James Taylor
One man band
HEAR MUSIC/ UNIVERSAL
La fórmula “unplugged” no siempre funciona con todos los artistas, si bien hay algunos a los que parece irle como anillo al dedo. Es el caso de James Taylor, ese cantautor que nunca ha llegado a ser valorado en España como debería, autor sin embargo de algunos discos excelentes y de un buen puñado de melodías inolvidables. En este sentido, su nuevo título en el mercado, el directo en audio y vídeo One man band, es mucho más que una colección de grandes éxitos en concierto. Sentado ante el público con el único acompañamiento de su guitarra, y en ocasiones del pianista Larry Goldings, repasa una veintena de canciones, seleccionadas entre sus grandes éxitos y otros que nunca llegaron a serlo. Intimista y cercano, el artista ofrece en ocasiones nuevas versiones de esos temas, y en cualquier caso, todos parecen presentarse con nuevos ropajes.
Lo mejor, no obstante, son tal vez los comentarios con los que las va introduciendo; un “storyteller” en toda regla. En este sentido, el DVD, de dos horas de metraje, permite conocer en mayor profundidad al hombre y al artista. Los apuntes del cantante a cada canción son aquí completados con imágenes adicionales, a veces históricas, a veces grabaciones privadas, que van así dibujando una deliciosa biografía musical de Taylor, quien ha sabido cogerle el tono, canción tras canción, al turbulento universo de las relaciones de pareja.
JAVIER MÁRQUEZ.
Javier Krahe
Querencias y extravíos
18 CHULOS
Un año ha pasado del último disco de Javier Krahe, lo que indica que tal vez aquel homenaje, …Y todo es vanidad, no fue ninguna tontería y sirvió para animar al cantante a emplearse a fondo y no dejar largos intervalos entre un disco y otro. Estas Querencias y extravíos, como aquellas Cábalas y cicatrices de 2002, son un puñado de nuevas canciones, once en total, que el veterano cantautor ha decidido registrar en directo, esta vez en el Café España de Valladolid, junto a sus músicos habituales. También coincide con aquel disco en el tono de las composiciones, mucho más narrativas y reflexivas, en general, que las que daban forma al más reciente Cinturón negro de karaoke, marcado por un humor más directo. En su línea habitual, Krahe viste sus mimados textos con diversos géneros musicales, aunque para los mitómanos tendrá un atractivo especial, “Conmigo y sin mí”, firmada a medias con Sabina.
Pero este trabajo de Krahe no es sólo música. El disco va acompañado de un libro, Charlas con un vago burlón, que recoge una detallada conversación del cantante con la periodista Paloma Leiva, una larga entrevista en la que Krahe va repasando, con su mordacidad habitual, cada etapa y aspecto de su vida personal y privada. El disco requiere, como de costumbre, un par de atentas escuchas para ser valorado como merece; para el libro, por el contrario, sólo hace falta cierta privacidad para poder reírse a gusto.
JAVIER MÁRQUEZ.
Bill Evans
The other side of something
Intuition/Indigo Records
Desde aquel sustancial giro de timón que dio en su álbum Soul insider de 2001, el saxofonista norteamericano no ha dejado de imprimir mayor garra rimanblusera a sus interpretaciones, alejándose a conciencia del soft jazz con el que siempre se le ha identificado. Desde entonces, y sabiéndose a favor de su impresionante currículum (Miles Davis, un nuevo “line-up” de la Mahavishnu, Elements), no ha dejado de reinventarse las veces que ha hecho falta, siendo ésta una de las más significativas. Bill Evans –no confundir con el histórico pianista del mismo nombre– se acompaña esta vez de ilustres como Jim Beard, Dennis Chambers, Sam Bush, Victor Wooten, Richard Bona, Randy Brecker, Clifford Carter…, logrando una vez más que su alto poder de convocatoria sea también uno de los grandes alicientes de sus discos. No canta mal, y números como “Easy way out” o “Ode to the working man”, se suceden con la corrección propia de los grandes músicos de sesión que quieren buenos logros pero sin romper un solo plato. Pero llegan los instrumentales; piezas como “Professor pork phat” (con su título tan James Brown), “Walk into the light”, “Way out east” o “Dance of the leprechaun”, que bien espoleados por el banjo, la mandolina, el “fiddle” y otros habituales del bluegrass (la portada pretende reflejar esta novedad), alcanzan las mejores cotas del álbum merced a sus excitantes dosis de improvisaciones y al alto comadreo entre los músicos. Victor Wooten, el Flecktones aquí compareciente, habrá tenido que sentirse algo mosca al oír un banjo –el de Ryan Cavanaugh– y comprobar que no es el de su jefe. De todas formas, el propio Béla Fleck colabora en un tema, el mencionado “Way out east”, y hacia él parece ir dirigido metafóricamente este nuevo paso de Bill Evans.
