Dedicamos un espacio a la colección Music Ages (Las Edades de la Música), dedicada a recuperar en CD, y con enorme esmero, añejas grabaciones de las décadas de los años 40, 50 y 60 del siglo pasado, editadas originalmente en discos de pizarra o vinilo. Una encomiable labor que recupera verdaderos tesoros de la historia de la música popular.
Texto: JAVIER DE CASTRO.
Para todos los forofos de la música añeja, esa que algunos nos empecinamos de escuchar únicamente en soporte de vinilo, se ha creado la colección Music of Ages (Las Edades de la Música). Esta más que saludable iniciativa ha sido puesta en marcha por los hermanos Roberto y Fernado Valcárcel dos auténticos “locos” por la música y que han abocado –junto a un buen número de animosos colaboradores “anónimos”– en esta experiencia, sin igual no sólo una gran dedicación y trabajo mediante centenares de horas de paciente recuperación sino, también, un amor a prueba de bomba por la música y su sonido original. Porque si un sello de identidad intransferible presenta las entregas de esta singular colección es el esmero con el que se ha conseguido emular la sonoridad primigenia que todos aquellos discos de pizarra y vinilos de los años 40 y 50 albergaban cuando fueron puestos en circulación por primera vez. Es decir, ese sonido original de los discos que escuchaban nuestros padres y abuelos y que se ha logrado recuperar tras un minucioso proceso de restauración y puesta al día en formato digital a través diversas series temáticas que más adelante describimos con cierto detalle.
Para llevar a cabo dicho proceso de restauración de los vinilos, se han desarrollado programas especiales que han permitido obtener la más alta calidad en la digitalización y recuperación del audio original. «En cada canción se ha invertido una media de seis horas de trabajo técnico», que se suman a las dedicadas a la investigación histórica y sonora de cada tema. También han sido restauradas las portadas originales de cada disco que se reproducen en la carátulas de los CDs que, además de contar con información detallada sobre los artistas y su contexto así como fichas completas de cada tema, logran recuperar de paso el espíritu y la estética de toda una época.
Pensada como si de documento histórico se tratase de lo que supuso la revolución de la música como fenómeno popular a mediados del siglo XX, la colección reúne joyas y rarezas nacionales e internacionales de diversos artistas que constituyen en sí mismas aportaciones musicales de valor incalculable. Hablo de un montón de piezas musicales rescatadas de aquellos entrañables sencillos de dos canciones, “extended plays” de cuatro y álbumes de 10 pulgadas con maravillosas carátulas y que en la actualidad son pasto de coleccionistas insaciables que, en ocasiones, invierten auténticas fortunas para conseguir según qué piezas, supuestamente, inencontrables para la mayoría. De ahí esta gran oportunidad de conseguir a módico precio y en una presentación gráfica realmente primorosa muchas de esas joyas musicales intemporales con el espíritu y la estética de toda una época.
La planificación de la colección plantea una primera fase en la que deberían aparecer unos 240 CDs con grabaciones originales de los años 40, 50 y principios de los 60 de géneros como el flamenco, la música española, ciertas manifestaciones musicales latinoamericanas como las rancheras o el tango y también el rock & roll, el jazz o el swing, todo ello interpretado por grandes figuras de aquí o de allá que aún permanecen frescas en el imaginario colectivo de la gente.
La aventura de Music Ages, que se inició hace pocos meses, ya cuenta con unas 60 referencias en formato CD, de las cuales más de la mitad corresponden a música cantada en español. Junto a nombres como los de Antonio Mairena, Manolo Caracol, Juanito Valderrama, Lola Flores, Sara Montiel, Marisol, Carmen Sevilla, Jorge Negrete, el Dúo Dinámico, Los Cinco Latinos o José Guardiola, se pueden encontrar grabaciones exclusivas de Louis Armstrong, Elvis Presley, Marlene Dietrich, Roy Orbison, Edith Piaf o Shirley Bassey, por poner sólo unos pocos ejemplos.
Afortunadamente, los inductores de la empresa han logrado contar con el apoyo de algunos organismos y entidades públicas y privadas que ayudarán sin duda a su difusión y –por qué no– también a que la esta experiencia acabe de llegar a buen puerto y no zozobre comercialmente antes de culminar sus loables objetivos. Me refiero al Instituto Cervantes, institución que colabora en la difusión exterior de la selección de música española a través de sus centros en todo el mundo, del Ministerio de Cultura, de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE), de la Fundación Autor y de la Casa de América, así como a acuerdos con varias compañías discográficas multinacionales (EMI, Sony BMG, Universal o Warner) que también se han interesado en este proyecto.
