I’ll be watching you. Inside The Police (1980-83)
Andy Summers
TASCHEN
La posición a todas luces privilegiada para disparar imágenes siempre que le convino, convierte al trabajo fotográfico obtenido por Andy Summers, guitarrista titular de The Police, en un material de excepcional valor histórico sobre la carrera del mítico trío. Esta faceta artística alternativa, desconocida para mucha gente –incluidos la mayoría de sus fans pero sobre todo el público en general– adquiere connotaciones de auténtica revelación hoy en día tras el visionado de las instantáneas y la lectura de los textos que conforman este imponente volumen. Editada a gran formato y a partir de una excelente presentación, esta amplísima recopilación de fotografías en blanco y negro logra, más de veinte años después de acaecidos los hechos, erigirse como un vehículo inmejorable para conocer al detalle muchos de los entresijos que rodeaban el quehacer artístico y personal de una de las bandas más impactantes que funcionaron a caballo de las décadas de los 70 y de los 80. Es decir, naturalmente, diferentes visiones sus giras (incluida alguna por España), de los shows en vivo vistos entre bambalinas y el público asistente o, incluso, de ciertos aspectos del entorno familiar y artístico de los músicos. Por razones obvias, tanto Stewart Coppeland como Sting se constituyen en los más usuales modelos de esta obra, aunque no por ello se echa de menos al propio Andy que, pese a aparecer (auto)retratado mucho menos que sus compañeros, su presencia se percibe viva en todo momento. Si tuviésemos que destacar, sin embargo, alguno de los muchos ingredientes notables del trabajo, el detalle quizás más destacable y a tener en cuenta del material gráfico obtenido por Summers radica en que su gran calidad documental no está reñida en absoluto con una búsqueda –y hallazgo indiscutible– de muy reseñables aspectos estéticos que confieren al libro verdadero valor artístico. El resultado final de todo ello ha sido, pues, un trabajo excelente que nada, de verdad, tiene que envidiar al de cualquier fotógrafo especializado de entonces, en menesteres periodísticos de índole similar.
JAVIER DE CASTRO.
The Beatles Diary, 1964-1966
Alf Bicknell
DEA PLANETA
Si me lo permiten les diré, de entrada, que este producto que pasamos a reseñar a continuación es un tanto extraño, por no hablar de algo muy burdo y oportunista por los más de 20 € que le clavan a uno al pasar por taquilla. Raro porque hasta que uno no lo ha comprado y lo ha diseccionado al detalle no acaba por saber de qué se trata exactamente y burdo porque se trata de algo oportunista a todas luces y que no presenta los mínimos exigibles a algo con un mínimo de calidad y dignidad comerciales. En un rápido resumen, el engendro en cuestión puede describirse como un estuche que contiene dos DVD y que se comercializa acompañado de un escueto cuadernillo fotográfico –apenas un par de docenas de páginas– presentando al bueno de Alf Bicknell como protagonista del tema en cuestión –más o menos directo o indirecto según lo prefieran– retratando él mismo a los Beatles o fotografiado junto a ellos; todo ello a partir de la experiencia que durante más o menos tres años vivió como conductor o “chico para todo” de los cuatro melenudos de Liverpool. Esa posición privilegiada en estrecho contacto con el cuarteto y junto a Brian Epstein, Mal Evans, Neil Aspinall o Dereck Taylor, es decir, el entorno más íntimo de Lennon, McCartney, Harrison y Starr, le permitió acumular en su memoria una buena cantidad de anécdotas. En conjunto, visto el resultado final de lo que se nos vende, la mayoría de las cosas que se cuentan resultan absolutamente intrascendentes y por lo tanto prescindibles a todos los efectos para cualquier estudioso del tema beatle. Hablamos, por ejemplo, de recuerdos como cuando Bicknell perdió los instrumentos que llevaba colocados en el porta-equipajes del techo de su automóvil, cuando “los chicos” lo mandaban a comprar comida italiana del restaurante de la esquina, o cada vez que Lennon se moría de risa cuando un agente de tráfico los multaba y ponía en aprietos a quien conducía su limusina. En conjunto, de verdad, algo deplorable muy deplorable y en la línea de otros personajes más o menos “aprovechados” que publicaron libros –la mayoría obviables también– fruto de sus experiencias junto a los Beatles, aunque en este caso en concreto intuyamos que al inocente ex chófer, algún avispado lo ha enredado por cuatro duros para que pusiese su nombre y diese algo de credibilidad a este auténtico toco-mocho. Pero si esto es de lo que se ha nutrido el primer DVD del “pack” y al que se ha titulado genéricamente “Diary”, aún menos interés rezuma el segundo y que recibe la denominación “Tras el escenario” gracias a un documental de los que ya existen miles en todo el mundo y campan a sus anchas por la red, y que en este caso concreto ha intentado –con más pena que gloria, por cierto– sintetizar la trayectoria en vivo del grupo en sus dos últimos años de actuaciones vivo. Absolutamente P-R-E-S-C-I-N-D-I-B-L-E a no ser que se sea un fan con “mono” absoluto –inexplicable por todo lo bueno que nos ha “caído” de tema beatle estas Navidades– o que se quiera tirar la pasta lastimosamente.