GERNOT DUDDA.
Suite
Piezas contentas
ASTRO
Una verdadera sorpresa el álbum debut de Suite, banda afincada en Barcelona que acomete un pop maduro y personal, aquel del que la escena patria está tan necesitada. Ideas claras y canciones inspiradas sería la mejor forma de describir un trabajo en el que se rastrean las huellas de los Kinks y la Velvet Underground tardía. Dentro de la cohesión de la que hace gala el LP, llama la atención el hecho de que cada tema parece haber sido tratado en exclusiva, prestando atención a sus requerimientos para luego insertarlo en el conjunto con gusto y precisión. Ahí es donde se nota la mano de Paco Loco, cuya labor como productor ha debido ser fundamental a la hora de hilar y aglomerar las composiciones.
Por otra parte, pese a tratarse de un debut, la ejecución de los músicos es impecable, dejando constancia de los años de experiencia que atesoran, dejando su impronta en cada una de las canciones. Los arreglos de los temas son abiertos, permitiendo la creación de ambientes y atmósferas pero contenidas en el formato canción, no nos olvidemos que estamos hablando de un grupo de canciones, no de conceptos. Se saben limitar, no caen en ningún tipo de grandilocuencia ni tampoco en la inmediatez juvenil. Simplemente pop inteligente.
JUAN JOSÉ ORDÁS FERNÁNDEZ.
Lorena C
2 rombos
LOVE CORPORATION
“Yo no podía imaginar que hoy / me levantaría acompañada de un calamar, / un resto de persona, un individuo pegado a una polla / y es que cada vez que bebo me levanto con un tío nuevo / y si al menos estuviera bueno tendría excusa para hacerlo”. Son versos de la primera estrofa de “Te recuerdo”, el tema que abre 2 rombos, el disco de debut del dúo Lorena C, integrado por Lorena Castell y MNSXY (lease “monosexy”, un seudónimo tras el que se esconde el DJ y teclista Carlos García Bayona). Como pueden comprobar, amigos lectores, el título del disco no engaña. Si fueran una banda norteamericana les hubieran obligado a poner la odiosa pegatina del aviso para padres responsables sobre los contenidos “inadecuados” del disco. Ciertamente, Lorena C juegan con las cartas de la agitación y descaro que les proporcionan unas letras cargadas de sexo y electro-rock and roll. La historia del rock y el pop está construida con los cimientos extra musicales que suministran la provocación y el escándalo de las generaciones posteriores a los consumidores potenciales de esas canciones. El problema de la provocación es que no aguanta bien el paso del tiempo. ¿Les parece provocativo el movimiento de pelvis de Elvis? ¿Los flequillos de los Beatles? ¿Las Vulpes cantando “Me gusta ser una zorra”?… Por ello, la propuesta de Lorena C es una apuesta de presente, actual y con intención de agradar al sector más joven de los consumidores de pop (o en su defecto, aquellos que sean recalcitrantes “Peters Pans”). Además del ya citado “Te recuerdo”, destacan en este disco canciones como “Siempre joven”, un canto a la regresión vital y a eso de morir a edad temprana para tener un bonito cadáver; “Rock your body”, “Adicta” o “Piensa gay”, todas ellas posibles himnos generacionales y con una poderosa vocación bailable gracias a la sabia mezcla de tecno de los ochenta, eurobeat y electropop. Un disco esperanzador.
PD: Recomendamos también una visita a My Space para ver el vídeo de “Te recuerdo”, dirigido por J-Bayona, director del film “El orfanato” y hermano de MNSXY.
ÀLEX ORÓ.
Eddie Vedder
Music for the motion picture into the wild
J
El cantante de Pearl Jam se ha embarcado en solitario para poner música a la última película de su amigo, Sean Penn, Into the wild, que no llegará a las salas españolas hasta el próximo mes de enero. Sin embargo, lo que ya puede escucharse es su banda sonora a cargo del siempre interesante Vedder, que en esta ocasión ofrece su lado más tranquilo, esa vena folk de la que nunca ha renegado, pese a liderar la que para muchos ha sido la mejor formación de rock de los noventa.