Aunque la colección va dirigida, por una parte, a personas de más de cuarenta años a los que se les “devuelve la música de la niñez, de la juventud, la que escuchaban junto a sus padres, hermanos y amigos”, ello no es óbice para que nuevas generaciones de melómanos descubran a los grandes interpretes y compositores de otras décadas anteriores a las suyas propias a través de una ecuación incuestionable: “Es imposible entender la música actual sin saber dónde se hallan sus fundamentos».
Estos son algunos de los apartados temáticos de la colección:
• FLAMENCO:
Temas originales grabados en los años 50 y 60 por grandes del género como Antonio Mairena, Sabicas, Manolo Caracol, La Niña de la Puebla o La Niña de los Peines.
• COPLA:
En el apartado de canción española destacan rarezas del tipo «Como en Cádiz ni hablar”, una habanera grabada por Juanito Valderrama en 1950; la popular “Bamba” cantada por Imperio Argentina también en 1950; a Lola Flores arrancándose con el chotis “Don Quijote” en 1962 y un originalísimo “Twist flamenco” de Rafael Farina también de principios de los 60.
• CINE ESPAÑOL:
Nuestro cine merece especial atención dentro del apartado de canción española. La colección recupera el sonido original de las primeras grabaciones de temas popularísimos de Sara Montiel, Marisol, Rocío Dúrcal, Luis Mariano y Carmen Sevilla, muchos de ellos sólo conocidos hoy en versiones posteriores
• MÚSICA LATINOAMERICANA:
Recuerdos inexcusables de la gran dama de las rancheras, Lola Beltrán, de la que no existen muchas ediciones en formato digital. También está el maestro del tango, Carlos Gardel, que además de sus temas más conocidos sorprende lanzándose con una jota aragonesa, “Los ojos de mi moza”. Jorge Negrete, el Trío Calaveras, Pedro Infante y Antonio Aguilar y Miguel Aceves Mejía completan, de momento, el apartado de música latinoamericana.
• POP:
La colección de pop español contiene joyas como la primera canción grababa por Raphael, “Te voy a contar mi vida”, en 1962, junto a otros temas editados ese mismo año. Rescata también una selección de temas de Gelu, una de las primeras poperas españolas, con escasas ediciones en CD, así como a los populares Dúo Dinámico, Los Cinco Latinos y José Guardiola, entre otros muchos grandes nombres de nuestra música ligera.
• MÚSICA INTERNACIONAL:
Un golosísimo apartado en el que se recogen grabaciones exclusivas de Louis Armstrong, Elvis Presley, Marlene Dietrich, Roy Orbison o Edith Piaf, Marylin Monroe, Glenn Miller, Johnny Cash, Buddy Holly, Shirley Bassey y muchos más solistas y bandas inolvidables.
DISTRBUCIÓN
Un comentario aparte merece la distribución que se ha planteado Music Ages, porque, dada su singularidad, tampoco la manera de acceder a los discos es la estándar a través de las típicas tiendas de discos. Aparte de en las tiendas de la cadena FNAC, que cuentan con la exclusividad de la venta directa, los discos pueden adquirirse a través de Internet en la tienda on-line del propio sello, que también se ha concebido como un espacio interactivo de ocio y consulta de un amplio archivo histórico audiovisual del panorama musical contemporáneo que integra una radio que emite música durante las 24 horas del día, biografías sonoras, novedades, foros de debate y vídeos con entrevistas, actuaciones y fragmentos de películas protagonizados por artistas ilustres de la época, todo ello con un avanzado sistema de escuchas y visualización basado en la tecnología del “streaming”.
Destacar, finalmente, que Music Ages acaba de inaugurar un «showroom» en su sede de Barcelona (calle Torrent de l’Olla nº 31) que alberga más de 8.000 vinilos de los que se han extraído las grabaciones que conforman los diferentes discos ahora reeditados y donde además –claro está– de todos los CDs disponibles de la colección, pueden adquirirse desde radios antiguas y tocadiscos hasta agujas para los discos de pizarra y otros accesorios, carteles o anuncios de revistas. Todo ello original, N-A-T-U-R-A-L-M-E-N-T-E, de los años 40, 50 y 60.