JAVIER DE CASTRO.
El blues de la semana más negra
Andreu Martín (+ CD de Dani Nel·lo)
EDEBÉ
Ésta es la segunda entrega de la muy sugerente colección “Asesinatos en clave de Jazz”. Un homenaje de su autor, Andreu Martin, a la poco explotada en nuestro país tradición novelística del género negro y que en las dos o tres últimas décadas ha encontrado referentes de enorme interés a través de personajes atractivos del calibre de Pepe Carvallo o Petra Delicado o cualquier otro de los desarrollados por el propio autor catalán del que hoy nos ocupamos a lo largo y ancho de su ya dilatado idilio con el género más urbano. Pasión, asesinatos, persecuciones o “mobbing” son algunos de los ingredientes que adoban la trepidante nueva aventura de Óscar Bruch y El Signo de los Cuatro, su joven grupo musical, ambientada en el Gijón de la Semana Negra, su certamen literario-cultural, más notable. El valor añadido a esta nueva serie policíaca (el primer número, titulado El blues del detective inmortal, se debió también a la pluma de Andreu Martín) son las ambientaciones musicales reales que corren a cargo de Dani Nel·lo, un músico inmenso quien –dejando atrás su pasado más rockero– se está dedicando en sus últimas experiencias a desarrollar aventuras musicales muy próxima al blues y al jazz. El CD recoge cinco interpretaciones de originales yanquis a cargo del saxofonista barcelonés y su grupo actual (Dani Baraldés, guitarra; Nono Fernández, contrabajo; Salva Suau, batería; Myriam Swanson) en una metamorfosis artística que logra que el lector acabe identificando a estas cinco personalidades reales con los personajes de ficción que protagonizan la historia. Magnífica simbiosis música-literatura que agradará no sólo a los amantes de esta clase de ficciones truculentas si no también a todos aquellos a los que les gusta disfrutar leyendo acompañados de una buena banda sonora de fondo.
JAVIER DE CASTRO.
Vivir para cantarlo
Víctor Manuel
TEMAS DE HOY
Una actividad creadora como la del asturiano Víctor Manuel San José, bien merecía una obra impresa de las características de la que ahora nos ocupa. Se trata de una recopilación absolutamente exhaustiva de las letras de TODAS las canciones escritas a partir del año 1962 –fecha en que con sólo 14, Vítor Manuel comenzó a pergeñar sencillas cancioncillas adolescentes– hasta ahora mismo, 2007; en ella, casi cuarenta y cinco años de trabajo en un impresionante bagaje que abarca más de 400 canciones, 36 álbumes grabados y un puñado de singles que, al comienzo, le ayudaron a despegar y empezar a tocar una popularidad que nunca jamás ha dejado de ostentar. Un camino que –debe recordarse– ha venido ilustrado toda clase de vicisitudes: desde las estrictamente artísticas o las de índole más personal, hasta las que vinieron condicionadas por una posición política y comprometida en lo ideológico como la suya que, se quiera o no, también han condicionado y modulado diversos altibajos en una trayectoria tan dilatada. A su estilo de cantautor a la antigua usanza del principio, hacia mediados de los 60, siguió, desde finales de la década de los 70, una cierta derivación hacia un prototipo de cantante-compositor pop aunque “con mensaje”, en el que ha confluido con otros artistas “y sin embargo amigos” de tan distinto pelaje como pueden ser Joan Manuel Serrat o Joaquín Sabina, con los que –no podía ser de otro modo– acabó por colaborar en proyectos de muy amplia magnitud. A estas alturas de la historia de la música moderna española, Víctor Manuel debería ser considerado como una auténtica institución cuya prolífica e incansable labor se ha ampliado a campos diversos como el de la composición para terceros artistas, la producción cinematográfica o la organización de eventos culturales. También, un relación personal y de colaboración con otros baluartes de nuestra música como Ana Belén –su esposa–, los artistas antes citados u otros del calibre de Miguel Ríos, Massiel o Rosa León, han dado lugar a material compositivo suplementario, también, de indudable valor. Para acabar, decir que en este volumen, el lector y/o seguidor de Víctor Manuel encontrará reunidas todas y cada una de sus canciones propias o, incluso, aquellas debidas a otros compositores que el de Mieres grabara en algún momento de su carrera. Desde aquella desdichada “Un gran hombre” (mal) dedicada a Franco hasta la “Puerta de Alcalá” (el bombazo escrito por los Suburbano que Víctor y Ana llevaron a lo más alto), pasando por joyas como “El abuelo Víctor”, “Quiero abrazarte tanto”, “Sólo pienso en ti” y un larguísimo y excelso etcétera del que el propio Víctor se haya empeñado en apuntar en diversas ocasiones, únicamente “salvaría” cuarenta o cincuenta escogidas de entre todas ellas.
JAVIER DE CASTRO.