Varios
37 canciones de Noel Nicola
OJALÁ/BARNA SANTS/FACTORÍA AUTOR
Dado su éxito en España, tendemos a pensar que Pablo Milanés y Silvio Rodríguez son los principales y exclusivos protagonistas del movimiento que se dio en llamar Nueva Trova Cubana. Pero ellos dos sólo son la punta de lanza, detrás estaban Vicente Feliú, Sara González, Amaury Pérez y algunos más, entre ellos, y desde primera hora, Noel Nicola. Músico nacido en La Habana en 1946 y fallecido en la misma ciudad en 2005. Nicola estuvo en 1968 en los primeros conciertos del movimiento, junto a Silvio y Pablo; es decir, fue uno de los fundadores, pero además fue el primer director de la Nueva Trova. Un compositor e intérprete de enorme sensibilidad, de honda poesía y de rica cultura musical. Todo ello se aprecia en este disco de homenaje impulsado por su compañero y amigo Silvio Rodríguez, en el que músicos cubanos, españoles, argentinos, peruanos, venezolanos y uruguayos reinterpretan 37 de sus canciones.
Digamos que uno suele aproximarse con cierta prevención a los discos de homenaje, por lo mucho que se está abusando de ellos y porque muchas veces aportan bien poco a la obra del homenajeado, sobre todo cuando los participantes parecieran contribuir de forma rutinaria y por aquello tan socorrido de «bueno, hay que estar; a ver si me sirve para algo…». Por ello no recibí con excesivo alborozo este 37 canciones de Noel Nicola. Pero la sorpresa ha sido mayúscula al apreciar la magnitud del esfuerzo, el cariño que transmite y la mucha y buena música que guarda en sus dos CDs. Y, cómo no, al observar cómo las canciones de Nicola se adaptan con enorme naturalidad a diferentes voces, ritmos y géneros: del tradicional son cubano, al flamenco, la salsa, el rock o el jazz.
Injusto sería no citar a los participantes en este proyecto, a quienes ponen voz (o música, que también hay algún instrumental) a las canciones de Nicola: Silvio Rodríguez, Santiago Feliú, Anabell López, Javier Bergia, Luba María Hevia, Pancho Amat y el Cabildo del Son, Manuel Argudín, Vicente Feliú, Caco Senante, Polito Ibáñez, Vocal Sampling, Grupo Moncada, Kiki Corona, Víctor Manuel, Adalberto Álvarez y su Son, Ismael Serrano, Víctor Heredia, Chucho Valdés, Omara Portuondo/JOsé María Vitier, Luis Pastor, Amaury Pérez, Luis Eduardo Aute, Lázaro García, Cecilia Todd, Augusto Blanca, Tania Libertad, Leo Brouwer/Silvio Rodríguez, Carlos Luis, Sara González, Javier Ruibal, Juan Formell y Los Van Van, Sexto Sentido, Pablo Milanés, Miriam Ramos/Ernán López-Nussa, Carlos Varela, Frank Fernández, Daniel Viglietti. Un plantel de primera, que logra que en ningún momento el doble disco decaiga y sirve, en algunos casos, para conocer a artistas de los que sabíamos poco o nada. Es, al tiempo, una gran oportunidad para descubrir la obra de Noel Nicola, para buscar sus discos originales.
Acabemos con unos versos del propio Nicola extraídos de «Trovador sin suerte» (tema que abre el álbum, magníficamente interpretado por Silvio Rodríguez): «Cuando te me fui a acercar… / ¡pum!… tropecé / y cuando ya te fui a hablar… / estornudé… / Alguien pasó por detrás / y me empujó… / Yo te traía una flor: / se me cayó… / Pero me queda mi canción, / aún así me queda mi canción / a pesar de mi mala suerte…». Cierto, queda su canción, sus canciones, ahora en este doble y enorme, valiosísimo álbum. Una joya.
JUAN PUCHADES.
Anabel Santiago
Desnuda
GALILEO MUSIC
A priori la historia se parece a la de Carmen París: joven mujer echada “pa’lante” y con torrencial voz, que salta del limitado circuito comercial de las músicas de raíz (Carmen, la jota; ella, las tonadas) para abrirse a experiencias musicales más viajadas y cosmopolitas. A partir de ahí se puede decir que Anabel Santiago es una cantante que ha hecho del trabajo de banda una enseña de identidad muy asequible para abrirse a más públicos, sin renunciar por ello a sus rasgos naturales de origen. Alberga por igual temario tradicional, arreglado para la ocasión por su fiel Ismael Arias (“Ven a veme”, “De los Picos d’Europa”, “Marcho pa Cuba”), como piezas nuevas del propio Ismael que apuntan sin duda a refrescar y oxigenar los repertorios (“El galán desta villa”, “Ai, d’esos güeyos”, “La cai el viciu”). La versión de “Col garrotín”, por ejemplo, le llega por supuesto rockera, vía Smash, pero también de Lola Flores. Y Anabel, que nació y vivió hasta los 4 años en Argentina, va y se atreve también con el tango y la chacarera (“Canción de les simples coses”). Produce Michael Lee Wolfe (guitarras y mandolina), que ha sugerido la siempre buena idea de versionar el “Folsom prison blues” de Johnny Cash, un modelo de valentía e independencia que ha calado en esta jovencísima intérprete de Luanco. No es ni mucho menos una recién llegada, pero aparece como todo un descubrimiento.
