“Los prejuicios sobre las personas son completamente absurdos”
La artista Roberta Marrero publica “We can be heroes. Una celebración de la cultura LGTBQ+”, un libro en el que reúne collages, dibujos y textos que incitan a la reflexión social, abordando personajes como Madonna o Beyonce, entre otros. Una entrevista de Rafa Cervera.
Texto: RAFA CERVERA.
“Los prejuicios sobre las personas son completamente absurdos”, comenta la artista Roberta Marrero. Como mujer trans, sabe perfectamente de lo que habla y por eso su nuevo libro es una guía perfecta para aceptar y comprender la diversidad. “We can be heroes. Una celebración de la cultura LGTBQ+” es mucho más que una galería de iconos de la cultura gay y transexual, es sobre todo, un punto de partida para el conocimiento, la reflexión, para intentar derribar tópicos. “No se puede hablar de homofobia sin hablar de racismo, no pueden ignorarse las diferencias económicas y sociales si hablamos de feminismo, todo está relacionado. La lectura ha de ser transversal”. Y para que su intención quede plasmada con mayor claridad, expone una anécdota que vivió en París el pasado mes de diciembre, cuando Virginie Despentes la invitó a participar en las jornadas Despentes Convergence. “Daria Marx, escritora y activista contra la gordofobia agradeció a Virginie el no convertirse en una vieja feminista de la antigua escuela y seguir preocupándose por las nuevas problemáticas sociales. Yo también se lo agradezco. Nuestra mirada para combatir los problemas de nuestra sociedad no puede dejar de evolucionar. Tenemos que seguir aprendiendo, hay que tener los ojos muy abiertos”.
“No se puede hablar de homofobia sin hablar de racismo, no pueden ignorarse las diferencias económicas y sociales si hablamos de feminismo”
El enfoque aplicado por Marrero para elegir a las figuras que aparecen en el libro pasa por lo personal. “No es una enciclopedia —puntualiza—, y como dice el prologuista Paul B. Preciado, tampoco es un libro de celebridades. Es una selección de personajes que para mí han sido importantes. Tengo filia por la personas extravagantes y eso también está presente en el libro”. “We can be heroes” reúne collages, dibujos —personajes que van de Lorca a Anohni— y textos que fluctúan entre lo ensayístico y lo autobiográfico. “Esa subjetividad explica el que, por ejemplo, no esté un activista tan importante para los derechos de los homosexuales como lo fue Harvey Milk, pero sí que esté Wendy Carlos, una de las pioneras de la música electrónica, mujer trans que tuvo que ocultar su condición durante años por miedo a la reacción del público”.
Madonna.
A través de sus textos, Marrero nos hace ver que ese miedo histórico a lo diferente y a reconocer la atracción por todo aquello que se nos antoja poco habitual ha creado muchos lastres innecesarios. “Los armarios son para quienes quieren meterse dentro de ellos. Muchos hombres heterosexuales reniegan en público de sus preferencias sexuales. Existen demasiados tabúes alrededor del sexo y esos tabúes acaban generando barreras que discriminan”.
Marilyn Manson.
“Existen demasiados tabúes alrededor del sexo y esos tabúes acaban generando barreras que discriminan”
Madonna es uno de los personajes de “We can be heroes”. Más allá de su importancia como figura pop, Marrero nos recuerda que en 1992 publicó un libro llamado “Sex” en el que, a través de la fotografía, escenificaba numerosas fantasías sexuales. “Aquello fue un acto liberador porque ahí estaba esa gran estrella, una mujer, retratándose desnuda, fantaseando con el lesbianismo, el sadomasoquismo, sin ningún pudor, haciendo algo que habitualmente solo pueden hacer los hombres”. En su libro, Marrero destaca la importancia actual de ídolos femeninos como Beyoncé, que utilizan su estatus para difundir mensajes feministas, antirracistas o antihomófobos.
Boy George.
Una vez más, Marrero exhibe en este libro la valentía que durante años ha tenido que ejercitar para ser ella misma. Cuando dice que no tiene miedo a quedar mal, no se refiere únicamente a su enfoque selectivo, también se refiere a cómo cuestiona todos aquellos tópicos que se cruzan en su camino. Habla, por ejemplo, de lo reveladora que puede resultar la pornografía gay para una mujer, “porque nos muestra al varón como objeto de deseo, y no únicamente como individuo deseante”. Destaca la valentía de mujeres como Vulpess, Paloma Chamorro o Rocío Jurado, que siempre se declaró feminista y mostró empatía hacia el colectivo homosexual. Y cuando cita a Simone de Beauvoir (“Lo ideal sería ser capaz de amar a una mujer o a un hombre, a cualquier ser humano, sin sentir miedo, inhibición u obligación”) nos introduce de lleno en la esencia de su mensaje. A través de los iconos que recrea en su obra, Marrero ante todo quiere mostrarnos que no hay que temer a lo diferente. Al fin y al cabo, cada uno de nosotros es diferente a sus semejantes.
