Robbie Williams quiere presionar a los nuevos propietarios de EMI –la corporación de inversiones Terra Firma Capital Partners, dirigida por Guy Hands–, y ha decidido posponer indefinidamente el lanzamiento de su nuevo disco. La nueva dirección de EMI planea despedir a miles de empleados en todo el mundo como inicio de una brutal política de saneamiento de la empresa en vistas a su posterior venta. Williams, en un movimiento que le honra, se sitúa del lado de los trabajadores de la discográfica. Pero puede que no esté solo en la labor, pues Coldplay piensa, del mismo modo, anular o retrasar la publicación de su próximo disco.
Tim Clark, manager de Williams, ha declarado: «La pregunta es: ¿Debe Robbie sacar su nuevo trabajo en EMI? La respuesta es clara: No. No tenemos ni idea de cómo promocionará y venderá EMI este disco. No hay nadie en el área digital capaz de realizar el trabajo que se requiere. Lo único que sabemos es que han diezmado la platilla». Clark también explicó que Williams opina que Guy Hands se comporta «como si
fuera el dueño de una plantación», y duda de sus capacidades para
manejarse en la industria discográfica.
¿Veremos movimientos similares en España? No lo sabemos, pero lo que sí es cierto es que EMI vive los momentos más inciertos de su historia.