Dicen que Penn, de nuevo en la dirección, se ha inspirado en Vedder para su cinta, donde un joven de la década de los noventa huye de una civilización que no comprende para refugiarse en las vastas tierras de Alaska. También el cantante ha mostrado en varias ocasiones su rechazo a ahogarse en las cómodas aguas del éxito a cambio de buscar en la dirección más real y salvaje del arte de la música. Con tal argumento, Vedder se ha inspirado para ofrecer una colección de 11 canciones, en las que la guitarra acústica y el banjo tejen en general una atmósfera amable y creíble. La búsqueda de libertad individual del protagonista de la película bien puede ser la del propio músico. Se deja de experimentos raros, o de eso que algunos llaman “disco de concepto” cuando se les ofrece la posibilidad de crear música para una película, y defiende composiciones bellas y personales, que dan forma a un álbum con voz propia. No es una obra maestra, tampoco aspira a serlo, ni cambia la vida de nadie, pero Into the wild guarda el reconocimiento de sugerir lo que puede ser otra versión de Vedder con temas como “Hard sun” o “Society”. Se trata de un artista reflexivo y emocionante que supera cualquier adolescencia grunge. Pearl Jam todavía rockea, pero Vedder mira al futuro y atiende a sus inquietudes.
FERNANDO NAVARRO.
Dover
2
EMI
El salto cualitativo que el grupo de las hermanas Llanos ha dado gracias a su reencarnación electrónica es digno de elogio. Bien es cierto que las ventas ya no eran las de antaño, aunque también hay reconocer que pocos son los capaces de reinventarse con la genialidad que las Llanos han mostrado. De hecho, más de uno habría optado por una línea continuista. Afortunadamente no ha sido el caso de Dover, que en su faceta electrónica se antoja mucho más interesante que en su caduca faceta eléctrica. Sencillamente han pasado de ser un grupo grunge del montón a ser un grupo de pop electrónico destacable. 2 es una recopilación doble, que permite revivir su primera etapa en el primer compacto antes de que los teclados y las baterías bailables acaparen el segundo disco, el que recopila los singles de su último trabajo más nuevas versiones de algunos de sus clásicos. Así, es de justicia reconocer que «Serenade» nunca había sonado mejor que en su nueva adaptación para las pistas de baile y que «Devil came to me» suena aún más inspirada y amenazadora en clave dance que en su antigua piel guitarrera. Así mismo, el tema nuevo que incluyen («Soldier») pone de relieve que la inspiración continúa del lado de la banda. Ahora solo falta que canten en castellano y ya tendremos el grupo pop español definitivo del siglo XXI.
JUAN JOSÉ ORDÁS FERNÁNDEZ.
Jacaré
Il primo passo. Canzoni anfibie tra jazz e musiche del mondo
IRMA RECORDS
De vez en cuando los informativos de televisión nos sorprenden con noticias sobre guitarristas japoneses capaces de tocar flamenco como el mismísimo Paco de Lucia o bailaores procedentes de los más recónditos lugares del planeta. La reacción del espectador siempre oscila entre la sorpresa y el cachondeo ya que nadie se acaba tomando en serio las presuntas virtudes de estos artistas. En Brasil pueden pensar lo mismo de Jacaré, un dúo boloñés formado por la cantante Cristina Renzetti y el también cantante y guitarrista Rocco Casino Papia, que en Il primo passo nos presenta once temas en los que se fusionan la bossa nova, la samba, el jazz y algo de world music. Las letras de las canciones están mayoritariamente cantadas en italiano y también hay alguna interpretada en portugués. Escuchen, por ejemplo, “I gia domani”, el tema que abre el disco. Suena bien, muy bien. Es una mezcla cálida e insólita, algo así como “Bossa nova a la bolognesa”. Jacaré demuestran que donde hay buenos músicos y buenas ideas, la denominación de origen, la presunta autenticidad atribuida a las raíces del artista, es un ingrediente prescindible. Instrumentalmente impecable, vocalmente perfecto y con altas dosis de emotividad, Il primo passo es un disco relajante, amable, afectuoso que, tema a tema, te empapa de sonidos que transportan desde el Mediterráneo al otro lado del Atlántico.
ÀLEX ORÓ.