriores. De la lectura del volumen se desprenden varias cuestiones que el potencial lector debe tener en cuenta. Por un lado que, para bien o para mal, se trata de un trabajo analítico que cuenta, sí, con el beneplácito del objeto de estudio (Bunbury) pero que ha debido redactarse desde una cierta distancia dado que al astro musical experiencias bibliográficas anteriores en las que sí colaboró muy activamente no le dejaron satisfecho del todo y si algo desengañado. Por otro lado que Blay, como suele ser habitual en él, se involucra personalmente en la trama y la refiere con una técnica descriptiva a medio camino entre la vivencia personal y la reflexión de lo que ve o le cuentan otros, al respecto del tema argumental. Al margen de la profundidad y de la verosimilitud o no de las más de cuatrocientas páginas que nutren este –en todo caso–muy goloso volumen, lo que más debería agradar sería la perfecta dimensión que como persona y artista se traza de Bunbury al ahondar en su trayectoria junto a los Héroes del Silencio o, tras abandonar a aquéllos, como artista en solitario multidisciplinar, diferente e imprevisible. Un gran libro en cualquiera de los casos, en el que el magnífico oficio de  escritor de Pep Blay aporta valor añadido al resultado final y le confiere a esta biografía a partir de ya mismo por lo que aporta, carácter de referencial.
JAVIER DE CASTRO.