GERNOT DUDDA.
Varios
Family album II. Homenaje a Surfin’ Bichos
MOLUSCO DISCOS
No lo digo yo. Lo afirma la hoja de promoción que acompaña a este CD y que suscribe Eduardo Guillot: “los discos de tributo provocan una sensación de pereza y hastío muy difícil de superar”. Nada que objetar. Es más, lo podría haber escrito yo mismo pero hay casos en los que merece la pena vencer la desidia y enfrentarse a uno de estos recopilatorios. Family album II rinde pleitesía a los Surfin’ Bichos, uno de los grupos más incomprendidos del rock español, una banda que ejerció de puente entre La Movida de los ochenta y el Indie tal y como se explicaba en el número 79 de EFE EME. Sus crudas y excelentes canciones no fueron suficientes para convertirse en un grupo con aceptación popular. Pero ese repertorio ha ganado enteros con el paso de los años y me atrevo a augurar que la influencia de los SB en nuevas bandas no dejará de crecer en el futuro. Por todo ello, resulta más que interesante escuchar las revisiones que Deneuve, Clovis, Polar, Amaral, Grupo de Expertos Solynieve, Apenino, Triangulo de Amor Bizarro o Hidrogenesse hacen de las canciones de Fernando Alfaro. Entre las versiones destacan “Mi hermano carnal” (Julio de la Rosa), “Dulce mal trago” (Tachenko), “¿Amas lo desconocido?” (Una Sonrisa Terrible), “Harto de tu amor” (Ciudadano) y “Rifle de repetición” (Grupo de Expertos Solynieve). Sus intérpretes han sabido llevarlas a su terreno, huyendo de las lecturas miméticas y abordando la revisión del repertorio de los SB de manera calidoscópica. Notable alto para este homenaje.
ÀLEX ORÓ.
The Primary 5
Go
RE-ACTION
Paul Quinn, aparte de haber sido el batería de Teenage Fan Club, es un perfecto hacedor de canciones, de aquellas canciones que en tres minutos condensan esa extraña y simple sensación de poder alcanzar la belleza. Y a ello se dedica en su segunda entrega con Primary 5, dechado al mismo tiempo de las virtudes más selectas del pop y de la efectividad de lo sencillo.
Porque cualquiera de las diez canciones que componen su desarrollo es un prodigio de pulcritud y energía. Y siguen confiando, como en los grupos escoceses que los preceden, en el protagonismo de las guitarras escritas con tinta indie y sobre una plantilla de renglones de country-rock. O no tan rock, que los fraseos de “Shopping” son puro Hank Williams.
Y es que entre los registros de la estremecedora “Off course”, el preciosismo armónico de los Byrds encajado en unas guitarras vigorosas, y la desmadrada “Make believe”, un huracán de densidad instrumental casi bailable, se esconden muchas cosas: estribillos infecciosos, recuerdos de Poco o Gram Parsons, sabores campestres, algún retazo “sunshine” y mucho espíritu independiente. Y con ello ha vuelto a conseguir un disco diurno en todos los sentidos, luminoso y optimista, indeleble. Del que apenas se puede decir nada porque no hay nada especial en él. Si acaso, esa magia con la que la música popular te envuelve y que nadie sabe nunca precisar por escrito.
CÉSAR PRIETO.
Habib Koite & Bamada
Afriki
CUMBANCHA/KARONTE
Habib Koité es un extraordinario guitarrista y cantante de Malí cuyo linaje griot –pertenece a la familia khassonké– le ha permitido heredar de sus padres sus conocimientos sobre el kamale n’goni (arpa) y otros instrumentos musicales ancestrales. Se juntan en él la tradición oral y la educación académica, que desarrolló en el Instituto Nacional de las Artes de Bamako. Reúne, por lo tanto, todos los requisitos para conquistar el mercado mundial de las músicas planetarias: sonidos de raíz, pero elaborados con un tratamiento y un contexto actuales. Y así ha sido: Bonnie Raitt, con la que cantó en su álbum “Silver lining”, le considera una especie de Jimi Hendrix o Stevie Ray Vaughan de la cosa africana. Afriki, realizado por Koité junto con la banda que fundó en 1988, es su primer trabajo en seis años, dato que contribuye a aumentar la expectación ante estas nuevas canciones. Conoce tan bien la amplia y rica variedad musical de su vasto país que es de los pocos músicos que no tienen problemas en integrarla bien en sus obras, además de sus influencias dentro del rock o la música folk occidentales. La mayoría de los temas le cantan al orgullo africano, con el que pide que la gente eche raíces y no emigre fuera, que sea capaz de sentir la belleza de las pequeñas cosas sencillas y cotidianas que mejoran el nivel de vida. En el tema “Afriki”, cuenta con los metales de Pee Wee Ellis, al que sólo le falta buscarse casa en la zona. Un disco glorioso que sigue manteniendo a Malí entre los mejores caladeros musicales del planeta.
GERNOT DUDDA.